sábado, 24 de diciembre de 2011

PETROLEO VENEZOLANO EN CIFRAS

PETROLEO  VENEZOLANO EN CIFRAS
Y GRÁFICAS

Una colección de datos oficiales, nacionales e internacionales para el estudio y la reflexión 























Inserto a partir de aquí una muestra de la 
planificación petrolera de "pajaritos preñados": 
metas imposibles de cumplir que se repiten año tras año con contumacia desde el 2005 hasta el 2016































































lunes, 14 de noviembre de 2011

BANCO CENTRAL DE VENEZUELA: COLECCIÓN VENEZUELA Y SU PETRÓLEO


EL BCV RESCATA
TEXTOS FUNDAMENTALES





NOTA EDITORIAL


El Banco Central de Venezuela presenta la Colección Venezuela y su Petróleo
como un aporte al rescate de textos en los cuales ha quedado plasmada la lucha de la nación venezolana por la soberanía sobre sus recursos de hidrocarburos.


Ese combate, librado en la mayoría de las oportunidades en condiciones de inferioridad frente a los carteles petroleros internacionales, fue registrado por cronistas e investigadores en obras que, durante décadas, constituyeron las fuentes bibliográficas para la docencia en las universidades nacionales.


Sin embargo, desde mediados de los años ochenta del siglo pasado, por la imposición de los dogmas del libre mercado y la aceptación acrítica de la globalización impulsada por el Consenso de Washington, el estudio de la política, legislación, sociología y economía de los hidrocarburos fue minimizado y, en algunos casos, extirpado de los respectivos programas de cada una de esas carreras en casi todas las universidades del país. El enfoque de estos temas se redujo a lo estrictamente administrativo-técnico y a la información corporativa orientada a la justificación de las políticas de privatización y apertura incondicional al capital petrolero internacional.


Por ello, se puede afirmar, sin duda, que la mayoría de los profesionales de las
ciencias sociales egresados en los últimos 30 años de las universidades venezolanas han recibido una muy reducida información sobre la historia y fundamentos de las políticas públicas en materia de hidrocarburos.


En el contexto de la profunda crisis económica y social que se vive en el mundo y el consecuente derrumbe de la mitología neoliberal, se renueva la vigencia del pensamiento económico nacionalista y se impone la revisión de sus fundamentos filosóficos e históricos. Tal es el propósito al que quiere contribuir esta colección.

 





viernes, 28 de octubre de 2011

NACIONALISMO PETROLERO MEXICANO


Nos complace dedicar esta entrada del blog a una expresión del nacionalismo petrolero mexicano, el Comité Nacional de Estudios de la Energía Sur, A.C., cuyos integrantes se identifican por sus declarados propósitos:

En defensa del patrimonio energético y la industria petrolera de México y por el respeto de los derechos y el desarrollo de los trabajadores de la energía.



Por cortesía de la distinguida colega Rosío Vargas Suárez transcribimos el enlace del CNEE-SUR, en el cual se incluyen diversos materiales sobre el mismo tema que informa este blog: el nacionalismo petrolero.

En especial, se destaca una versión descargable en PDF del libro REFORMA ENERGÉTICA Anticonstitucional, Privatizadora y Desnacionalizante, del cual la Profesora Vargas Suárez es coautora, junto a los académicos John Saxe-Fernández, Alfonso Hickman Sandoval, Jaime Cárdenas Gracia, O. Sarahí Ángeles Cornejo, Raúl Jiménez Vázquez, Víctor Rodríguez Padilla y Manuel Bartlett Díaz



Transcribimos la presentación de la Profesora Vargas Suárez:

Esta distribución de la versión PDF se hace con la plena autorización de los autores del libro referido, ya que nuestro único interés es que este conocimiento sirva como constancia documental y una arma para la lucha en defensa de la soberanía, el patrimonio y el menguado bienestar de los habitantes de México, que como bien calificó el periodista Alvaro Cepeda Neri de la Revista Contralínea, son nueve ensayos para el combate. Cabe aclarar que la edición impresa sólo constó de 1,000 ejemplares, mismos que se encuentran agotados.


PORTAL DEL COMITÉ NACIONAL DE ESTUDIOS DE LA ENERGÍA SUR, A.C.



Ya saben, recorren la página hacia abajo y en el márgen izquierdo encontrarán las portadas del libro volumenes I y II, ponen la flecha sobre cualquiera de ellas y le dan click con la parte izquierda del mouse.
 
http://www.cnee-sur.net/portal/index.php




jueves, 27 de octubre de 2011

FUENTES DEL DISCURSO: JUAN PABLO PÉREZ ALFONZO

¿PROFECÍAS CUMPLIDAS?

Como se ha referido en entradas anteriores, hemos reservado el título de FUENTES DE MERITO para reproducir materiales producidos por nuestros maestros, los cuales han servido de sustento de nuestras propias opiniones. En esta oportunidad lo hacemos con  la publicación realizada por la Revista del Banco Central de Venezuela en el número 2 de 2008, en su Suplemento, Biblioteca del Pensamiento Económico, dedicado a dos trabajos fundamentales de Juan Pablo Pérez Alfonzo.

El título de ese suplemento alude a la lamentable constatación de que los diagnósticos y las graves advertencias hechas por el autor, hace más de treinta años, no fueron escuchadas y hoy confontamos las previsibles circunstancias críticas. Así lo expresamos en la introducción de dicha edición, al comentar la paradoja de que se cumplan las profecías de alguien a quien molestaba el insidioso calificativo de profeta:





"... ése es el resultado, indigno de su obra y trayectoria, en un país ciego y sin memoria, que amargó a Pérez Alfonzo, incluso en vida, porque su diagnóstico de la terrible realidad socioeconómica del país y sus propuestas específicas fueron elaboradas para que se tomaran medidas urgentes para su remediación y no para que constatáramos, 30 años después, que sus peores predicciones se han cumplido y sus efectos perversos se hacen perdurables porque seguimos tropezando con las mismas piedras.

viernes, 30 de septiembre de 2011

ANALISIS CRÍTICO DE LA POLÍTICA PETROLERA VENEZOLANA HASTA 1985

Publicación de la
Editorial Académica Española


"De las concesiones a los contratos. Visión retrospectiva de la política petrolera venezolana" fue el título del trabajo presentado en 1986 para ascender en el escalafón docente en la Escuela de Economía de la UCV. Ese título alude a conceptos específicos de la realidad petrolera venezolana de ese tiempo. En esta reedición de la Editorial Académica Española, el título explica en modo más contemporáneo el contenido de la obra.
En tanto que reedición sin aclaratorias, es también manifestación de voluntad de refrendar en todas sus partes los análisis y conclusiones establecidas hace 25 años. Aunque aparecen por primera vez en su integridad original, estos planteamientos han constituido el fundamento a partir del cual he desarrollado mis trabajos posteriores, reproducidos parcialmente en este blog y cuyas carátulas aparecen en el margen derecho de la página.

CMP 30 deseptiembre de 2011




La versión original de esta Re-edición se encuentra en este mismo blog, con el siguiente enlace:




domingo, 25 de septiembre de 2011

LA DIVERGENTE EVOLUCIÓN DE LAS COTIZACIONES DE LOS MARCADORES EN EL MERCADO PETROLERO

En los dos últimos años se ha producido un cambio divergente en las posiciones respectivas de las cotizaciones de los crudos WTI y Brent, crudos de referencia en las fórmulas de precios de todos los crudos que se negocian en los mercados físicos y en los bursátiles de Nueva York, Londres, Chicago y Singapur, para citar sólo a los más importantes. Ello se expresa de manera consistente en el cambio de sentido de las primas o descuentos de uno respecto al otro.


Esta novedosa circunstancia nos ha llevado a revisar los fundamentos materiales y financieros de estas diferencias y su reciente evolución. Esto es de gran importancia para evaluar el nivel de acierto  e incidencia de estas referencias en la evolución de los precios de la cesta venezolana de crudo y productos y de la cesta OPEP.

CMP, Septiembre 2011

En primer lugar, los conceptos materiales básicos, elementales, en los cuales se fundamentan las diferencias entre los distintos tipos de hidrocarburos:

EL SUSTRATO NATURAL (FÍSICO QUIMICO) DE LAS DIFERENCIAS DE PRECIOS ENTRE LOS DIVERSOS CRUDOS

Densidad, Gravedad Específica, Grados API

Densidad: es la relación unitaria existente entre la masa de un cuerpo o una sustancia y su volumen, es decir, la masa contenida en cada unidad de volumen del mismo, por ejemplo gramos por mililitro o toneladas por metro cúbiico.

Gravedad Específica: es la relación existente entre la densidad absoluta de una sustancia y la densidad de una sustancia de referencia, donde esta última para el caso de los líquidos es el agua y para los gases es el aire.

Por convención, el peso de un litro de agua a 60° F es a su vez la definición de un kilo. La gravedad específica entonces es 1.

A la presión normalizada de 101 325 Pa (1 atmósfera), el agua líquida tiene una densidad máxima 999,974 9 kg·m-3 a los 3,983 035 °C.”

 Es decir un metro cúbico  de agua es aproximadamente una tonelada.


Gravedad API: Expresa la relación correspondiente de peso específico de los crudos con respecto al agua. La escala de grados (°API )  fue diseñada por el American Petroleum Institute como lectura inversa de la gravedad específica de los crudos: a mayor peso específico menor gravedad API.

La gravedad específica del agua es 1 y  es equivalente, por diseño de la fórmula, a 10° API.

Los crudos se clasifican, según la gravedad API, por la siguiente escala:

Extrapesados < 9,9
Pesados 10 - 21.9
Medianos 22,0 - 29,9
Livianos 30 – 39,9
Condensados > 40

Se puede observar que sólo los crudos extrapesados son más densos que el agua.
La fórmula para obtener los Grados API a partir de la gravedad específica es la siguiente:

°API (a 60°F) =  (141,5/Gravedad Específica) - 131,5

°API del agua = (141,5/1) – 131,5 = 10° API

Gravedad Específica a 60 °F =   141,5/(Gravedad API + 131,5)

Gravedad específica de un crudo de 30° API

141,5/(30 +131,5) =  141,5/161,5  = 0,876

A la inversa, si la densidad de dos crudos es de 0,8 y 0,9 gr/ml, esto quiere decir, que cada mililitro de esos petróleos tiene, respectivamente, una masa de 0,8 y 0,9 gramos.

Equivalentes en Grados API:

0,8 gr/ml serían;  (141,5/0,8) – 131,5 = 45,375° API

0,9 gr/ml serían;  (141,5/0,9) – 131,5 = 25,722° API

Las diferencias de densidad, peso específico, gravedad API,  o como quiera medirse la relación masa-volumen de los crudos son  el resultado de su diversa composición química:

Vale la pena recordar que el carbono es el único elemento capaz de combinarse consigo mismo y por eso es el fundamento químico de la vida en este planeta: su inmensa capacidad para establecer enlaces queda reflejada en la multimillonaria variedad de los hidrocarburos vivos.
Los crudos líquidos son un conjunto de mezclas de hidrocarburos fósiles que oscilan, como es obvio, entre los gases y los sólidos: el peso molecular de cada uno de ellos es mayor mientras mayor sea el contenido de carbono  en los elementos que forman esa mezcla: el metano es un gas que contiene una molécula compuesta por un carbono y cuatro hidrógenos.  En el asfalto, los residuales y el coque, se acumulan aquellos hidrocarburos que en su composición tienen una proporción (en peso) mucho mayor de carbono que de hidrógeno, porque predominan en ellos moléculas muy grandes de 30, 40 o más carbonos.

De tal suerte, los hidrocarburos livianos generan, al ser refinados una mayor proporción de productos líquidos valiosos según los patrones de esta civilización automovilístico-petrolera, fundamentalmente la gasolina, el querosén y los gasóleos y una menor proporción de residuales y asfalto. Precisamente a esa valoración mercantil de los crudos es a la que responde la escala de gravedades del American Petroleum Institute.
Esa diversidad de rendimiento es la que se supone que existe cuando se comparan petróleos de gravedades API diferentes y debería ser el sustrato esencial de las diferencias de precios. En un pasado remoto, las desviaciones de esta regla eran bien delimitadas y se podían establecer diferenciales de vigencia histórica: entre un crudo de 34° API y otro de 23° siempre habrá un gradiente de centavos de dólar por grado a favor del más liviano. La evolución general de los precios en el mercado no modificaba la regla, sino la cantidad de centavos por cada grado de diferencia. El carácter de monopolio universal y el dominio del cartel petrolero internacional acentuaban esa uniformidad establecida fundamentalmente según sus particulares intereses corporativos. En ese entonces no se hablaba de “fundamentos del mercado” para referirse a la oferta y la demanda.

Después de los años 70, con las nacionalizaciones en todos los países miembros de la OPEP, la emergencia de nuevos productores independientes y los procesos geopolíticos y socioeconómicos que sucedieron en las dos décadas siguientes, se acentuó lo que en un principio era la excepción y que se llamaba mercado spot u ocasional, el mercado no controlado por el cartel. El petróleo comenzó a cotizarse con más grados de libertad en distintos centros de intercambio mercantil: Nueva York, Londres, Dubai, Singapur. Y no solo para entregas físicas inmediatas o a plazo cierto, sino también como opciones, futuros y toda la larga lista de mecanismos de la financiarización del mercado, hasta llegar a convertirse en lo que es hoy: un commoditie que sirve apenas de justificación material para una espiral de impulsos electrónicos movidos por jugadas especulativas  en torno a expectativas y sensaciones de cortísimo plazo. Ahora, los llamados fundamentos del mercado apenas constituyen  excusas de 88 a 90 millones de barriles diarios sobre los cuales se monta un intercambio virtual de más de mil millones diarios.
 Precisamente, para documentar estas circunstancias, apelaremos a la referencia de los expertos que manejan este mercado y que deben velar por los intereses de sus clientes. Teniendo esto en cuenta citamos un muy didáctico y reciente trabajo de Olivier Abadie de IHS CERA, del cual transcribimos la traducción libre de algunos extractos.


Un cambio de rol en los referentes del crudo:

El futuro del WTI y el Brent
Olivier Abadie,
IHS CERA Director for Downstream Europe
Junio 2011
(Extractos)
Es difícil hallar un crudo de referencia (benchmark) apropiado. Debe de ser uno de calidad aceptable, y tener acceso a un gran mercado refinador, que sea libremente negociable y  sin que lo domine un solo productor o comprador. También debe ser muy liquido para los mercados de papel y entrega física. Desde los años 80, los crudos Brent y WTI han servido como referentes para los mercados petroleros, estableciendo el precio base para el petróleo negociado a nivel internacional. El rol del WTI ha sido recientemente cuestionado debido al impacto que en la formación de su precio han tenido restricciones logísticas que lo han desconectado de los mercados globales, dejando al Brent como una referencia de precio global, aparentemente, mejor.
Marcadores globales: La potencial irrelevancia del Brent
El petróleo es un producto básico esencial, y el mundo necesita un referente (benchmark) para el crudo que permita una asignación de precios robusta. Uno de ellos parece estar en problemas, el WTI; el cual luce desconectado de los mercados globales; incluyendo los mercados estadounidenses, y aquellos donde impera el Brent.
Esta desconexión ha llegado a ser más frecuente y crítica, por lo que un número de refinerías y grandes productores de crudo han dejado de usarlo como un referente. Por ejemplo, entre 2009 y 2010, Arabia Saudita; Kuwait e Irak adoptaron el Índice del crudo acido Argus (ASCI, por sus siglas en inglés) para las ventas de crudo que se negocian en la costa del Golfo en Estados Unidos; dejando de lado el WTI. Por ahora, el Brent no confronta las restricciones que padece el WTI; y muchos lo ven como un reemplazo del WTI.
El Brent ya se ha convertido en el punto de referencia dominante para los mercados físicos, por lo más del 60% del crudo físico negociado en el mundo se transa en base al precio del Brent. En los mercados de barriles de papel, el Brent está emparejando los contratos negociados en base al WTI; sin embargo, podemos vislumbrar una reversión de este rol en la próxima década; debido a que el Brent adolecería de un nivel mínimo requerido de liquidez.
Las cuatro características cruciales de un crudo de referencia
Un crudo de referencia (benchmark) debe ser capaz de ser usado y negociado de manera transparente por la mayor cantidad posible de refinadores a fin de apoyar el desarrollo de un sistema de manejo de riesgo y establecimiento creíble y robusto del precio. Las cuatro características claves de un buen crudo de referencia son:
Calidad aceptable:   Debe ser fácil de procesar, de manera que le permita a muchos refinadores manejarlo y querer comprarlo. Esto excluye; por ejemplo, a los crudos muy ácidos o extrapesados. Tanto el WTI como el Brent; crudos dulces y ligeros, han sido usados como referencias para similares ácidos y pesados. Esta discrepancia ha arrojado dudas sobre su adecuación para representar crudos ácidos y ha llevado; como ha sido el caso para el WTI, a la creación del ASCI, y para el Brent a repetidos intentos por establecer un crudo de los Urales.
Accesible a un gran mercado refinador: Los crudos de referencia precisan de un mercado refinador grande con vías de comunicación de fácil acceso; que conlleven un aumento del número de compradores y vendedores potenciales. A diferencia del WTI; el cual es negociado en un territorio sin vías costeras marítimas, el Brent tiene acceso costero, lo cual señala que en teoría puede conectar con cualquier mercado.
Negociable libremente; sin un productor o comprador dominante: El dominio ejercido por uno o unos pocos productores evitan que los crudos de mayor grado API usen como referente de precio un determinado benchmark. Su negociación también se ve limitada por restricciones en los destinos de embarque; lo cual impide su reventa.
Generalmente, la presencia de un comprador o vendedor dominante reduce la liquidez y aumenta los riesgos de manipulación del mercado.
Alta liquidez: Esta característica es la más importante, ya que aun crudos de una calidad aceptable que sean accesibles y negociados libremente pueden adolecer de suficiente liquidez, como se ha observado en mercados que han fracasado. La liquidez es esencialmente una medida que revela el número de negocios que libremente transan compradores y vendedores independientes. Para ello, se hace necesario garantizar la existencia de un mecanismo eficiente de asignación de precio y bajo riesgo de manipulación. La liquidez general de un crudo de referencia depende de:
La actividad del mercado físico. La liquidez depende primariamente del número de lotes transables; tal como es determinado por los volúmenes producidos de crudo divididos entre el tamaño de las cargas entregadas. A mayor producción y menor tamaño de la entrega, más lotes estarán disponibles para ser negociados. En tal sentido; el WTI  tiene el beneficio de cargas para entregar equivalente a 1000 barriles, mientras que para el caso del Brent; el tamaño correspondiente de las entregas es de 600.000 barriles. De esta manera, en una entrega correspondiente a 50% de crudo Brent; se podrían negociar hasta 300 contratos físicos más de WTI. De hecho, actualmente, menos de dos cargas de Brent  parten desde Sullom Voe, un punto diario de negociación del Brent en el Mar del Norte, lo cual remarca el riesgo de una restricción de liquidez. La liquidez es también una función de cuántas veces cada lote es transado; lo cual depende de la dimensión de la cobertura o uso especulativo de un benchmark determinado.
La actividad del mercado de papel. El desarrollo de un mercado de papel promueve un aumento de la liquidez del nivel de transacción de un benchmark y puede compensar las limitaciones de su mercado físico. En 2010 los volúmenes transados de WTI y futuros y opciones con el Brent, tanto en el NYMEX como en el ICE, alcanzaron aproximadamente 7.000 y 1.000 veces sus respectivos volúmenes transados físicamente. Sin embargo, cuando los mercados de papel superaron los mercados físicos, tal como ocurre hoy día, pueden surgir interrogantes acerca del comportamiento de los mercados de papel (financieros) totalmente diferente a las consideraciones de oferta y demanda que subyacen en el mercado físico.
Los contratos abiertos; los cuales son otro indicador de liquidez han seguido una tendencia de crecimiento. En cualquier caso; una alta liquidez ayuda a mantener la estabilidad del mercado, haciendo más difícil que un comprador o vendedor individual afecte los precios unilateralmente.

Un enlace eficiente entre mercados de papeles y mercados físicos. Estos mercados siempre están vinculados por un mecanismo. Para el WTI, lo representa la facilidad con la cual logran que se negocien contratos cuya entrega física se pauta para realizarse en Cushing (Oklahoma). En el caso del Brent; destaca la convergencia que se observa en el precio y los diferenciales en los tiempos de entrega pautados en el mercado de papel en la fecha mensual de cierre y el mercado forward basado en entrega física.







Históricamente el precio del crudo marcador estadounidense West Texas Intermediate (WTI) ha superado entre USD/b 1 y USD/b 2 al indicador europeo BRENT, y entre USD/b 7 y USD/b 8 al precio de la Cesta Petrolera Venezolana (CPV). En 2011, ambas brechas se revierten al punto de alcanzar una desconexión sin precedentes y que pareciera estar intensificándose entre el WTI y los otros marcadores internacionales.

jueves, 14 de abril de 2011

Entrevista en "FLAMA, Liberación y Petróleo"

Entrevista al profesor

Carlos Mendoza Pottellá



FLAMA Liberación y Petróleo –  Abril - Junio 2011


Revista Flama: ¿Cómo cree usted que ha influido el petróleo o la explotación petrolera en la cultura venezolana y qué efectos o daños cree usted ha generado en el inconsciente o imaginario colectivo venezolano el concepto y valor de cultura rentística petrolera?

Carlos Mendoza Potellá: Esta pregunta se refiere al mundo y sus alrededores. El petróleo ha sido todo en la vida de los venezolanos del siglo XX y amenaza con seguir siéndolo en el XXI.

La respuesta a su pregunta está en una densa bibliografía que arranca desde Labor venezolanista de Alberto Adriani y que tiene hitos importantes en La cultura del petróleo de Rodolfo Quintero, Hundiéndonos en el excremento del Diablo de Juan Pablo Pérez Alfonzo, y toda la obra de Salvador de la Plaza, sólo por citar algunos. Pretender responder esa pregunta en pocas líneas sería realmente un atrevimiento irresponsable. Más bien, nos da la oportunidad para alertar sobre la necesidad de rescatar todo nuestro acervo en esa materia, dejado de lado precisamente por los designios de las metrópolis capitalistas y las grandes trasnacionales en el marco del denominado Consenso de Washington que fue recibido y aplicado con genuflexa complacencia por las élites gobernantes venezolanas en el último cuarto del siglo pasado.

No dejo, sin embargo, de hacer algunas observaciones.

Es ya un lugar común observar que la disposición de una renta, es decir de un ingreso no generado por las fuerzas productivas internas, sino por un ingreso surgido de la existencia bajo nuestro subsuelo de un producto escaso a nivel mundial, pero absolutamente necesario para alimentar las economías planetarias, ha tenido los efectos perniciosos que se asocian con el concepto de “cultura rentística”. Sin embargo, el uso abusivo del calificativo “rentístico” ha servido para que los partidarios del expansionismo petrolero, en asociación subordinada con el capital petrolero transnacional desacrediten la lucha venezolana por asegurar una justa retribución a la liquidación de un patrimonio nacional y privilegie una supuesta “mentalidad productiva” que, paradójicamente, consistiría en “sembrar el petróleo en el petróleo” para hacernos cada día más petroleros y posponer sine die los sueños de un desarrollo integral, autónomo y autosostenido, centrado en los esfuerzos productivos de la población venezolana en los sectores agropecuarios e industriales internos.

No dudo que existan venezolanos que consideren que insistir en nuestra “ventaja comparativa” petrolera sea el camino más conveniente para el país y que un destino como el de Puerto Rico sería óptimo para acabar con la pobreza y el subdesarrollo.

Por eso mismo, es necesario colocar la discusión sobre el rentismo en un contexto integral en donde se juzguen los valores de independencia, soberanía y nacionalismo junto a los objetivos de desarrollo humano y justicia social.

RF: ¿Por qué Venezuela a pesar de poseer los inmensos recursos petroleros que tiene y ha tenido, no logra dar el salto en el tema de la independencia económica, el desarrollo, la independencia tecnológica?


CMP: Durante más de un siglo el petróleo ha constituido el corazón del “sector externo de la economía venezolana”. Con ello se hace referencia, por un lado, a la circunstancia de que la industria petrolera se implantó en nuestro país bajo el impulso y férreo control del gran capital petrolero anglo-norteamericano; pero sobre todo, a su carácter de enclave, de factoría colonial, generadora de inmensos recursos originados en la exportación de casi toda su producción, sin conexiones estructurales con el resto de los sectores económicos del país.

Las negativas consecuencias de esas circunstancias han sido motivo de intensa discusión y análisis desde la segunda década del siglo XX, cuando nuestro primer economista, Alberto Adriani las caracterizó y determinó la necesidad de utilizar los recursos provenientes de las exportaciones petroleras en el desarrollo de los sectores productivos internos, de manera fundamental la agricultura y la industria, constituyentes para él del núcleo de lo que debería ser una economía generadora permanente de riquezas, en oposición al carácter temporal de toda economía minera y, en particular, de la economía petrolera. Esto luego se convirtió en la conocida consigna de “sembrar el petróleo”.

La historia venezolana del siglo pasado puede eslabonarse con los reiterados, siempre truncos y fallidos intentos de hacer realidad esa consigna. Juan Pablo Pérez Alfonzo caracterizó ese fracaso como “la imposible siembra”, aludiendo entre otras cosas a la disposición inconsciente de recursos petroleros que desbordaban la capacidad de absorción del aparato económico nacional.


A pesar de las advertencias de Adriani, la industria petrolera continúa siendo el “sector externo” de la economía nacional, generador de una inmensa capacidad de importación y barrera infranqueable para el desarrollo de una industria y agricultura autónomas y autosostenidas.

Por todo lo anterior, la siembra del petróleo es un reto que los venezolanos tenemos pendiente.

Lamentablemente, todavía persisten, en el inconsciente nacional los sueños petroleros, alimentados por la certificación de reservas que nos auguran unos 200 ó 400 años en los primeros lugares del ranking mundial de los productores de ese material. En esas condiciones es muy tentador dejarse a la molicie del menor esfuerzo y esperar, como las ranas tontas en el agua tibia, para descubrir, cuando ya sea tarde, que el agua está hirviendo.


RF: ¿Cree que es conveniente que Pdvsa concentre tantas actividades paralelas y externas a la actividad central de la industria petrolera, actividades que van de lo educativo, productivo, alimentario? ¿Esto no convertiría a Pdvsa en un Estado paralelo?


CMP: Este es un problema de orden organizativo del Estado. Pdvsa es, desde luego, la rama operativa de la industria petrolera, encargada de la gestión del negocio. Como tal, recibe directamente los fondos que genera la exportación petrolera y, según el caso, los entrega en dólares al Banco Central de Venezuela para que éste genere los bolívares con los cuales se mueve internamente la economía nacional o a organismos como Fonden para financiar proyectos de inversión directa según prioridades establecidas por el Ejecutivo Nacional. La utilización de recursos financieros, espacios, infraestructura y capacidades gerenciales para fines distintos a los petroleros es una potestad del Ejecutivo y debe ser evaluada en cada caso, de acuerdo a su éxito o fracaso. Uno de los criterios para esta evaluación tiene que ser, precisamente, que ello no afecte la capacidad operativa de la industria en su sector medular. Pero ello no puede ser determinado a priori. Ni es un problema de creer en su conveniencia: es una vía escogida para acelerar algunos proyectos, de manera fundamental, el del abastecimiento de alimentos a la población de menores recursos, que a lo mejor no tienen el glamour de las operaciones asociadas al uso de tecnologías de punta en procesos refineros o petroquímicos, pero que constituyen prioridades absolutas en el contexto social contemporáneo. En tanto que esas son decisiones del Poder Ejecutivo, y se trata de tareas que les son asignadas para un cometido específico, ello no convierte a Pdvsa en un Estado dentro del Estado. Por el contrario, esa tendencia si existió en el último cuarto del siglo XX, cuando las iniciativas de programas y proyectos petroleros, de liquidación del Ministerio de Energía y Minas y deterioro planificado de la capacidad del Estado para percibir ingresos fiscales, eran generados en las cúpulas gerenciales petroleras y luego santificadas por el Ejecutivo en cada oportunidad.

RF: ¿Cuál cree usted que sea el papel que debe jugar la política petrolera venezolana para la concreta integración latinoamericana? ¿Cree que los pueblos deban también participar en ello? ¿En qué forma?

CMP: Los hidrocarburos, en particular el petróleo, se convirtieron, desde la segunda mitad del siglo pasado en la principal fuente energética, base de la matriz energética que rige el progreso social y económico de los países del mundo, desarrollado o en vías de desarrollo.


El agotamiento de las reservas probadas mundiales de crudo durante los últimos años, aunado al cuello de botella que presentan las relaciones producción-consumo y oferta-demanda, ha facilitado que se gire también la mirada hacia el gas como vértice importante de la matriz energética.


En este sentido, Venezuela posee una ventaja comparativa en el contexto americano y global.


El actual balance energético latinoamericano, en su estructura y funcionamiento, está dominado por las energías fósiles no renovables, y es bastante probable que por un período largo se mantenga el predominio del petróleo y del gas como fuentes básicas. De allí que Venezuela ofrece sus recursos energéticos como petróleo y gas, su principal recurso por ser un país monoproductor en hidrocarburos.


Es obvio que los hidrocarburos han jugado, en los últimos cien años, un papel primordial de geoestrategia en las relaciones internacionales del mundo contemporáneo. Por ello no es posible dejar de considerarlo a la hora de formular políticas de integración entre los pueblos de América Latina, tan urgidos, hoy por hoy, de una integración comercial regional abierta que nos coloque, unidos y homogéneos, frente a los grandes bloques comerciales y empresas mastodontes del comercio internacional globalizado. Latinoamérica, sin distinciones políticas, religiosas, geográficas ni culturales de ninguna naturaleza, tiene la imperiosa necesidad de concurrir a una integración de toda la región, y Venezuela como país donde confluyen diversas características geopolíticas de la región porque es caribeño y a la vez atlántico, andino y también amazónico, y además se encuentra a caballo entre Suramérica y el Caribe, debe unir sus esfuerzos en procura de tan predicada integración.

En esas circunstancias, en los procesos de integración económica, financiera, comercial y política latinoamericanos, Venezuela aporta, de manera determinante, iniciativas hacia la integración energética, basada en sus propios recursos y en coordinación con los demás productores de la región. Siendo nuestro país una economía petrolera de exportación, es lógico que use el petróleo como arma geoestratégica de integración regional.

RF: Ahora que somos la mayor reserva petrolera del mundo, ¿cómo ve el diseño de estrategias para superar el carácter rentista de nuestra economía?

CMP: Aquí volvemos a la segunda pregunta donde hablé de las dificultades del superar el carácter rentista de nuestra economía cuando nos enfrentamos a la tentación de seguir siendo petroleros por 400 años. Vale la pena insistir: La magnitud de esos recursos es tal que desborda nuestra capacidad de gestión e inversión autónoma a corto y mediano plazo. La tentación petrolera es un riesgo evidente para la soberanía nacional, porque es muy sencillo lograr que los grandes capitales se vuelquen sobre el país. Basta con otorgarles condiciones favorables y garantías de aprovechamiento privilegiado de nuestros recursos.


En tales condiciones, el diseño de estrategias para superar el rentismo se presenta como una ardua tarea, digna de Sísifo, donde el primer combate será contra el sentido común petrolero generalizado que nos lleva a glorificar ese primer puesto que ocupamos en el ranking y afloja nuestras defensas, al punto de considerar al nacionalismo como una discurso desfasado, indigno de la postmodernidad que nos arropa.

RF: Considerando la actual situación ecológica del mundo, ¿qué políticas podría implementar o ha implementado tanto Pdvsa como el Gobierno Bolivariano en relación al tema de la necesidad de las energías alternativas y el cuidado del medio ambiente?

CMP: En primer lugar, creo necesaria una campaña nacional de concientización sobre los riesgos de las compulsiones productivistas petroleras. Acentuar la defensa de la valorización del recurso petrolero. Dar prioridad al desarrollo de las reservas del gas natural y sustituir de manera acentuada el consumo interno de hidrocarburos líquidos. Desarrollar la investigación científica nacional para el aprovechamiento de los recursos energéticos alternativos de que dispone la nación en los campos geotérmicos, eólicos, nucleares e hidráulicos. Desarrollo de vías y medios de comunicación alternos al automóvil individual y las autopistas: ferrocarriles, tranvías, metros.

RF: ¿Qué futuro ve posible para Venezuela y cuáles recomendaciones nos da desde su vasta experiencia?

CMP: Como se sabe, Venezuela cuenta con inmensos recursos naturales y no es el caso insistir sobre ello. De lo que se trata es precisamente de encontrar la manera de liberarnos de la condena al rentismo parasitario y de construir una sociedad integralmente productiva, autosostenida, centrada en el desarrollo de su población y en la cancelación de la inmensa deuda social que hoy nos abruma con la pobreza y marginalidad de gran parte de la población.


Pero se trata de una tarea de magnitudes históricas, de largo plazo, que ameritan un programa bien meditado de políticas económicas y sociales que sea el producto de una voluntad política firme, que eluda las tentaciones facilistas y que convoque a la población venezolana a construir un país sustentado en el desarrollo de sus propias fuerzas productivas.

RF: ¿Cómo puede visualizarse la constitución de empresas mixtas para la explotación petrolera en el marco del socialismo en el siglo XXI?

CMP: Las empresas mixtas no son otra cosa que una estructura de asociación empresarial cuya utilización debe ser evaluada en el contexto del cual se trate. En tiempos de la apertura impulsada por la meritocracia petrolera de finales del siglo pasado, esas y otras asociaciones fueron utilizadas para intensificar la participación del capital trasnacional en la industria petrolera venezolana, otorgando condiciones lesivas del patrimonio nacional y que reforzaban nuestra dependencia de las más grandes corporaciones. Su utilización en el contexto contemporáneo forma parte de una política de diversificación de las fuentes de capital y tecnología extranjera que se requieren para el desarrollo de actividades complejas y con altos niveles de inversión, como evidentemente es el caso de los mejoradores para procesar los crudos extrapesados de la faja del Orinoco.

En conclusión, su utilidad o perversidad dependerá de los fines para los que sean utilizadas, tal cual como un machete puede ser destinado a usos agrícolas o criminales.

RF: ¿Es consonante la explotación de la faja petrolífera del Orinoco con la tesis de socialismo en el siglo XXI?


CMP: Al igual que en la pregunta anterior, los recursos pueden ser utilizados para fines antagónicos. En este caso se trata, precisamente, de la orientación que se le quiera impartir a una actividad económica que puede servir para apuntalar la construcción de una Venezuela más justa y humana, soberana y dueña de su destino o, por el contrario, para convertirnos en apéndice del gran capital trasnacional.


Los 21 países que aparecen involucrados en los proyectos actuales de la faja contrastan con las corporaciones casi exclusivamente anglonorteamericanas que participaban en los proyectos de la meritocracia aperturista.

RF: ¿Qué opinión le merece la política emprendida por la Nueva Pdvsa relativa a salir de los activos refinadores en el exterior? (Caso Ruhr Oel en Alemania y Citgo en Estados Unidos).

CMP: Desde 1994 he venido denunciando públicamente el fiasco que ha sido el programa de compras de refinerías obsoletas y dilapidadas que inició la meritocracia petrolera en 1989. Esas refinerías constituyen un lastre que venimos arrastrando desde entonces y, aun cuando ha existido la voluntad política de salir de tan pésimo negocio, ello no ha sido posible completamente, porque nadie quiere asumir los costos que Venezuela asume para mantener esas instalaciones.


Cito a continuación un texto escrito precisamente en 1994 sobre el programa de adquisición de refinerías en el exterior, o “internacionalización”, como fue bautizada:

Eso fue así en 1994 y fue empeorando con los años.
“Desde un principio se presenta como una estrategia competitiva, de aseguramiento de mercados para los crudos venezolanos, como una alternativa ante un posible deseado y buscado colapso de la OPEP. Una estrategia de cara al cliente desarrollado, que libere a una empresa, que se siente del primer mundo, de las ataduras tercermundistas que aquella organización encarna. Igualmente, y como se asoma en el lineamiento
transcrito, se planteó que el poseer refinerías en el exterior permitía la adaptación de las mismas, vía conversión profunda, al procesamiento de los crudos cada vez más pesados que constituyen las reservas remanentes del país. De hecho, se afirmó que ese era uno de los compromisos que sustentaban el convenio con la Veba Oel. Hoy sin embargo se sabe que nada se  ha hecho en este sentido, pues no ha variado la gravedad API de la dieta de tales refinerías y, lo que es peor, que nada se hará, porque el socio extranjero considera inviables tales emprendimientos en unas condiciones de plétora de crudos livianos en el mercado."
(El poder petrolero y la economía venezolana. CMP, 1994)
Todavía hoy, las compras de crudo y productos no venezolanos en el exterior constituyen el rubro mayoritario de los costos operacionales totales de Pdvsa, siendo así un desangramiento neto de los ingresos que debería generar la industria si no tuviera esa rémora.


FLAMA Liberación y Petróleo - Abril - Junio 2011









“Es obvio que los hidrocarburos han jugado, en los últimos cien años, un papel primordial de geoestrategia en las relaciones internacionales del mundo contemporáneo. Por ello no es posible dejar de considerarlo a la hora de formular políticas de integración entre los pueblos de América Latina, tan urgidos, hoy por hoy, de una integración comercial regional abierta que nos coloque, unidos y homogéneos, frente a los grandes bloques comerciales y empresas mastodontes del comercio internacional globalizado.”


Latinoamérica, sin distinciones políticas, religiosas, geográficas ni culturales de ninguna naturaleza, tiene la imperiosa necesidad de concurrir a una integración de toda la región, y Venezuela como país donde confluyen diversas características geopolíticas de la región porque es caribeño y a la vez atlántico, andino y también amazónico, y además se encuentra a caballo entre Suramérica y el Caribe.


Entrevista concedida à Revista FLAMA - Liberación y Petróleo, número de abril/junho de 2011







Carlos Mendonça Pottellá

Traducción al portugués de Flavio Benedito


REVISTA FLAMA: Como o Sr. crê que o petróleo ou a exploração petroleira tem influído na cultura venezuelana, e que efeitos ou danos o Sr. acredita que tenham sido provocados no imaginário coletivo do país pela concepção e importância de uma cultura rentista petroleira?


CMP: Esta pergunta se refere ao mundo e seus arredores... O petróleo tem sido tudo na vida dos venezuelanos do século XX, e corre-se o risco de continuar sendo a mesma coisa neste século XXI.

A resposta a sua pergunta está em uma densa bibliografia que se inicia com Labor venezolanista, de Alberto Adriani, e que tem momentos importantes em outras obras como La cultura del petróleo, de Rodolfo Quintero, e Hundiéndonos en el excremento del Diablo, de Juan Pablo Pérez Alfonzo, bem como toda a obra de Salvador de la Plaza, apenas para citar alguns autores mais conhecidos. Pretender dar resposta a esta pergunta em poucas linhas seria realmente um atrevimento irresponsável. Contudo, ela nos dá a oportunidade de alertar sobre a necessidade de resgatar todo nosso acervo nessa matéria ─ posto de lado, aliás, precisamente pelos desígnios das metrópoles capitalistas e das grandes empresas transnacionais no quadro geral definido pelo assim chamado Consenso de Washington, que foi recebido e aplicado com genuflexa complacência pelas elites governantes da Venezuela neste último quartel de século. Aproveito, por isso, para fazer algumas observações.

É já um lugar-comum afirmar que a disponibilidade de uma renda, isto é, de uma receita não gerada pelas forças produtivas internas, mas surgida da existência, em nosso subsolo, de um produto escasso em nível mundial (conquanto absolutamente necessário para alimentar as economias do planeta) tem provocado os efeitos perniciosos que se associam ao conceito de cultura rentista. Não obstante, o uso abusivo do qualificativo rentista presta-se aos partidários do expansionismo petroleiro para que, em associação subordinada com o capital petroleiro transnacional, desacreditem a luta venezuelana por assegurar uma retribuição justa à venda de um patrimônio nacional e privilegiem uma suposta "mentalidade produtiva" que, paradoxalmente, consiste em "semear o petróleo no petróleo" e fazer-nos cada dia mais petroleiros, postergando sine die os sonhos de um desenvolvimento integral, autônomo e autossustentado, centrado nos esforços produtivos da população venezuelana nos setores agropecuários e industriais internos. Não duvido de que existam venezuelanos que considerem o caminho mais conveniente para o país o de insistir em nossa "vantagem comparativa", e que seria ótimo um destino como o de Porto Rico para acabar com a pobreza e o subdesenvolvimento.

Por isso mesmo, é necessário colocar a discussão sobre o rentismo em um contexto integral, no qual sejam julgados os valores de independência, soberania e nacionalismo, juntamente com os objetivos de desenvolvimento humano e justiça social.


RF: Por que a Venezuela, apesar dos imensos recursos petrolíferos que sempre possuiu, é incapaz de dar um salto na questão da independência econômica, no desenvolvimento e na autonomia tecnológica?


CMP: Durante mais de um século, o petróleo vem constituindo o coração do "setor externo da economia venezuelana". Com isso, fazemos referência, por um lado, à circunstância de que a indústria petroleira implantou-se em nosso país sob o impulso e o férreo controle do grande capital petroleiro anglo-norte-americano; e, por outro lado, ao seu caráter de enclave, de feitoria colonial, geradora de imensos recursos provenientes da exportação de quase toda sua produção, sem conexões estruturais com o resto dos setores econômicos do país. As consequências negativas dessas condições têm sido motivo de intensa discussão e estudo desde a segunda década do século XX, quando nosso primeiro economista, Alberto Adriani, caracterizou-as e definiu a necessidade de utilizar os recursos advindos das exportações petroleiras no desenvolvimento dos setores produtivos internos ─ fundamentalmente, a agricultura e a indústria, elementos constituintes, para ele, do núcleo do que deveria ser uma economia geradora permanente de riquezas, em oposição ao caráter provisório de toda economia mineira e, em particular, da economia petroleira. Isso logo se converteu no conhecido lema de "semear o petróleo".


A história venezuelana do século passado está encadeada aos reiterados mas sempre incompletos e falhos intentos de tornar realidade esse lema. Juan Pablo Pérez Alfonso caracterizou esse fracasso como "o semear impossível", aludindo entre outras coisas à disposição inconsequente dos recursos petroleiros que extravasavam a capacidade de absorção do aparato econômico nacional. Apesar das advertências de Adriani, a indústria petroleira continua sendo o "setor externo" da economia nacional, geradora de uma imensa capacidade de importação e, ao mesmo tempo, uma barreira intransponível para o desenvolvimento de uma indústria e uma agricultura autônomas e autossustentadas. Por tudo isso, "semear" o petróleo constitui um desafio que os venezuelanos ainda mantemos não resolvido.

Lamentavelmente, ainda persistem no inconsciente nacional os sonhos do petróleo, alimentados pela confirmação de reservas que nos auguram uns 200 ou 400 anos entre os primeiros lugares no ranking mundial dos produtores do óleo. Nessas condições, é muito tentador entregar-se à preguiça do menor esforço e esperar, como as rãs tolas na água morna, para descobrir já tarde demais que a água está fervendo.

RF: O Sr. acha conveniente que a estatal petroleira PDVSA se concentre em tantas atividades paralelas e externas à atividade central de indústria petroleira, atividades ligadas, por exemplo, ao setor educativo, produtivo e alimentício? Isso não poderia converter a PDVSA em um Estado paralelo?

CMP: Este é um problema de natureza organizativa do Estado. PDVSA é, antes de tudo, o ramo operativo da indústria petroleira, encarregada da administração do negócio. Como tal, recebe diretamente os fundos que a exportação de petróleo gera e, segundo o caso, os entrega em dólares ao Banco Central da Venezuela para que este crie os bolívares com os quais se move internamente a economia nacional, ou então os organismos, como o Fonden (Fundo de Desenvolvimento Nacional), para financiar projetos de investimento direto segundo as prioridades estabelecidas pelo Executivo Nacional. A utilização de recursos financeiros, espaços, infraestrutura e capacidades gerenciais para fins diversos dos da produção de petróleo é algo que se faculta ao Executivo e deve ser avaliada em cada caso, de acordo com seu êxito ou fracasso. Um dos critérios para essa avaliação deve ser, precisamente, o de que isso não afete a capacidade operativa da indústria em seu setor medular. Mas, isso não pode ser determinado a priori. Nem é o problema de se crer em sua conveniência: trata-se de um caminho escolhido para acelerar alguns projetos ─ de maneira fundamental, o de abastecimento de alimentos à população de menores recursos ─ que porventura não tenham o glamour das operações associadas ao uso de tecnologias de ponta nos processos de refinação ou de petroquímica, mas que constituem prioridades absolutas no contexto social contemporâneo. Uma vez que são decisões do Poder Executivo e se trata de tarefas que lhe são conferidas por uma comissão específica, isso não converte a PDVSA em um Estado dentro do Estado. Ao contrário: essa tendência existiu, de fato, no último quartel do século XX, quando as iniciativas de programas e projetos petroleiros para a liquidação do Ministério de Energia e Minas e a deterioração planejada da capacidade do Estado de perceber receitas fiscais foram engendradas pelas cúpulas de gerentes da empresa petroleira e, em seguida, consagradas pelo Executivo em cada oportunidade. RF: Em sua opinião, qual o papel que a política petroleira venezuelana deve desempenhar tendo em vista uma concreta integração da América Latina? Os povos de cada país devem participar dela? De que forma? CMP: Os hidrocarbonetos, em particular o petróleo, converteram-se, desde a segunda metade do século XX, na principal fonte energética ─ na verdade, base da matriz energética que rege o progresso social e econômico dos países do mundo, quer desenvolvidos quer em vias de desenvolvimento. O esgotamento das reservas mundiais comprovadas de petróleo, durante os últimos anos, somado ao afunilamento que representam as relações produção-consumo e oferta-demanda, leva-nos a voltar nosso interesse para o gás como um vértice importante da matriz energética. Neste sentido, a Venezuela possui uma vantagem comparativa tanto no contexto americano como no global. O atual balanço energético latino-americano, em sua estrutura e funcionamento, está dominado pelas energias fósseis não renováveis, e é bastante provável que, por um longo período, mantenha-se o predomínio do petróleo e do gás como fontes básicas. Daí o papel da Venezuela, que oferece seus recursos energéticos (petróleo e gás), por ser um país monoprodutor de hidrocarbonetos. É óbvio que os hidrocarbonetos têm tido, nos últimos cem anos, um papel primordial de geoestratégia nas relações internacionais do mundo contemporâneo. Por isso, não é possível deixar de levá-lo em conta na hora de formular políticas de integração entre os povos da América Latina, tão necessitados agora de uma integração comercial regional aberta que nos coloque, unidos e homogêneos, diante dos grandes blocos comerciais e empresas mastodontes do comércio internacional globalizado. A América Latina, sem distinções políticas, religiosas, geográficas ou culturais de qualquer espécie, tem a imperiosa necessidade de fomentar uma integração de toda a região ─ e a Venezuela, enquanto país no qual confluem diversas características geopolíticas da região (pois é, ao mesmo tempo, caribenho e atlântico, como andino e amazônico), bem como por se encontrar entre a América do Sul e o Caribe, precisa unir seus esforços em prol dessa tão apregoada integração. Nessas circunstâncias, a Venezuela pode contribuir, de modo determinante nos processos de integração econômica, financeira, comercial e política latino-americana, para uma integração energética baseada em seus próprios recursos e em coordenação com os outros países produtores da região. Por ser o nosso país uma economia petroleira exportadora, é natural que use o petróleo como uma arma geoestratégica de integração regional.





RF: Agora que possuímos as maiores reservas de petróleo do mundo, como o Sr. vê o plano de estratégias para superar o caráter rentista da economia venezuelana?


CMP: Aqui voltamos à segunda resposta, na qual tratei das dificuldades de superar o caráter rentista de nossa economia quando o país tem diante de si a tentação de continuar sendo petroleiro por mais 400 anos. Vale a pena insistir: a magnitude desses recursos é tal que extravasa nossa capacidade de gestão e de investimento autônomo a curto e médio prazo. A tentação petroleira é um risco evidente para a soberania nacional, pois é muito simples conseguir que os grandes capitais sejam derramados no país. Basta conceder-lhes condições favoráveis e garantias de aproveitamento privilegiado de nossos recursos. Em tais condições, definir estratégias para superar o rentismo apresenta-se como uma árdua tarefa, digna de Sísifo, cujo primeiro embate será contra o senso comum petroleiro, que nos leva a glorificar esse primeiro lugar que ocupamos no ranking, e afrouxa nossas defesas a ponto de considerar o nacionalismo como um discurso atrasado, indigno da pós-modernidade que nos envolve.

RF: Considerando a atual situação ecológica do mundo, quais políticas poderia a PDVSA ou o governo bolivariano implementar no que se refere à necessidade das energias alternativas e ao cuidado com o meio ambiente?

CMP: Em primeiro lugar, creio que é necessário promover uma campanha nacional de conscientização sobre os riscos das compulsões produtivistas petroleiras. Em seguida, acentuar a defesa da valorização do recurso petrolífero; dar prioridade ao desenvolvimento das reservas de gás natural e substituir, de modo acentuado, o consumo interno de hidrocarbonetos líquidos; desenvolver a pesquisa científica nacional para o aproveitamento dos recursos energéticos alternativos de que a nação dispõe nos campos geotérmicos, eólicos, nucleares e hidráulicos; e desenvolver vias e meios de transporte alternativos ao automóvel individual e às rodovias: trens, metrôs, trólebus. RF: Que futuro o Sr. prevê para a Venezuela e quais recomendações nos faria a partir de sua vasta experiência? CMP: Como sabemos, a Venezuela conta com imensos recursos naturais, e não é preciso insistir nisso. O que importa, sobretudo, é encontrar a maneira de nos livrarmos dessa condenação ao rentismo parasitário e construir uma sociedade integralmente produtiva, autossustentada e centrada no desenvolvimento de sua população; e, igualmente, saldar a imensa dívida social que hoje nos aflige com a pobreza e a marginalidade de uma tão grande parcela da sociedade. Porém, trata-se de uma tarefa de magnitudes históricas, de longo prazo, que exige um programa bem pensado de políticas econômicas e sociais definidas como produto de uma vontade política firme, que fuja às tentações facilistas e que convoque a população venezuelana a construir um país sustentado no desenvolvimento de suas próprias forças produtivas. RF: Como se pode pensar a constituição de empresas mistas para a exploração petroleira no quadro do socialismo neste século XXI? CMP: As empresas mistas não são outra coisa que uma estrutura de associação empresarial cuja utilização deve ser avaliada no seu contexto específico. Nos tempos da abertura petroleira, empreendida pela meritocracia de fins do século passado, essas e outras associações foram empregadas para ampliar a participação do capital transnacional na indústria petroleira venezuelana, outorgando condições lesivas ao patrimônio nacional e reforçando nossa dependência em relação às maiores corporações. Sua utilização no contexto atual faz parte de uma política de diversificação das fontes de capital e de tecnologia estrangeira necessárias ao desenvolvimento de atividades complexas e com altos níveis de investimento, como é evidentemente o caso das melhorias para processamento dos óleos crus extrapesados da Faixa do Orinoco. Em conclusão, o caráter útil ou perverso das empresas mistas dependerá dos fins para os quais elas serão empregadas ─ tal como um machado pode ser empregado para fins agrícolas ou fins criminosos.


RF: A exploração da Faixa do Orinoco é concordante com a tese do socialismo no século XXI?


CMP: Do mesmo modo que na resposta anterior, digo que os recursos podem ser utilizados para fins opostos. Neste caso, trata-se precisamente da orientação que se queira dar a uma atividade econômica que possa servir de alicerce à construção de uma Venezuela mais justa e humana, soberana e senhora de seu destino, ou então transformar-nos em simples apêndice do grande capital transnacional. Os 21 países que aparecem envolvidos nos projetos atuais da Faixa do Orinoco contrastam com as corporações quase exclusivamente anglo-norte-americanas que participavam dos projetos da meritocracia defensora da abertura petroleira.


RF: Qual sua opinião sobre a política posta em prática pela Nova PDVSA relativamente a sair dos ativos refinadores no exterior (como nos casos da Ruhr Oel, na Alemanha, e Citgo, nos Estados Unidos)?


CMP: Desde 1994, eu venho denunciando publicamente o fiasco que tem sido o programa de compras de refinarias obsoletas e dilapidadas adotado pela meritocracia petroleira em 1989. Essas refinarias constituem um peso morto que vamos arrastando desde então, e mesmo quando há vontade política de abandonar um negócio tão ruim, isto não tem sido possível completamente, porque ninguém quer assumir os custos que o país suporta para manter essas instalações. Cito em seguida um texto escrito justamente em 1994, sobre o programa de aquisição de refinarias no exterior ─ a "internacionalização", como foi chamada:

"Desde o início, [a "internacionalização"] apresenta-se como uma estratégia competitiva, para assegurar mercados aos óleos crus venezuelanos, como uma alternativa diante de um possível e pretendido colapso da OPEP. Uma estratégia voltada para o cliente desenvolvido, que liberte uma empresa ─ que se sente de Primeiro Mundo ─ das amarras terceiro-mundistas que aquela organização encarna. Igualmente, e como se evidencia no delineamento transcrito, propôs-se que possuir refinarias no exterior permitiria a adaptação delas ─ por via de conversão profunda ─ ao processamento dos óleos crus cada vez mais pesados que constituem as reservas remanescentes do país. De fato, afirmou-se que esse era um dos compromissos que sustentavam o convênio com a Veba Oel. Hoje, contudo, sabe-se que nada foi feito nesse sentido, pois não houve variação da gravidade API da dieta de tais refinarias e, o que é pior, nada será feito, porque o sócio estrangeiro considera inviáveis tais empreendimentos em condições de superabundância de óleos crus leves no mercado". (El poder petrolero y la economía venezolana. CMP, 1994)


Ainda hoje, as compras de óleo cru e produtos não venezuelanos no exterior constituem o item majoritário dos custos operacionais totais da PDVSA, representando assim uma hemorragia nas receitas que a indústria deveria gerar se não houvesse esse empecilho.