viernes, 15 de enero de 2010

DOCUMENTOS DEL BLOG FUNDAPATRIA - Comunicado Petrolero Nº 6

LA INSOSTENIBLE REALIDAD PETROLERA-FISCAL

1) El déficit presupuestario nacional



De acuerdo a Ley de Presupuesto , en su versión original del 30 de noviembre de 1997, Venezuela exportaría 3.325.000 mil b/d de crudo y productos, en 1998 los cuales, a un precio promedio proyectado de 15,5 dólares por barril, producirían un ingreso de 18.811 millones de dólares.



Al sumar ese volumen exportado a los 400 mil b/d de consumo interno, la producción total alcanzaría, según dicho Presupuesto, a 3.700.000 b/d.



La estimación de un precio promedio de 15,5 dólares el barril para la cesta venezolana de crudos y productos resulta una equivocación inaceptable, tratándose de una empresa de la magnitud de PDVSA, cuyos dirigentes debían estar, para finales de 1997, al tanto de la grave situación en Asia, del incremento de la producción en países no-OPEP, de la enorme acumulación de inventarios de crudos y de las proyecciones de un clima benigno durante todo el invierno boreal. Más que una equivocación, ello representa la voluntad de engañar al gobierno y al país, que ya para el pasado mes de noviembre confrontaba un déficit fiscal inmenso. Esa voluntad de engaño es de la misma naturaleza que el saboteo inaudito y sin precedentes en su magnitud de la cuota OPEP.



De manera que no solamente engañó al Gobierno, sino también al Congreso Nacional, que aprobó el proyecto de presupuesto con proyecciones equivocadas y, en consecuencia, a la opinión pública. Pero además, con ese presupuesto falso se crearon las bases del desastre fiscal y financiero-petrolero actual, que ha sembrado la desconfianza en Venezuela y el mundo. Y curiosamente se ha premiado a los directivos de PDVSA, reeligiéndolos por un nuevo período.



2) Las violaciones de las cuotas de la OPEP



La previsión presupuestaria significaba la oficialización de la trampa a la OPEP, la cínica planificación de una nueva violación, del orden de 1.140.000 b/d durante 1998, de una cuota que se estaba conviniendo, por consenso, en esos mismos días, en Jakarta, Indonesia, de 2.580.000 b/d. Una nueva violación que superaba en 80.000 b/d a la de 1.060.000 b/d en 1997 y en 400.000 b/d a la de 740.000 b/d en 1996.



Los venezolanos deben saber que a principios de esta década, otros países de la OPEP



-notablemente Kuwait y Los Emiratos Arabes Unidos- violaron las cuotas convenidas. Deben saber también que la violación regular de las cuotas por estos países, que osciló entre los 300.000 y 360.000 b/d cada uno, fue pequeña, comparada con las enormes violaciones mencionadas de PDVSA en los tres últimos años. Venezuela, en general, cumplió con sus cuotas hasta la presente década, entre otras cosas porque no tenía la capacidad de producción ni siquiera para alcanzar los niveles que le autorizaba la OPEP, lo cual se debía a la desinversión de las concesionarias hasta 1976. Sería conveniente que, además de preguntar a los candidatos si van a respetar los acuerdos petroleros ilegales suscritos dentro de la Apertura Petrolera con los consorcios internacionales, se les pregunte también si van a respetar los acuerdos legales suscritos por Venezuela en la OPEP.



3) Acelerando la caída de los precios



A los anteriores factores debilitantes de los precios mencionados, incluyendo naturalmente la enorme sobreproducción de PDVSA durante los últimos años, se añaden los constantes anuncios de que la inundación petrolera continuará, pues forma parte del conocido ”Plan de Negocios” de PDVSA, que prevee una producción de 6,5 MM de barriles para el año 2000.



4) La necesidad urgente de corregir el rumbo



Ante la muy grave situación fiscal actual y la que se presenta al próximo gobierno, se requiere tomar ya medidas correctivas de emergencia, encaminadas a lograr el aumento de los precios petroleros y, en consecuencia, de los ingresos fiscales. Para ello, no es posible continuar con la quimera de acuerdos de reducción petrolera de países OPEP y No-OPEP. No existe ninguna organización de Países No-OPEP, sino un grupo de naciones productoras dispersas y con intereses muy diferentes. En cambio, existe una Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP),sobre la cual debe volcarse la acción de nuestro gobierno, en procura de un acuerdo de una intensa reducción de la producción petrolera de la Organización, que sea respetada escrupulosamente, lo cual es la única vía para una rápida recuperación de los precios. Las recientes declaraciones de 5 países miembros de la OPEP, que provocaron una momentánea alza de los precios, indican claramente que ello es posible.



Esa recuperación de los precios la necesita urgentemente Venezuela y nuestra empobrecida población y, más aún, si se tiene en cuenta el inminente cambio de gobierno, el cual deberá contar con un mínimo de independencia y capacidad de maniobra.



5) El déficit de los ingresos petroleros y fiscales



No estamos haciendo alardes catastróficos. La situación es realmente crítica. El aporte fiscal petrolero previsto en la citada Ley de Presupuesto 1998, aprobada el 30 de noviembre de 1997, era de 4 billones 240 mil millones de bolívares, inferior en más de un billón de bolívares al aporte fiscal petrolero de 1997. Ahora, con la caída de los precios en el primer trimestre, voceros oficiales, a pesar de su optimismo declarativo, señalan que ese aporte caerá, adicionalmente en una cifra superior al billón doscientos mil millones de bolívares. De tal manera que el aporte fiscal petrolero para 1998, ajustado a los niveles actuales de los precios será inferior, en 2 billones trescientos mil millones de bolívares al aporte de 1997, y podría ser aún mayor, si los precios continúan su descenso. Esta situación, aún sin tomar en cuenta el crecimiento simplemente vegetativo de las partidas presupuestarias, aumentará el inmenso hueco fiscal, que ahora pretende ser llenado estableciendo incrementos en las cargas impositivas que ya pesan gravemente sobre el pueblo venezolano. En vez de ir a las causas reales de la crisis, se acude a los paños calientes. En vez de destituir a los dirigentes petroleros culpables, se les premia y se les da un voto de confianza. En cualquier país serio, el Ministro Arrieta, su Viceministro, Giusti y la cúpula directiva de PDVSA, estarían destituidos desde antes del 23 de marzo. Aquí en Venezuela, siguen pontificando, siguen planteando ilusorias recuperaciones de los precios en donde todos ven inestabilidad y tendencias a la baja, soñando con que se producirían alzas milagrosas, sin necesidad de hacer ningún sacrificio. Por todo eso, los venezolanos debemos exigir que otros hombres, conscientes de las potencialidades con las cuales dotó la naturaleza a éste país, pero también de sus límites y de nuestros derechos soberanos sobre esas riquezas, se aboquen a la tarea de administrar ese portentoso tesoro, comenzando por una acción inmediata ante el instrumento -la OPEP- que un ilustre venezolano, con visión de futuro, creó oportunamente.



Mientras eso no suceda, el país continuará sometido a las patéticas ”equivocaciones” y apreciaciones erróneas de la realidad de nuestros dirigentes petroleros, quienes amenazan con seguir hundiéndonos en el caos.



Esto queda confirmado de manera contundente en las declaraciones del Ing. Luis Giusti sobre un supuesto ”Mercado en Recuperación” (El Nacional, 16 de mayo de 1998, pág. E-1) donde menciona, entre otros, el siguiente ”factor de recuperación”:



”Aumento de la demanda en el sureste asíatico. Antes de lo previsto, los países de Asia-Pacífico están incrementando en unos 200.000 barriles diarios sus compras”. Con esta afirmación, simplemente hace caso omiso de las inquietantes informaciones que diariamente reproducen todos los medios de comunicación universales sobre la situación en el sureste de Asia. Ella sólo puede explicarse por una deliberada voluntad de adulterar la realidad. Por ejemplo, la última edición de la revista Business Week, del 11 de mayo de 1998 aparece el siguiente titular: ”Están empeorando las cosas en Asia. Mientras las malas noticias vuelan, la vuelta a la normalidad parece alejarse”. Y las malas noticias reseñadas por Business Week no se refieren solamente a las trágicas protestas contra Suharto en Indonesia, sino que citan con alarma la disminución del ritmo de crecimiento en China y las caídas adicionales, durante el mes de abril y después de seis meses de calma, de las bolsas de Corea (27,3%), Singapur (16,5%), Japón (10,8%), Hong Kong (7,5%) e Indonesia (6,2%). Según la revista, la economía del Japón se encuentra oficialmente en recesión, al registrar un segundo trimestre seguido de contracción económica y crecimiento de la tasa de desempleo, constituyéndose, por lejos, en la mayor amenaza para la economía global.



Apuntamos, así mismo, que el mismo día de la declaración de Giusti, todas las cotizaciones de precios efectivos a esa fecha y futuros para junio, julio y agosto de los principales crudos marcadores y productos (WTI, Brent, crudo liviano dulce, gasolina sin plomo, combustible de calefacción y gas natural) cerraron a la baja, en algunos casos, por debajo de 4% respecto a las cotizaciones anteriores (Oil Word, CNNfn Commodities). Ratificando esas tendencias, Bloomberg Energy informó el domingo 17 de mayo, que las cotizaciones del crudo cayeron, para esa fecha, en 4%, ”su mayor pérdida en dos meses”.



Después de dos meses del ineficaz recorte de producción aprobado por Riad, y ante las perspectivas descritas, es realmente infantil pretender, como lo hace Giusti, que ahora si veremos los efectos de aquel recorte.



En la entrevista citada, Giusti se ufana del tremendo éxito de la colocación de bonos hasta por 1.800 millones de dólares ( habiendo recibido ofertas por un monto mayor) en cinco tramos de 4,88; 7,13; 9,88; 17,38 y 29,63 años. FUNDAPATRIA está haciendo una investigación que dará a conocer en breve, pues esta operación, -situada en Gran Caimán, donde se realizan toda clase de transacciones financieras internacionales- y fruto de una compleja ingeniería legal, parece constituir una nueva violación de nuestra soberanía y nuestras leyes, a traves de una entrega virtual de garantías en factura petrolera a los bancos internacionales. Es de recordar que en 1986, cuando el país confrontaba una circunstancia petrolera crítica, similar al actual, el Presidente Lusinchi y el Directorio de PDVSA, presidido entonces por Juan Chacín, se negaron a suscribir préstamos por 1.200 millones de dólares que les ofrecían banqueros internacionales con garantía de la factura petrolera, como parece que se está haciendo hoy. Esa negativa del gobierno se debió al temor de que nuestro país se hiciera, de esta forma, más vulnerable frente a la banca extranjera.



Debemos estar conscientes de que, debido a la crítica situación de nuestras finanzas públicas, el próximo gobierno se verá compelido a contraer grandes nuevos préstamos, con el agravante que, de confirmarse nuestras sospechas, el precedente de una garantía de la factura petrolera puede inducir a los prestamistas a exigir garantías similares.



Ocurre el hecho insólito de que PDVSA viene disminuyendo sus aportes al Estado a través de reducciones fiscales y otros medios, hasta el extremo de que éstos representan hoy de un 50% de lo que pagaban las concesionarias extranjeras (las cuales como sabemos recurrían a diversos expedientes, como los costos inflados, para reducir sus cargas fiscales). Ello habría determinado la acumulación de Utilidades No Distribuidas en los balances de PDVSA, lo cual preparaba bien la cena para los consorcios que pugnan por adquirirla. Pero, ante la presión del creciente hueco fiscal, el Estado venezolano ahora necesita con urgencia recursos, y esto parece ser la razón principal de la “exitosísima” colocación de PDV Finance: hacerse de liquidez para traspasarla al Estado. Parecería entonces que no fue gratis la ratificación de Giusti.














DOCUMENTOS DEL BLOG FUNDAPATRIA - Comunicado Petrolero Nº 5 18/4/98

EL “HISTORICO” CONVENIO PETROLERO


1º El pasado 23 de marzo los máximos dirigentes de la política petrolera venezolana -Giusti y Arrieta- acompañados por sus asesores y máximos promotores de la privatización petrolera -Quirós Corradi y Calderón Berti- se sintieron compelidos a viajar a Arabia Saudita y negociar lo que llamaron un “Convenio Histórico entre países OPEP y no-OPEP”, a fin de intentar detener la violenta caída de los precios, que es consecuencia, primordialmente, de la POLITICA EXPANSIVA DE PDVSA Y DE SU CONSTANTE Y CRECIENTE VIOLACIÓN DE LA CUOTA CONSENSUALMENTE ACEPTADA POR VENEZUELA EN EL SENO DE LA OPEP. Este “Acuerdo Trascendental”, realizado fuera de la “anacrónica OPEP” (Erwin Arrieta, El Universal, 22.3.98), fue anunciado por Giusti y Arrieta con bombos y platillos, como el gran triunfo de la diplomacia petrolera venezolana.


2º En nuestro anterior Comunicado Petrolero del 28.3.98, publicado cuatro días después de conocerse ese “extraordinario acuerdo OPEP/no-OPEP”, Fundapatria señaló, con citas textuales, la GRAN CONTRADICCION existente entre todas las declaraciones de estos dirigentes petroleros hasta el 22 de marzo, y el acuerdo de restricción de la producción suscrito en Riad el 23 de mismo mes. Y que aunque pretendieran ocultarlo, el acuerdo le DABA NUEVA VIGENCIA AL SISTEMA DE CUOTAS DE LA OPEP, pues CONSTITUYE UNA REDUCCIÓN DE LA PRODUCCIÓN. La sola mención de un ACUERDO ENTRE EXPORTADORES reivindicaba la razón de ser de una organización como la OPEP, la cual, por cierto, fue la que ASUMIO EL 90% de las reducciones de ese “trascendental convenio” . Mentían pues los voceros oficiales cuando afirmaban que la OPEP no podía hacer nada, en vista de que los precios los determina “el mercado”, entendiendo por tal, sólo a los compradores y desconociendo lo que los analistas internacionales señalaron antes y después del acuerdo del 23 de marzo: la OPEP es la ÚNICA ORGANIZACIÓN DEL MERCADO a través de la cual los exportadores pueden concertar sus fuerzas y producir REALES MODIFICACIONES en las tendencias prevalecientes en un momento dado. (OIL-gasoline.com. Publicación On-Line, 22.3.98). Esta es una realidad, aunque a los dirigentes petroleros venezolanos no les guste.


3º ¿Qué ha ocurrido a partir de la fecha de conocerse el acuerdo? En los tres días subsiguientes (24.3.98/27.3.98) los precios de la cesta venezolana subieron de 12,22 a 13,32 dólares por barril: ¡un gran triunfo de la diplomacia petrolera venezolana! Pero a partir de entonces y hasta la fecha, los comenzaron a descender, tocando ln nivel de $ 11,60 y situándose en $ 12,50 por barril el pasado 16 de abril.


4º Repetimos que es un engaño más calificar el acuerdo como de “OPEP y de países no-OPEP”, pues la rebaja de México, es cuando menos inocua o simbólica (sólo 100.000 b/d dentro de un exceso de producción en el mercado de más de 2 millones b/d, exceso al cual Venezuela está aportando con sus violaciones más del 50% ), aparte de que existen posibilidades de que esa reducción mexicana sea simplemente producto de manipulaciones comerciales o contables, como ya señaló Fundapatria en su Comunicado nº 4. Ello, a pesar de las manifestaciones de colaboración intensa de los mandatarios de México y Venezuela (Acuerdo Bilateral de Cooperación Energética, de carácter “muy general”, como tuvieron la sinceridad de calificarlo) y de la declaración de la Cancillera mexicana Rosario Green, quien también calificó de “histórico” el acuerdo (Diario Abril del 14.4.98). En lo que respecta a Noruega, que es el único otro país importante exportador no-OPEP que se sumó al acuerdo (también por sólo 100.000 b/d), lo hizo aprovechando una política que había adoptado ese país varias semanas antes del acuerdo, como informa la publicación electrónica “Oil On Line” del 13.3.98, según la cual el gobierno noruego había anunciado la postergación de 12 proyectos de desarrollo de nuevos campos en el Mar del Norte por un año, como un paso para enfriar su recalentada economía. Es decir, que el recorte de producción de 100.000 barriles diarios llegó justo a tiempo cuando aplicaba una política macroeconómica que requería la disminución de la producción, por razones internas. En resumen pues, que HA SIDO LA OPEP, NUEVAMENTE, LA QUE HA ASUMIDO LA CARGA DEL RECORTE, PARA DETENER LA CAÍDA DE LOS PRECIOS. Pero, como se quiso dar un matiz ANTI-OPEP al acuerdo, y éste no fue suficiente para lograr una recuperación de los precios, tal iniciativa de la “diplomacia petrolera venezolana” ha resultado un fracaso. En efecto, la ya señalada evolución de los precios muestra que el recorte de producción acordado fue insuficiente, entre otras cosas porque se hizo, como lo sugieren las declaraciones de Giusti y Arrieta, para consagrar la anterior violación de las cuotas; y, por otra parte, porque buscaba que no se mencionara la palabra “cuota de producción petrolera”. Y nuevamente quisieron engañar al país presentando el acuerdo como un “triunfo”. Pero los hechos son tercos.


5º Y ahora, ante la evidencia del fracaso de sus políticas, cuando comienzan a sacarse las cuentas del déficit de ingresos petroleros y los graves problemas presupuestarios que ello generará como consecuencia de la caída de los precios (más de 2 billones de bolívares, según declaración televisada del Ministro Petkoff; o sea un 25% del Presupuesto Nacional), nuestros dirigentes petroleros, CULPABLES ANTE EL PAÍS DEL GRAN DAÑO que le ocasiona esas pérdidas billonarias, están tratando de seguir manipulando a la opinión pública, echando las culpas sobre otros. Así, de manera insólita, comienzan a filtrar informaciones, basadas en “fuentes oficiales”, según las cuales Arabia Saudita estaría ofreciendo descuentos adicionales en el mercado nortemericano; “descubren” ahora que la crisis del Japón es muy profunda; que los inventarios están repletos y que a pesar del inicio de la temporada de la gasolina, el mercado sigue sobresaturado y los precios de ese combustible alcanzarán niveles sumamente bajos; mencionan nuevamente el clima benigno del invierno pasado y a los especuladores (con lo cual atacan a su admirado “mercado” y olvidan que la especulación se lleva a cabo con precios hacia arriba o hacia abajo); etc.


6º En una declaración que constituye una intromisión inaceptable en los asuntos internos de Venezuela, la firma norteamericana Merril Lynch, uno de los bancos de inversión más grandes del mundo y ligada a casi todas las grandes operaciones de privatización, afirma que Luis Giusti debe ser candidato presidencial y cuenta con “LA MAYOR RESONANCIA EN EL MUNDO DE LAS FINANZAS Y ENTRE LOS INVERSIONISTAS GLOBALES” (El Nacional, 15.4.98). Como sabemos, Giusti es el promotor fundamental de la entrega por pedazos de nuestro máximo y muy lucrativo patrimonio -la industria petrolera- a los consorcios extranjeros, a través de la Apertura Petrolera. Nuestros lectores sacarán sus propias conclusiones, pero los invitamos a tener en cuenta también que los millones de dólares que como adelanto pagaron los consorcios petroleros en 1995 por los 8 bloques de nuestros mejores y muy conocidos yacimientos de crudos medianos y livianos, bajo el esquema de Ganancias Compartidas, y por los últimos 20 convenios operativos en 1996, se pierden con creces como consecuencia en gran parte de la sobreoferta petrolera venezolana que debilitaron los precios mundiales. Y, asimismo, que reflexionen sobre el hecho de que, si alguna vez llega a aplicarse correctamente la justicia en Venezuela, es probable que sean declaradas con lugar las demandas por inconstitucionalidad e ilegalidad del Acuerdo del Congreso que autorizó la contratación de los mencionados 8 bloques.


7º ¿Qué están buscando ahora nuestros dirigentes petroleros con su nuevo engaño a la opinión pública? ¿Apuntalar a la OPEP, como debería ser, para lo cual contarían con el apoyo de Fundapatria? ¿Ganar tiempo para seguir haciendo trampas a la OPEP y a Venezuela, a fin de cumplir con los convenios suscritos con los consorcios extranjeros y continuar sus designios privatizadores? Todo parece indicar que ésto último es lo que ellos quieren y están decididos a hacer, a pesar de que atenta flagrantemente contra los intereses nacionales.


Muchos venezolanos, desconocedores del tema petrolero, están desconcertados ante el DOBLE DISCURSO GUBERNAMENTAL, que propicia dos políticas petroleras contradictorias: una real, expansiva, a favor de los consorcios y de la privatización, y otra de aparente asociación con la OPEP, cuya misión fundamental consiste en la DEFENSA DE LA PARTICIPACIÓN DE SUS MIEMBROS EN CADA BARRIL PRODUCIDO, cuyos acuerdos irrespeta. Por ello ratificamos nuestra petición de que sean destituidos los máximos dirigentes petroleros, cuya renuncia ha sido pedida, entre otros, por el Gobernador del Estado Aragua. (El Universal, 16.4.98)





DOCUMENTOS DEL BLOG Entrevista en "Panorama", 2003

"Ningún gobierno puede aceptar una guardia pretoriana en Pdvsa"


El ex director de Pdvsa cree que existe un 'poder petrolero' constituido por ex presidentes de la estatal que diseñaron el "golpe petrolero". Considera que los gerentes, por ser hombres de confianza, no deben sindicalizarse.

Afirma que la calificación de "saboteadores" ha sido ligera.


Orángel Márquez

Isaura Rodríguez



Carlos Mendoza Potellá, nombrado embajador de Venezuela en Rusia y director de Pdvsa durante el breve periodo de la junta directiva presidida por Gastón Parra Luzardo justificó la decisión del Tribunal Supremo de Justicia de ordenar a los empleados de la estatal Petróleos de Venezuela retornar a sus labores.

Al expresar sus opiniones a PANORAMA acerca de la situación actual, dijo que los gerentes de la empresa han conformado una "casta de fascistas".

- ¿Cuál cree que fue la intención de haber publicado que existía una junta paralela en Pdvsa de la que usted era miembro?


Eso fue una provocación. Nos pusieron el estigma de talibanes. Había interés de descalificarnos, de ponernos en la condición de interventores, de abusadores, de los que se meten donde no deben, de que los hacen lo que no saben. Eso es chantajismo, igual al del hombre que te pone un cuchillo en la garganta y dice que si te mueves, morirás. Ellos paralizan un buque y el culpable de lo que pueda suceder es el gobierno.

- ¿Cómo observa que los gerentes rebeldes quieren participar en la mesa de negociación y acuerdos?

Ellos se creen el poder omnímodo de Venezuela. Ellos se llamaban meritocracia por oposición a la corrupción política de la cuarta república. Montaron un barrera para no permitir el ingreso de los que tenían carnets blancos o verdes, pero ahora descubren que la oposición está llena de adecos y copeyanos y entonces dicen que quieren un gobierno de ellos para imponer un programa racista y fascista.

- Miembros del MVR proponen que en el Código Penal se incluyan sanciones para quienes atenten contra Pdvsa, ¿cómo ve eso?

- Debería existir, porque Pdvsa es una empresa básica del país. Lo que está sucediendo no debe volver a ocurrir bajo ningún régimen. Estoy seguro que otro gobierno impedirá que esto vuelva a suceder. No es posible que una gerencia alzada de una empresa pretenda imponerle al país condiciones. Ellos no son la gente del petróleo, la gente del petróleo somos los 24 millones de venezolanos.

- ¿Quiénes cree usted que diseñaron el plan de saboteo como lo ha calificado el gobierno?

- Lo de la junta directiva paralela y lo de Pérez Issa eran excusas para provocar a la gente. Después del golpe de abril se inició un periodo de paz petrolera, porque muchos de ellos fueron ascendidos y les pagaron los bonos, pero esa paz duró hasta que los convencieron de que la intención del gobierno era liquidarlos.

- Usted dijo en una entrevista anterior que ex presidentes de Pdvsa buscan anular al sector nacionalista, ¿por qué cree eso?.

- Nosotros vamos a quedar marcados con el estigma de chavistas. Estamos marcados porque el chavismo es nacionalista, de defensa del petróleo, mientras ellos buscan garantizar que pueden hacer la privatización de la industria petrolera, en nombre de la modernidad, de la atracción del capital internacional.

- ¿Qué responsabilidad cree usted que tiene Estados Unidos en esta situación?

- Estados Unidos simpatiza con esta gente, aunque quiere que salga Chávez, pero por vía electoral.

- ¿Quiénes tienen negocios antinacionales?

- José Toro Hardy, Humberto Calderón Berti, Luis Giusti, quien es el capo máximo y Alberto Quirós Corradi, el teórico de la privatización de Pdvsa. En nombre del antiestatismo quieren privatizar la industria.

- Humberto Calderón Berti denunció el interés de vender Citgo, ¿cree usted que el Gobierno tenga esa intención?

- No hay interés en vender Citgo, lo que hay es la intención en eliminar la condición de Citgo como sumidero de recursos del país, porque el peor negocio que se ha hecho es la internacionalización. En nombre de tener un mercado garantizado se le dan descuentos de tres y cuatro dólares a Citgo, para que puede demostrar que tiene ganancias. Citgo no puede ser vendida porque los convenios a largo plazo nos tienen amarrados. Ese fue el mejor negocio del poder petrolero, sencillamente porque las instalaciones de la internacionalización percibieron ingresos en el 2001 de 26 mil millones de dólares, pero las ganancias sólo fueron de 638 millones.

- ¿Quiénes conforman ese poder petrolero, porque usted parece referirse a él como si fuera otro poder público?

- Es un poder privatizante y en él están la Shell, ExxonMobil, Luis Giusti, Quirós Corradi, Sosa Pietri. Ese poder petrolero está utilizando a Juan Fernández y a esos muchachos. Los gerentes están siendo utilizados por el poder petrolero, constituido por los caimacanes que diseñaron el golpe petrolero.

- Cuando Rodríguez Araque asumió la presidencia de Pdvsa anunció que se realizaría una evaluación cuyos resultados se presentarían este mes. ¿Durante la gestión de Parra Luzardo fue propuesta esa auditoría?.

- La versión de Sosa Pietri de vender más barriles aunque sea a dos dólares es una falacia. Cuando los precios estaban cayendo, Luis Giusti dijo que compensarían el efecto con más producción, eso es echarle más gasolina al fuego para apagarlo. Dos millones se favorecerían por la política expansiva, pero no los otros 22 millones que viven del presupuesto público.

- ¿Cuánto se han elevado los costos de producción desde la nacionalización hasta la fecha?

- De 7.000 a 35.000 millones de dólares en el 2001, ahí están incluidos los costos de la internacionalización. El problema en sí no es la producción de petróleo, sino el conjunto de negocios inviables. Por la vía de los contratos, tercerización y asociaciones se ha provocado un derrame de costos.

- ¿Cuántos gerentes cree que sobran en Pdvsa?

- En Caracas hay 4.000 gerentes. La nómina mayor está compuesta por 17.000 empleados. Los de la nómina contractual son menos de la mitad del total del personal de Pdvsa.

- ¿Cómo ve la actuación de Unapetrol y Gente del Petróleo?

- Hay que preguntarle a la Shell y ExxonMobil si permitirán que sus gerentes se sindicalicen. Los obreros y técnicos tienen derecho a sindicalizarle, pero no los gerentes, si representan al dueño. Se supone que son hombres de confianza y deben hacer cumplir la política del propietario. Tienen sueldos y privilegios por su condición, pero están traicionando la confianza que pusieron en sus manos.

- Chávez mencionó que de ser necesario sería despedido 80% del personal de Pdvsa ¿cómo ve ese anuncio?

- Si la gente no quiere trabajar habrá que ver que se hace. No se puede aceptar que paralicen a la industria petrolera, que hayan chantajistas dentro. Otro gobierno no aceptaría esto, por ejemplo sale Chávez y viene Salas Römer, si al otro día no les gusta a la gente del petróleo, entonces inmediatamente van a pedir su salida. Ningún gobierno puede aceptar la existencia de una guardia pretoriana en Pdvsa que es la que pone y quita Césares.

- ¿Cree que los empleados han sido más subversivos que saboteadores?

-Han sido más terroristas que subversivos. Una casta de fascistas chantajistas no puede imponer el destino de este país. Si ellos se salen con las suyas, van a imponer el destino de este país por siglos.

- ¿La calificación que les ha dado el gobierno ha sido ligera?

- Ha sido ligera. Ellos son tan terroristas como quien amenaza a alguien con un cañón.

- ¿Cómo evalúa la actitud del gobierno en vista de que hasta ahora se han anunciado más de 100 despedidos?

- El gobierno ha actuado con prudencia. El colectivo está bombardeado por la prédica de la oposición.


PERFIL

Economista con maestría en Economía y Administración de Hidrocarburos de la
Universidad Central de Venezuela.
Profesor asociado (jubilado) de la UCV donde dictó clases de Economía y
Petróleo durante 28 años. Fue miembro del equipo de investigación, docente y
Director del postgrado en Economía e Hidrocarburos;
Profesor temporal de la cátedra Economía Política IV.Docente de Economía y
Política Petrolera y Minera. Coordinador del área de postgrados en Ciencias
Económicas y Jefe de la Cátedra de Políticas Económicas de la Escuela de
Economía de la UCV.
Autor de más de 23 publicaciones y trabajos de investigación en materia
petrolera, incluidos un par de libros.
Desde octubre de 2000 hasta febrero de 2002 se desempeñó como embajador de
Venezuela en Arabia Saudita y embajador concurrente en Bahrein y Omán.
Designado director de Petróleos de Venezuela durante el periodo
febrero-abril de 2002.
Último nombramiento: embajador en Rusia.



DOCUMENTOS DEL BLOG Entrevista en "Panorama" - Exxon-Mobil vs. PDVSA

CARLOS MENDOZA POTELLÁ, EX DIRECTIVO DE PDVSA:


“Giusti, Calderon Berti y Quirós Corradi desmontaron todo el sistema tributario petrolero”

Texto: Wilmer Ferrer

“La última decisión de la antigua Corte Suprema fue declarar improcedente un recurso contra estos contratos lesivos al país”. “Con ponencia de Cecilia Sosa Gómez en combinación con Román Duque Corredor que era defensor de Pdvsa decidió el tribunal”. “Allí Pdvsa se hizo parte contraria al juicio”.

Caracas

Para el asesor del Banco Central de Venezuela, y ex integrante de la junta directiva de Pdvsa, Carlos Mendoza Potellá, hablar de la Exxon es referirse a: “Una compañía con 100 años de experiencia tumbando gobiernos, asesinando presidentes, sobornando diputados, ministros, coroneles y generales en todo el mundo, saboteando la nacionalización mexicana en 1938, asesinando a Enrico Mattei, un empresario italiano que quería llegar a negocios cónsonos con Libia, derrocando a Mohammed Mossadegh, en Irán; y a Rómulo Gallegos, en Venezuela, ésa es la compañía con la que nos estamos enfrentando ahorita”.

Mendoza Potellá opina que Venezuela tiene que llevar de nuevo a la Exxon Mobil a la situación de arbitraje porque si Pdvsa fue amenazada tiene que responder, será en ese momento cuando se verá “quien pierde más”.

Igualmente, consideró que al haber llegado a instancias internacionales judiciales “nos está ocasionando daños, como ocurrió con los bonos (que bajaron) aunque ya se recuperaron”.

No obstante, en opinión de Mendoza Potellá, la situación ha favorecido “la posición firme de Venezuela y ha determinado el aumento de los precios del petróleo”.

—¿Ve usted una solución en el corto plazo de la diferencia entre Exxon Mobil y Pdvsa?

—No. Se trata de un caso que puede durar cuatro años o mas, y depende de la voluntad de las partes. Exxon tiene una mayor tradición de imponer su voluntad y cuesta más negociar con ella; dependiendo de eso se podrá llegar a un arreglo.

—¿Cómo interpreta la reacción de la Exxon Mobil?

—Muy normal y típica de sus conductas. Se trata de un diferendo que suele suceder entre Estados y corporaciones, sobre todo por las ambiciones extremas de las corporaciones en cuanto a obtener el máximo beneficio, es ley de toda corporación capitalista y no es ilegal, pero los Estados también se defienden cuando ese máximo beneficio ataca su soberanía. Estas cosas no son nuevas, y tienen mucho que ver con la apertura petrolera de Luis Giusti, Alberto Quirós Corradi y Humberto Calderón Berti.

—¿Por qué los menciona?

—Esta gente negoció en los años 90 con las corporaciones petroleras y montaron todo un aparataje legal para desmontar nuestro sistema tributario, llevaron la regalía al 1% y el impuesto sobre la renta lo llevaron de 67% a 34%.

—Cuando se aprobó la apertura ustedes introdujeron por ante la Corte Suprema de Justicia una demanda de nulidad. ¿Qué pasó con eso?

—Ésa fue la última decisión de la CSJ antes de dejar de ser y convertirse en Tribunal Supremo de Justicia, declarando improcedencia de la demanda por parte de la doctora Cecilia Sosa en combinación con Román Duque Corredor que era defensor de Pdvsa. Al día siguiente desaparecieron.

Ése era un juicio de interés público que no podía tener contraparte y era para proteger a la nación de unos convenios que nosotros considerábamos lesivos. Allí la vieja Pdvsa se hizo parte contraria al juicio.

—¿Qué pasó entonces?

—Llegó un momento en que este Gobierno decidió que eso no podía seguir. La excusa en aquellos tiempos era que se trabajarían campos marginales o que los crudos de la faja eran extrapesados y, por tanto, no eran rentables, por lo que había que estimular a las transnacionales, pero, con el petróleo a 100 dólares eso no tiene ninguna justificación.

Por lo tanto, soberanamente decidimos llevar eso a otros niveles e, incluso, con una figura complaciente para ellos: a 23 asociaciones estratégicas y convenios operativos se les ordenó convertirse en empresas mixtas asociadas con el Gobierno aceptando 30% de regalía, 50% de Islr y rescatando nuestra soberanía impositiva.

De esas asociaciones, 21 aceptaron, pero ConocoPhillips y Exxon Mobil, que se sienten más fuertecitas y con más capacidad para negociar y para aplastar, no lo aceptaron.

Sin embargo, Conoco plantea el diferendo y se va a un arbitraje en el que mantienen una posición distinta.

Exxon es una compañía con 100 años de experiencia tumbando gobiernos, asesinando presidentes, sobornando diputados, ministros, coroneles y generales en todo el mundo, saboteando la nacionalización mexicana en 1938, asesinando a Enrico Mattei, presidente de una empresa italiana porque quería llegar a negocios cónsonos con Libia, derrocando a Mohammed Mossadegh, en Irán; y a Rómulo Gallegos, en Venezuela, ésa es la compañía con la que nos estamos enfrentando ahorita.

—¿Fue manipulado el Congreso de entonces cuando se otorgaron los convenios?

—Fue manipulado y se le ocultaron cosas. Cuando se compraron activos a la Veba Oel, Humberto Calderón Berti escondió todo al Congreso. Formó un tribunal particular para modificar las leyes y no someter esa compra al Parlamento que, por Constitución, tenía que aprobarlo.

Con los abogados de las compañías, la Consultoría Jurídica de Pdvsa y el procurador de la época (en el gobierno de Luis Herrera) formaron un tribunal complaciente y modificaron las cosas.

Debate 2002: Amigos y enemigos "de la industria"

De un “tradicional enemigo de la industria petrolera”

para un veterano aprovechador del negocio petrolero público



Carlos Mendoza Pottellá

2002

A propósito de la “Junta Directiva Paralela de PDVSA” y otras infamias del poder petrolero.

Desde marzo de 1971, fecha en la cual tuve la inmensa suerte de integrarme como aprendiz a un equipo de análisis e investigación sobre el tema petrolero liderado por el Dr. Juan Pablo Pérez Alfonzo y conformado por veteranos políticos e investigadores universitarios, quedé automáticamente ubicado en un sector bastante conflictivo, el cual es, según la matriz de opinión promovida e impuesta por el poder petrolero venezolano, el de los “enemigos de la industria”. No en balde, la Creole Petroleum Corporation ya difundía, desde 1960, fecha de la fundación de la OPEP, la imagen del “brujo de Los Chorros” como un profeta loco.

En muchas oportunidades, esa poderosa matriz de opinión ha penetrado hasta muy cercanos amigos y compañeros políticos e ideológicos, en los cuales cunde la duda sobre la cordura de mi insistente discurso “anti-industria”.

En efecto, comencé a aprender, con el ácido estilo de Juan Pablo Pérez Alfonzo, con su discurso sin concesiones a las solidaridades grupales automáticas, los rudimentos del análisis de la política petrolera venezolana desde posiciones nacionalistas. Fui un privilegiado testigo de su mano firme al hundir el estilete en las más profundas llagas del negocio petrolero.

Así, por ejemplo, la caracterización de los “contratos de servicio” otorgados en 1970 por la CVP como instrumentos para eludir el principio constitucional de “no más concesiones” fue uno de las primeras asignaturas que recibí de ese magisterio. A propósito de las “informaciones” elaboradas por una asesora de imagen de Luis Giusti para "El Nacional", quiero referirme especialmente a un evento de esa oscura historia de hace treinta años.

En 1976, confirmando las aprehensiones de Pérez Alfonzo, el Presidente Carlos Andrés Pérez, presenta al Congreso de la República una denuncia sobre la estafa a la Nación que la transnacional Occidental Petroleum consumó en los lotes del Sur del Lago de los Contratos de Servicio, con la complicidad de algunos funcionarios públicos, entre ellos, uno que recibió como pago 600 acciones de una compañía denominada “Perforaciones Altamar”. José Toro Hardy, que así se llama el funcionario en cuestión, huyó del país, eludiendo la condena que si alcanzó a uno de sus cómplices y regresó, de una manera muy conveniente, cuando la pena por su delito había prescrito. Desde entonces se ha convertido en un destacado vocero del Poder Petrolero y es, desde luego, supremo juez a la hora de calificar a los amigos o enemigos de PDVSA. Este es el hombre que hoy organiza foros para defender la apertura, la ruptura con la OPEP y, en general, la privatización de la industria petrolera nacional, además de denigrar de los críticos de la gestión de PDVSA en los últimos 26 años, presentándonos como talibanes irresponsables. Por todo ello, no tengo la menor duda de que, como integrante del gabinete, no tan en la en la sombra, de Luis Giusti, este señor haya colaborado con la periodista y asesora de imagen Mary Mogollón, en la confección de esa olla podrida de El Nacional sobre la “directiva paralela” de PDVSA.

Por mi parte, y a mucha honra, desde 1971 he participado, con gente como el propio Pérez Alfonzo, Francisco Mieres, Gastón Parra Luzardo, y muchos otros, en la denuncia de cuanta trapacería hemos podido detectar dentro de la maraña de velos corporativos con los cuales el poder petrolero venezolano cubre el aprovechamiento privado de la mayor riqueza colectiva del país. Y para muestra, varios botones, a saber:

• La nacionalización “chucuta” y los ruinosos contratos de comercialización y asistencia técnica que le acompañaron y significaron “el mejor negocio de la Exxon en toda su historia”, pues además del cuantioso y continuado botín de miles de millones de dólares, obtuvieron participación privilegiada en todos los negocios de la futura operadora nacionalizada que la sustituiría, Lagoven. Tal como harían las otras exconcesionarias, Shell, Mobil, Gulf, etc. con sus respectivas operadoras, Maraven, Llanoven, Meneven …

• El super sobrefacturado “cambio de patrón de refinación”, cuyos gigantescos costos tecnológicos todavía pagamos, con onerosas regalías, en una operación que drena hacia el exterior todo el “valor agregado” nacional y nos deja una refinación con permanentes saldos rojos en sus cuentas de resultados.

• Los “megaproyectos” de la Faja del Orinoco, epítome de la irresponsabilidad planificadora de los promotores de negocios privados a costa de PDVSA: una inversión que se programó a razón de 5.000 millones de dólares anuales entre 1980 y el año 2000, sobre la base del supuesto de que el precio del crudo de 24 grados API alcanzaría los 50 dólares el barril en los años 90. Cuando la realidad les dio en las narices, la “Orimulsión” fue el escuálido ratón sin beneficios que parió esa montaña de recursos petroleros dilapidados.

• La Internacionalización, otra estafa continuada y asegurada por décadas, mediante la cual el PDVSA transfiere beneficios al exterior, otorgando descuentos que han promediado más de dos dólares por barril desde 1989 hasta hoy, con los cuales se financian unas supuestas pírricas ganancias e importa costos para minimizar su contribución fiscal.

• La apertura petrolera, con sus asociaciones estratégicas, convenios de asociación y tercerización, (outsorcing) como un programa más dentro de la vieja estrategia privatizadora de PDVSA y expropiadora del patrimonio colectivo de los venezolanos, y mediante la cual casi un tercio de la producción petrolera venezolana escapa al control estatal y se realiza en condiciones de costos que minimizan la participación nacional.

• Todo lo anterior, en el contexto de una estrategia antiestatal que llevó a vaciar de capacidades técnicas y de atribuciones al Ministerio de Energía y Minas, colonizándolo, y minimizando sus potestades de control y fiscalización. A la eliminación del Valor Fiscal de Exportación, la reducción de la Regalía hasta un 1% en las asociaciones estratégicas y, en general, a la aplicación de toda clase de argucias y consolidaciones contables para minimizar la participación fiscal petrolera. Añádase a esto las trampas a la OPEP con las cuales escupimos al cielo… y a los precios, y pare Ud. de contar.

Las consecuencias son evidentes: revertir por completo el reparto de los resultados del negocio petrolero venezolano, de un 80% de participación de la Nación venezolana en 1976 hasta un mísero 20% en 1998.

Si. Por todas estas denuncias, para Luis Giusti, Toro Hardy y compañía, somos enemigos de la industria. Enemigos de “su industria” y de sus guisos particulares.

Si. Somos enemigos de quienes han manejado a la industria petrolera venezolana durante los últimos 26 años privilegiando el aprovechamiento privado de un bien colectivo, en beneficio de los grandes negocios, de las corporaciones petroleras y de un privilegiado sector que integran hoy miembros de la Junta Directiva Internacional del Grupo Royal Dutch Shell, asesores energéticos de G. W. Bush, miembros de la realeza holandesa y pequeños accionistas de pequeñas compañías contratistas, como “Perforaciones Altamar”.

Botones de muestra:

Comprobado Soborno de la Occidental a Funcionarios de Menor Jerarquía.

El Nacional, Domingo 15 de Febrero de 1976, Página D-1


El Presidente Carlos Andrés Pérez entregó ayer en la mañana al Fiscal General de la República, doctor José Ramón Medina, el resultado de la investigación de apoyo a la labor jurisdiccional correspondiente al Congreso Nacional y a la Fiscalía, relacionada con la denuncia de un presunto soborno por parte de la Occidental Petroleum a funcionarios venezolanos para el otorgamiento de bloques en la zona sur del Lago de Maracaibo.


Al respecto, la Presidencia de la República entregó ayer un comunicado en el cual da cuenta del documento entregado y la nota explicativa que el presidente Pérez agrega a los informes relativos a la señalada investigación. En esta nota se señala que “dicha averiguación ha concluido y ella arroja importantes elementos de convicción para la fundamentación del proceso, sin perjuicio de que por la naturaleza de las investigaciones sea necesario que usted instrumente lo conducente para atribuirle valor probatorio a las informaciones obtenidas por vía confidencial”.


...

LOS PRESUNTOS IMPLICADOS
... una fuente oficial que pidió no ser identificada reveló que dentro de la investigación señalada se incluyen como presuntos sobornados al doctor ...
... y al doctor José Toro Hardy, quien para la época del otorgamiento de los contratos de servicio en el Bloque “E” del Lago era asesor contratado del Ministerio de Hacienda.
...
En relación al doctor José Toro Hardy, quien también tuvo actuación política como líder del Movimiento Desarrollista, la fuente reveló que éste habría recibido 600 acciones de la empresa Perforaciones Altamar. La fuente no precisó el valor de estas acciones ni de lo que significarían, en relación al capital de esa empresa. Es oportuno recordar que en declaraciones formuladas a “El Nacional” el día 18 de octubre del año pasado, el doctor Toro Hardy expresó que era un “accionista minoritario de Perforaciones Altamar, ya que poseía sólo un seis por ciento”. (El Nacional, Domingo 15 de Febrero de 1976, Página D-1



"La apertura petrolera deberá apuntar hacia una política de privatización de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) y sus empresas filiales, aseguró ayer el presidente del holding estatal, Luis Giusti.

'Debemos diseñar una política más agresiva para la apertura de Pdvsa y las empresas filiales al sector privado' dijo el máximo representante de la petrolera estatal... al referirse a la significación del proceso de licitación que se viene realizando para la adjudicación de las 10 áreas con potenciales reservas de crudos livianos y medianos"
(Economía Hoy, 25 de enero de 1996, pág. 10.)

"La exagerada presión fiscal sobre la industria petrolera es el más persistente de los mitos petroleros en Venezuela. No hay hueco fiscal ni presupuestario que haga voltear la mirada hacia las cuentas de costos abultados e inversiones inviables de la industria petrolera. Y las propuestas con más "punch" y entrada en los medios de comunicación son aquellas que tienden hacia sucesivos recortes de la participación fiscal, el verdadero ingreso neto de la Nación en materia petrolera.

***************
Pero otro es el caso de los ejecutivos en función política, aquéllos que, en tanto que planificadores y estrategas, han tomado las decisiones trascendentales en cuanto a embarcar a la industria en megaproyectos inviables con tal de acrecentar su poder. Esos sí son responsables de la sangría fiscal, producto de una explosión no justificada de costos y proyectos. Son responsables del mantenimiento de una estructura burocrática de altísimo costo y ninguna necesidad. Son responsables de la proliferación de campañas para anteponer la "visión corporativa" a la de los poderes públicos en materia de política petrolera y económica en general. Son responsables de diseñar escenarios políticos en los cuales la alternativa Caldera era denominada "Democracia Ineficiente" y la alternativa Muñoz León "Dictadura Ilustrada", ofreciendo ésta última el mejor de los mundos posibles para el desarrollo de la industria y el posterior surgimiento de una "nueva democracia".

Por ello, insistimos, una cosa son los técnicos de la industria y otra sus políticos, la cúpula gerencial con pretensiones antiestatales y visión privatizante orientada más hacia el "negocio" que a las conveniencias nacionales. Carlos Mendoza Pottellá, “Petróleo, Actualidad y Desconcierto”, Octubre 1994


jueves, 14 de enero de 2010

"Internacionaliación": El eslabón mas ruinoso de la "apertura"

La presentación que sigue ha sido elaborada con cifras y gráficos que originalmente fueron incluidos en el Capítulo V.2.3 del libro "El Poder Petrolero y la Economía Venezolana" (CDCH-UCV 1995). Desde entonces, se han añadido nuevos datos, cuadros y gráficos, hasta diciembre de 2009. La insistencia en el tema se justifica porque aún hoy prevalece la  matriz de opinión creada por los promotores de "la apertura petrolera", según la cual  Venezuela perderá muchas "oportunidades de negocio" con la liquidación de activos en el exterior que durante más de 25 años sólo han generado pérdidas a la Nación: convirtiendo beneficios generados en las operaciones internas de la industria petrolera en desembolsos para cubrir costos crecientes, adquisición de crudo y productos no venezolanos en el exterior, cubrir las reparaciones y actualizaciones de refinerías obsoletas,  pagar intereses por el financiamiento de esas actividades y para colmo... pagar impuestos por ganancias ficticias al fisco norteamericano,  todo ello por montos que, todavía hoy,  constituyen más de la mitad de los costos operativos totales de PDVSA.
CMP/Enero 2010





































miércoles, 13 de enero de 2010

Recensión Oral en la Academia Nacional de Ciencias Económicas

El Dr. Asdrúbal Baptista, Presidente para el momento de la Academia Nacional de Ciencias Económicas me honró con una invitación a participar en una recensión oral sobre el libro “Venezuela Destino Incierto. Para comprender lo que pasa hoy en el país”, del Dr. José Mendoza Angulo. Para cumplir con esa convocatoria escribí el texto que reproduzco en las siguientes páginas y que leí en la sede de esa Academia el 27 de junio de 2007.


En Octubre de 2008, la Academia Nacional de Ciencias Económicas publicó el Número 2-2008 de su serie “Recensiones Orales”, dedicado al evento en el cual me correspondió participar. Para mi sorpresa, junto a las pertinentes intervenciones de los otros dos comentaristas, se inserta un texto mío, escrito el 25 de abril de 2007, que no tiene ninguna relación con la obra del Dr. Mendoza Angulo, tal como lo reconoce el propio autor en nota al pié de la página 30 de la mencionada publicación, que transcribo textualmente:

“Los comentarios que siguen a continuación están referidos a la recensión sobre mi libro Venezuela Destino Incierto, hecha por el doctor Carlos Mendoza Pottellá en escrito de fecha 25 de junio de 20007consignado por él en la Academia Nacional de Ciencias Económicas y que los directivos de esta Corporación me hicieron llegar para la discusión que tuvo lugar, en la sede de la Academia, el 27 de junio de 2007. Obviamente, los comentarios que aquí hago no tienen nada que ver con el texto que suscribe el doctor Mendoza Pottellá en la presente publicación, escrito el 25 de abril de 2007 y que no aluden al libro escrito por mí.”

Resulta para mí evidente que los editores consideraron inconveniente la publicación de mi intervención, tal vez poco académica, políticamente “incorrecta”, demasiado autobiográfica o demasiado ruda para ciertas sensibilidades.

Lo cierto del caso es que aparezco en una publicación de la Academia Nacional de Ciencias Económicas suscribiendo un texto absolutamente impertinente respecto a la Recensión de que se trata y, por lo tanto, expuesto a la consideración pública como un irresponsable.

Más de dos años después, habiendo eludido hacer reclamaciones públicas sobre ese desaguisado, publico ahora mi participación real en esa “recensión oral”, en este blog, dedicado a temas petroleros. De cualquier manera, no son tan distantes de los temas referidos al destino político del país, sino todo lo contrario.

Carlos Mendoza Pottellá
12 de Enero de 2010


Disquisiciones a partir del libro
“Venezuela: Destino Incierto”
de José Mendoza Angulo

Carlos Mendoza Pottellá
Academia Nacional de Ciencias Económicas
27 de junio de 2007.



El Dr. José Mendoza Angulo nos ofrece un “resumen de inquietudes” para “averiguar, junto con otras personas, conocidas o desconocidas, lo que tenemos que hacer ‘para comprender lo que pasa hoy en Venezuela”. De acuerdo con ese espíritu, entregamos estos comentarios preliminares de lo que podría ser un debate intenso entre visiones polares sobre un mismo proceso.

El autor realiza una enjundiosa y documentada reseña histórica de la evolución político partidista dentro del sistema de gobierno surgido a raíz del derrocamiento de Marcos Pérez Jiménez, destacando un supuesto proceso de descomposición de ese sistema, cuyas primeras señales se expresarían en la temprana recuperación de la imagen pública de aquél dictador y culminarían con el triunfo de la “antipolítica” encarnada en Hugo Chávez Frías.

En esa presentación de lo político partidista, de lo superestructural, como eje en torno al cual gira la evolución de la sociedad venezolana, con minimización o referencia de bajo nivel a los factores que se encuentran en la base, en los fundamentos de los procesos socioeconómicos, reside un sesgo que debilita la capacidad explicativa, comprensiva, de la exposición que comentamos. Más adelante haremos referencia específica a este aspecto de nuestra crítica.

Por ahora, y quedándonos en el nivel superestructural que se nos plantea, creo pertinente decir que el enfoque del Dr. Mendoza Angulo se fundamenta, en mi opinión, en una caracterización idílica del régimen surgido en 1958 y el bloque de poder que se constituyó en el Pacto de Punto Fijo, como una democracia basada en la preeminencia de los partidos políticos: “La lozanía y fuerza de la democracia venezolana y del sistema de partidos se expresó durante los quince años siguientes a la caída de la dictadura…”

Por el contrario, comparto la opinión expresada por diversos autores en el sentido de que el régimen surgido en 1958-59 fue el producto de una minuciosa negociación con los factores reales de poder: el gran capital petrolero y el gobierno de los Estados Unidos de América. Esa democracia partidista se desarrolla desde un principio, tutelada por esos factores de poder. Y ello, en tiempos de álgida guerra fría y a partir de la experiencia de un hombre como Rómulo Betancourt, quien ya había padecido en carne propia –entre 1945 y 1948- los latigazos que merecían en ese contexto todos aquellos de quienes se sospechara una cierta afinidad con el comunismo o con visiones excesivamente nacionalistas, socializantes, moderadas o no.

Mucho se ha escrito sobre el carácter petrolero del golpe de Estado de 1948 y hace algunos años fueron publicados en la prensa venezolana documentos del Departamento de Estado norteamericano, hasta entonces secretos, que confirman parcialmente esa apreciación. (Mendoza Pottellá, “De las concesiones a los contratos…” 1985. Texto Inédito).

“Segregar y aislar a los comunistas” fue la principal consigna-promesa betancouriana para obtener un seguro de vida expedido por la gran potencia del norte.

Reprimir y dividir al movimiento obrero, contener dentro del propio seno del partido de gobierno a las tendencias auténticamente nacionalistas, como la representada por Juan Pablo Pérez Alfonzo y a los sectores de izquierda o de centro que luego se desprenderían, con el MIR, el grupo ARS y el MEP, fueron elementos característicos primigenios de esta sui-géneris democracia tutelada por el gran capital petrolero internacional y el gobierno de los Estados Unidos.

El olvido de estas circunstancias permite presentar los conflictos internos provocados desde la izquierda y la derecha como “atentados” contra un régimen que si no es perfecto, se encuentra en la búsqueda de esa perfección: la democracia. Y cuando se habla de la decadencia de ese sistema, se achacan las culpas a deficiencias de sus dirigentes:

“De haber existido en Venezuela un liderazgo alerta en lo político, responsable en lo económico y elementalmente sensible en lo social, bien informado y bien formado, moderno y culto…” De esta suerte, han sido deficiencias éticas, culturales, educativas, las que condujeron a “la democracia” a su colapso institucional.

Cuando se observa esta descripción ingenuamente neutral de “la democracia”, de sus supuestos valores intrínsecos y universalmente válidos no se puede menos que pensar en el tipo de democracia en nombre de la cual se encuentran los Estados Unidos en Irak y Afganistán, o las que implantaron en la Guatemala de Jacobo Arbenz y en el Chile de Salvador Allende.

Sin embargo, esta democracia es la misma que supuestamente surge de un “derrumbamiento de la internacional de las espadas en el continente americano”, mención que presupone que las dictaduras latinoamericanas fueron un fenómeno autóctono, una cierta moda coordinada, surgida autónomamente en el seno de nuestros países. Algo así como una pasajera varicela de la que todos nos recuperamos en su momento y comenzamos a disfrutar de la moda democrática, un tanto empañada por la aparición de “anacrónicos” movimientos guerrilleros inspirados en la gesta de la Sierra Maestra.

Nuevamente nos encontramos con una visión de lo político aislada dentro de los márgenes de lo estrictamente politológico. Tal es la que el propio autor define como su tesis central: “la motivación esencial del proyecto democrático era de naturaleza puramente política”. Y para demostrarlo recomienda, a mi manera de ver con candidez, nada menos que la lectura del texto del “Pacto de Punto Fijo”, pacto de gobernabilidad que, como ya dijimos, concretó el compromiso de “los grandes partidos” con los poderes económicos nacionales y extranjeros, con las grandes corporaciones petroleras anglonorteamericanas y la burguesía criolla desarrollada bajo su manto, para contener cualquier avance de fuerzas nacionalistas en materia petrolera o reivindicadoras radicales de una justicia social cuya inexistencia todavía hoy clama al cielo en un país con las riquezas naturales de Venezuela.

Esa tesis central, que olvida el carácter eufemístico de un texto diseñado exclusivamente para esconder las verdaderas motivaciones de sus suscriptores, es la que permite que casi desaparezcan de la explicación de esos procesos la acción de aquéllos a los que el propio autor alude como los “factores reales de poder”. Estos aparecen descritos más bien como ángeles tutelares que santifican el buen comportamiento de nuestros demócratas.

Los postulados no expresos, pero esenciales, de ese texto, se cumplieron a pie juntillas.

Para sustentar mis afirmaciones me permitiré traer a colación un ejemplo paradigmático de ese cumplimiento, el cual servirá, de paso, para discutir la tesis de que todos los políticos y especialistas desestimaron las tendencias a la entropía que se podían observar en la evolución de la economía: nos referimos a la frustración del “Pentágono Petrolero” de Juan Pablo Pérez Alfonzo.

Consciente de los límites políticos a los cuales se enfrentaba, en ese “pentágono de acción”, Pérez Alfonzo diseñó un programa de política petrolera nacionalista que trató de aprovechar todos los espacios que dejaban esos límites. Precisamente uno de los aspectos percibidos por él y sobre los cuales fundamentó sus propuestas fue lo que denominó “la caída tendencial de la capacidad generadora de excedentes de la explotación petrolera”. Tendencia en la que identificaba no sólo elementos intrínsecos a la propia industria, derivados de la sobre-explotación de los yacimientos y la caída constante de la relación reservas-producción, sino también al creciente envilecimiento de los precios y la consecuente caída de la participación fiscal. Este último aspecto, por cierto, fue el motivador de su propuesta, quinto ángulo del pentágono, de constituir una organización internacional para la defensa conjunta, entre los principales países subdesarrollados y exportadores netos de petróleo, de ese parámetro esencial para garantizar una justa participación nacional en la liquidación de un patrimonio extinguible: la OPEP.

Pero dentro de mi línea argumental quiero llamar la atención sobre otros aspectos relevantes de dicho “Pentágono” que fueron anulados, pervertidos, por el cumplimiento estricto de los compromisos adquiridos por el gobierno de Betancourt dentro del Pacto de Punto Fijo. Me refiero a la CVP y al principio, que Pérez Alfonzo logró hacer constitucional, de no otorgar nuevas concesiones. Para demostrar este aserto voy simplemente a transcribir mi propia exposición de 1983-85 que vengo citando:

Los Ángulos tercero y cuarto del "pentágono", CVP - No más concesiones, constituyen, como ya dijimos, el binomio de futuro, las bases de una política de desarrollo alternativo de la industria en vías hacia el control estatal de la misma. No más concesiones era el principio normativo y la CVP el instrumento para garantizar su ejecución. Con el primero se ponía fecha fija para el término de las relaciones concesionarias y con el desarrollo de la segunda se sentaban las bases para ir asumiendo, paulatinamente y en todas sus fases, posiciones determinantes en el negocio. Por lo demás, la CVP serviría como elemento de contrastación, a los efectos de mejorar la fiscalización y el control sobre las actividades de los concesionarios en función de la política de participación razonable. 2 Mendoza Pottellá, loc. Cit.

"Como reacción a esta competencia (la creación de la Corporación Venezolana del Petróleo) y a la política del Gobierno opuesta a la adjudicación de concesiones, en el año 1960 la industria del petróleo redujo sus operaciones en Venezuela…" 81 (81 Salvador de la Plaza, La Economía Minera..., Pág. 52.
También al igual que en 1948, esas presiones lograron anular la política de Pérez Alfonzo, aunque esta vez no fuera por la vía del golpe de Estado, sino a través del sabotaje consciente desde las propias esferas oficiales que llevaron al Ministro a retirarse a su casa de Los Chorros, desde donde despachaba, a manera de protesta silenciosa, sin renunciar al cargo, pero sabiéndose desautorizado.

Así, su política fue desnaturalizada por el propio gobierno del que era Ministro. En repetidas oportunidades el Presidente Betancourt se curó en salud ante los concesionarios y sus mentores al hacer referencia a los limitados fines de la CVP y el carácter flexible de la política de no más concesiones:

"Esta empresa no viene a competir con las empresas privadas. La misma modestia del capital de trabajo que le hemos asignado, indica cómo son de limitados sus fines y objetivos; pero la Corporación Venezolana del Petróleo debe ser y será el vehículo de que se valga el Estado para otorgar, ya no concesiones sino contratos de servicio y otras fórmulas de arreglo, que hay muchas y muchas se están utilizando en varios países petroleros, para desarrollar la explotación y producción de aceite negro en el país." (29-5-61) Mendoza Pottellá, loc. Cit.

"No hemos otorgado concesiones porque las muy ricas que quedan, bien ubicadas, en el centro y en las riberas del Lago de Maracaibo, estamos seguros que van a ser exploradas y explotadas mediante contratos de servicio." (29-6-63)83 (83 Rómulo Betancourt, citado por Sáder Pérez en Petróleo Polémico y Otros Temas, Págs. 12 y 13.) Mendoza Pottellá, loc. Cit.

Creo que las palabras de Betancourt son lo suficientemente explícitas para demostrar lo que hemos venido argumentando, sobre el carácter profundamente estructural y no meramente político, del Pacto de Punto Fijo.

De tal suerte que, a diferencia de lo sustentado por el distinguido autor cuyo libro comentamos, no creo que en esos años, y hasta 1998, hayamos asistido a la descomposición y derrumbe de “la democracia de partidos”, sino al de un régimen, convenientemente ubicado dentro del “mundo libre” de aquellos años de guerra fría, que utilizó a esa democracia como mascarón de proa de un sistema dentro del cual se garantizó la pervivencia de relaciones de dependencia neocolonial, fincadas en una explotación petrolera ampliamente beneficiosa para el gran capital petrolero internacional.

Debo aclarar, sin embargo, que valoro muy positivamente el esfuerzo hecho por el autor en el recuento histórico minucioso y el análisis específico de la crisis del sistema partidista que constituyó la superestructura del régimen puntofijista. Mi desacuerdo se constriñe a que esa crisis es apenas una parte, y no precisamente la fundamental, del proceso vivido por Venezuela durante los 40 años de vigencia de ese régimen. Como dije al principio, del análisis detallado de la obra in comento, podrían hacerse múltiples enfoques generadores de una polémica enriquecedora, pero los límites de esta recensión me obligan a restringir mis comentarios sólo a lo que consideré medular dentro de sus planteamientos.

Y es colocado en esta perspectiva que abordaré, de seguidas, las formulaciones analíticas del Dr. Mendoza Angulo sobre el régimen que comienza a surgir en Venezuela a partir de 1999.

En primer lugar, debo aclarar que afrontar esta discusión es un reto bastante serio y conflictivo para mí, como funcionario de una institución pública, razón por la cual debo dejar expresa la circunstancia de que mis opiniones sólo me comprometen a mi mismo.

Además, y para ser honestos, debo decir que milito –con todo el sentido de compromiso de esa palabra- dentro de uno de los bandos en pugna en el espectro político contemporáneo desde hace casi cinco décadas.

Como anatematiza nuestro autor, soy uno de esos miembros de “sectores minoritarios del profesorado, de empleados y estudiantes universitarios que anduvieron siempre orbitando alrededor de las iniciativas políticas más estridentes y descabelladas.”

Para confirmar esa percepción, y en aras de ubicar cabalmente la génesis de mi particular posición política y de las opiniones que sustento en esta recensión, con todo el respeto a mis interlocutores y por ser una trayectoria personal bastante anónima, debo hacer una digresión autobiográfica.

Desde finales de 1957, a los 15 años y de manera un tanto fortuita para un alumno salesiano, practicante de la comunión los 9 primeros viernes y del activismo católico antiprotestante, me vinculé a la Juventud Comunista de Venezuela. En 1962 me incorporé a las guerrillas del Estado Lara, donde fui capturado y posteriormente condenado a 25 años de prisión. Cinco años y medio después fui exiliado. Residí entonces, por dos años, en Moscú, en la Escuela de Cuadros del Partido Comunista de la Unión Soviética. A mi regreso en 1969, marcado por los acontecimientos de Checoeslovaquia y bastante decepcionado del régimen soviético que me acogió, participé en el proceso que dio lugar al nacimiento del Movimiento al Socialismo, en el cual milité hasta 1986. Desde 1971 y hasta su muerte en 1979, estuve estrechamente vinculado al Dr. Juan Pablo Pérez Alfonzo, como asistente y productor de sus ruedas de prensa, editor del libro “Hundiéndonos en el Excremento del Diablo” y redactor del quincenario “Prensa Petrolera”, que difundía sus ideas sobre la materia. Todo ello explica en gran parte mi desviación profesional petrolera. Concomitantemente, a partir de 1972, y bajo la tutela del Dr. Francisco Mieres, comienza mi carrera académica en el Postgrado Petrolero de la UCV, hasta mi jubilación en el año 2000.

Durante todo ese recorrido participé siempre en la búsqueda de alternativas al régimen puntofijista que cundía a Venezuela de miseria y desigualdad en nombre del progreso capitalista. Mi militancia en el nacionalismo petrolero, por ejemplo, fue siempre radical, al punto de determinar mi ruptura con el MAS, partido encandilado por las políticas aperturistas y la “eficiencia” de una PDVSA convertida en Estado dentro del Estado, empresa globalizada de magnitud mundial y preparada para abrir su capital accionario al gran capital mundial, pero limitada por las restricciones que le imponía el “excesivo nacionalismo” que todavía pervivía en la “atrasada” opinión pública venezolana.

En estos últimos 8 años he sido embajador en Arabia Saudita y Rusia, director de PDVSA durante menos de dos meses, durante los cuales, la presencia del Dr. Gastón Parra Luzardo y mía en esa Directiva fue uno de los catalizadores del golpe de Estado de abril de 2002. Hoy en día, me desempeño como asesor petrolero de la Presidencia del BCV.

Podrá entenderse, entonces, que no puedo compartir una visión que presenta al actual proceso político que se vive en Venezuela como surgido exclusivamente de la conspiración militar. Aunque no desconozco el papel preponderante que esos militares, encabezados por Hugo Chávez, con su carisma, su liderazgo y su desmesurada vocación de poder, están jugando, debo decir que ellos se insertaron oportunamente en un movimiento que tiene una génesis mucho más antigua y que tiene que ver con todos los fallidos intentos de los sectores radicales y de izquierda para promover cambios estructurales en el seno de la sociedad venezolana.

Con todo y encontrarnos hoy con una izquierda socialista fracasada, desilusionada y en muchos casos pendulando hacia posiciones derechistas, estando hoy en día en plena era postsoviética, después del colapso del perverso “socialismo” stalinista y de sus posteriores maquillajes, nada de ello es suficiente para anular la extraordinaria fuerza del mensaje reivindicador y justiciero del socialismo a secas, del que se comenzó a prefigurar desde los tiempos de Santo Tomás Moro y de los seguidores que por siglos intentaron hacer realidad su Utopía, desde la Comuna de París y los obreros y campesinos de la Revolución de Octubre y hasta el idealismo desenfrenado del Ché Guevara. Toda esa gesta trágica y frustrada, todos esos sueños irrealizables por los que murieron cientos de millones de seres humanos, siguen teniendo vigencia en el imaginario de millones de excluidos en el convulsionado y globalizado mundo de nuestros días.

Y ello, a pesar de las continuas e interesadas referencias a la caída del muro de Berlín como expresión del definitivo fin del sueño socialista.

No, el camino no es el del capitalismo salvaje, mafioso y profundamente inhumano que se ha instaurado en la Rusia contemporánea, donde se han desmontado todas las conquistas sociales alcanzadas durante la era soviética, teniendo como resultado que las expectativas de vida de la población disminuyen cada año en una proporción tal que, al registrar su evolución a partir de 1989, el Presidente Putin pronosticó, en 2003, que de no modificarse esa tendencia, la población rusa habrá disminuido en 20 millones para el año 2020.

Y tampoco lo es el capitalismo, todavía peor que el ruso, que se desarrolla bajo la tutela del Partido Comunista Chino y de las mayores corporaciones internacionales, donde imperan las más injustas condiciones de explotación de la mano obra del mundo contemporáneo, para garantizar tasas de crecimiento de esa economía superiores al 10% anual.

Esos miserables triunfos del capitalismo globalizado sobre el viejo “socialismo real” no constituyen una alternativa viable ni deseable desde el punto de vista de la redención social de grandes masas de seres humanos colocados al margen del “progreso” y el disfrute de las mieles de “la democracia” globalizada.

La globalización que promueven los “neocons” norteamericanos, el nuevo Siglo Americano, el Consenso de Washington, y los “maravillosos” ajustes estructurales de corte neoliberal promovidos por el FMI y el Banco Mundial han fracasado en toda la línea, tanto en Venezuela como en otros países latinoamericanos. En Chile, Brasil, México y Perú, para poner ejemplos característicos, han empeorado los índices de pobreza y exclusión. Nuevamente, las tasas de crecimiento económico se materializan sobre las espaldas de los desposeídos, de los sin tierra, de los piqueteros. El capitalismo avanza sobre los escombros del keynesianismo, de las terceras vías, con la liquidación de los socializantes regímenes de seguridad social, hacia sociedades cada día menos solidarias, más individualistas y más competitivas.

Por todo ello, no se puede considerar como deleznable o repudiable el hecho de que los hambrientos de justicia en Venezuela se hayan constituido en “…la base popular que sostiene a la V República”, la cual, “socialmente hablando no tiene una estructura definida”. Precisamente el ligamento estructural de esa base popular es su condición de excluidos, de marginados. Siempre es feo el rostro de la miseria, de la ignorancia y de la enfermedad, pero ello no obsta para que esas inmensas masas separadas del disfrute de los portentosos ritmos de crecimiento del Producto Interno Bruto puedan identificarse con un líder carismático que se les presenta, hablando en su idioma y convocándolos –por primera vez en toda la historia venezolana- a participar en el diseño y estructuración de un nuevo país.

Desde luego, las reivindicaciones de los excluidos pueden llegar a convertirse en una amenaza para los privilegios de los “incluidos”, de su paz particular y de los rumbos de progreso y constante ascenso social que han disfrutado hasta ahora. Ese mundo idílico en el que hasta ahora ha vivido, como lo reconoce el propio Dr. Mendoza Angulo, una porción menor al 20% de la población venezolana, puede, en nombre de una mayor justicia distributiva, verse afectado seriamente. Es por ello que hoy presenciamos el desproporcionado enfrentamiento entre las descamisadas “hordas chavistas” y las rubias y elegantes concentraciones de la “sociedad civil”. Entre masas de ignorantes idólatras de su líder carismático y elocuentes estudiantes universitarios.

Releyendo las estremecedoras cifras resultantes de las investigaciones del Dr. Hernán Méndez Castellanos, citado por el Dr. Mendoza Angulo, se puede llegar apercibir el abismo que fractura a la población venezolana. Ese abismo preexiste al proceso político contemporáneo y, más bien, forma parte de su caldo de cultivo, de su motivación iracunda.

Si se olvidan estas circunstancias, nos encontraríamos, una vez más, ante un enfoque estrechamente politológico, una visión parcial, insuficiente para evaluar al proceso lleno de complejidades socioeconómicas con el que nos enfrentamos.

Creo que no tenemos suficiente perspectiva histórica para evaluar el actual régimen. Pueden discutirse las categorías que adelanta el Dr. Mendoza Angulo para caracterizarlo: Democrático, militarista, revolucionario, izquierdista, nacionalista, paternalista-populista y bonapartista. Pudiéramos estar de acuerdo o no con cada uno de esos rasgos caracterológicos, pero ello no agotaría la discusión, que se nutre cada día con el afloramiento de iniciativas inéditas que, por ejemplo, acentúan el rasgo revolucionario, al avanzar en la liquidación de las viejas estructuras y en el nacimiento de novísimas instancias de poder, en el acentuamiento del centralismo y de la verticalidad del poder, etc.

Creo, sin embargo, que si es un momento propicio para adelantar esta discusión y para no hacer, como siempre, el recuento de lo que ya pasó, de lo pudo haber sido y terminó en frustración. La verdadera utilidad de este debate al que nos convocan la Academia Nacional de Ciencias Económicas y el Dr. José Mendoza Angulo reside en la posibilidad de definir mejor los rasgos de la realidad que confrontamos, para insertarnos en ella con reales posibilidades de incidir en los procesos en desarrollo en un sentido positivo. Desde mi particular punto de vista, para reforzar los rasgos democráticos, socialistas, revolucionarios, izquierdistas y nacionalistas (que a mi manera de ver no son, como refiere nuestro autor, contradictorios) y para combatir las tendencias autoritarias, excluyentes, caudillescas, militaristas y antidemocráticas.

Desde mi punto de vista, el gran peligro del reforzamiento de las señaladas tendencias negativas es que ellas nos conduzcan a una nueva gran frustración y, en consecuencia, a un reflujo pendular hacia las posiciones más retrógradas del espectro político contemporáneo.

Sin embargo, creo que la búsqueda de la justicia y del mejor de los mundos posibles, siempre seguirá siendo una utopía, pero siempre tendrá partidarios un poco ciegos y un poco tontos que lo intentarán una y otra vez, a la manera de Sísifo.

Caracas, 25 de Junio de 2007