Esta novedosa circunstancia nos ha llevado a revisar los fundamentos materiales y financieros de estas diferencias y su reciente evolución. Esto es de gran importancia para evaluar el nivel de acierto e incidencia de estas referencias en la evolución de los precios de la cesta venezolana de crudo y productos y de la cesta OPEP.
CMP, Septiembre 2011
En primer lugar, los conceptos materiales básicos, elementales, en los cuales se fundamentan las diferencias entre los distintos tipos de hidrocarburos:
EL SUSTRATO NATURAL (FÍSICO QUIMICO) DE LAS DIFERENCIAS DE PRECIOS ENTRE LOS DIVERSOS CRUDOS
Densidad, Gravedad Específica, Grados API
Densidad: es la relación unitaria existente entre la masa de un cuerpo o una sustancia y su volumen, es decir, la masa contenida en cada unidad de volumen del mismo, por ejemplo gramos por mililitro o toneladas por metro cúbiico.
Gravedad Específica: es la relación existente entre la densidad absoluta de una sustancia y la densidad de una sustancia de referencia, donde esta última para el caso de los líquidos es el agua y para los gases es el aire.
Por convención, el peso de un litro de agua a 60° F es a su vez la definición de un kilo. La gravedad específica entonces es 1.
“A la presión normalizada de 101 325 Pa (1 atmósfera), el agua líquida tiene una densidad máxima 999,974 9 kg·m-3 a los 3,983 035 °C .”
Es decir un metro cúbico de agua es aproximadamente una tonelada.
Gravedad API: Expresa la relación correspondiente de peso específico de los crudos con respecto al agua. La escala de grados (°API ) fue diseñada por el American Petroleum Institute como lectura inversa de la gravedad específica de los crudos: a mayor peso específico menor gravedad API.
La gravedad específica del agua es 1 y es equivalente, por diseño de la fórmula, a 10° API.
Los crudos se clasifican, según la gravedad API, por la siguiente escala:
Extrapesados < 9,9
Pesados 10 - 21.9Medianos 22,0 - 29,9
Livianos 30 – 39,9
Condensados > 40
Se puede observar que sólo los crudos extrapesados son más densos que el agua.
La fórmula para obtener los Grados API a partir de la gravedad específica es la siguiente:
°API (a 60°F ) = (141,5/Gravedad Específica) - 131,5
°API del agua = (141,5/1) – 131,5 = 10° API
Gravedad Específica a 60 °F = 141,5/(Gravedad API + 131,5)
Gravedad específica de un crudo de 30° API
141,5/(30 +131,5) = 141,5/161,5 = 0,876
A la inversa, si la densidad de dos crudos es de 0,8 y 0,9 gr/ml, esto quiere decir, que cada mililitro de esos petróleos tiene, respectivamente, una masa de 0,8 y
Equivalentes en Grados API:
0,8 gr/ml serían; (141,5/0,8) – 131,5 = 45,375° API
Las diferencias de densidad, peso específico, gravedad API, o como quiera medirse la relación masa-volumen de los crudos son el resultado de su diversa composición química:
Vale la pena recordar que el carbono es el único elemento capaz de combinarse consigo mismo y por eso es el fundamento químico de la vida en este planeta: su inmensa capacidad para establecer enlaces queda reflejada en la multimillonaria variedad de los hidrocarburos vivos.
Los crudos líquidos son un conjunto de mezclas de hidrocarburos fósiles que oscilan, como es obvio, entre los gases y los sólidos: el peso molecular de cada uno de ellos es mayor mientras mayor sea el contenido de carbono en los elementos que forman esa mezcla: el metano es un gas que contiene una molécula compuesta por un carbono y cuatro hidrógenos. En el asfalto, los residuales y el coque, se acumulan aquellos hidrocarburos que en su composición tienen una proporción (en peso) mucho mayor de carbono que de hidrógeno, porque predominan en ellos moléculas muy grandes de 30, 40 o más carbonos.
De tal suerte, los hidrocarburos livianos generan, al ser refinados una mayor proporción de productos líquidos valiosos según los patrones de esta civilización automovilístico-petrolera, fundamentalmente la gasolina, el querosén y los gasóleos y una menor proporción de residuales y asfalto. Precisamente a esa valoración mercantil de los crudos es a la que responde la escala de gravedades del American Petroleum Institute.
Esa diversidad de rendimiento es la que se supone que existe cuando se comparan petróleos de gravedades API diferentes y debería ser el sustrato esencial de las diferencias de precios. En un pasado remoto, las desviaciones de esta regla eran bien delimitadas y se podían establecer diferenciales de vigencia histórica: entre un crudo de 34° API y otro de 23° siempre habrá un gradiente de centavos de dólar por grado a favor del más liviano. La evolución general de los precios en el mercado no modificaba la regla, sino la cantidad de centavos por cada grado de diferencia. El carácter de monopolio universal y el dominio del cartel petrolero internacional acentuaban esa uniformidad establecida fundamentalmente según sus particulares intereses corporativos. En ese entonces no se hablaba de “fundamentos del mercado” para referirse a la oferta y la demanda.Después de los años 70, con las nacionalizaciones en todos los países miembros de la OPEP, la emergencia de nuevos productores independientes y los procesos geopolíticos y socioeconómicos que sucedieron en las dos décadas siguientes, se acentuó lo que en un principio era la excepción y que se llamaba mercado spot u ocasional, el mercado no controlado por el cartel. El petróleo comenzó a cotizarse con más grados de libertad en distintos centros de intercambio mercantil: Nueva York, Londres, Dubai, Singapur. Y no solo para entregas físicas inmediatas o a plazo cierto, sino también como opciones, futuros y toda la larga lista de mecanismos de la financiarización del mercado, hasta llegar a convertirse en lo que es hoy: un commoditie que sirve apenas de justificación material para una espiral de impulsos electrónicos movidos por jugadas especulativas en torno a expectativas y sensaciones de cortísimo plazo. Ahora, los llamados fundamentos del mercado apenas constituyen excusas de 88 a 90 millones de barriles diarios sobre los cuales se monta un intercambio virtual de más de mil millones diarios.
Precisamente, para documentar estas circunstancias, apelaremos a la referencia de los expertos que manejan este mercado y que deben velar por los intereses de sus clientes. Teniendo esto en cuenta citamos un muy didáctico y reciente trabajo de Olivier Abadie de IHS CERA, del cual transcribimos la traducción libre de algunos extractos.
Un cambio de rol en los referentes del crudo:
El futuro del WTI y el Brent
Olivier Abadie,
IHS CERA Director for Downstream Europe
Junio 2011
(Extractos)
Es difícil hallar un crudo de referencia (benchmark) apropiado. Debe de ser uno de calidad aceptable, y tener acceso a un gran mercado refinador, que sea libremente negociable y sin que lo domine un solo productor o comprador. También debe ser muy liquido para los mercados de papel y entrega física. Desde los años 80, los crudos Brent y WTI han servido como referentes para los mercados petroleros, estableciendo el precio base para el petróleo negociado a nivel internacional. El rol del WTI ha sido recientemente cuestionado debido al impacto que en la formación de su precio han tenido restricciones logísticas que lo han desconectado de los mercados globales, dejando al Brent como una referencia de precio global, aparentemente, mejor.
Marcadores globales: La potencial irrelevancia del Brent
El petróleo es un producto básico esencial, y el mundo necesita un referente (benchmark) para el crudo que permita una asignación de precios robusta. Uno de ellos parece estar en problemas, el WTI; el cual luce desconectado de los mercados globales; incluyendo los mercados estadounidenses, y aquellos donde impera el Brent.
Esta desconexión ha llegado a ser más frecuente y crítica, por lo que un número de refinerías y grandes productores de crudo han dejado de usarlo como un referente. Por ejemplo, entre 2009 y 2010, Arabia Saudita; Kuwait e Irak adoptaron el Índice del crudo acido Argus (ASCI, por sus siglas en inglés) para las ventas de crudo que se negocian en la costa del Golfo en Estados Unidos; dejando de lado el WTI. Por ahora, el Brent no confronta las restricciones que padece el WTI; y muchos lo ven como un reemplazo del WTI.
El Brent ya se ha convertido en el punto de referencia dominante para los mercados físicos, por lo más del 60% del crudo físico negociado en el mundo se transa en base al precio del Brent. En los mercados de barriles de papel, el Brent está emparejando los contratos negociados en base al WTI; sin embargo, podemos vislumbrar una reversión de este rol en la próxima década; debido a que el Brent adolecería de un nivel mínimo requerido de liquidez.
Las cuatro características cruciales de un crudo de referencia
Un crudo de referencia (benchmark) debe ser capaz de ser usado y negociado de manera transparente por la mayor cantidad posible de refinadores a fin de apoyar el desarrollo de un sistema de manejo de riesgo y establecimiento creíble y robusto del precio. Las cuatro características claves de un buen crudo de referencia son:
Calidad aceptable: Debe ser fácil de procesar, de manera que le permita a muchos refinadores manejarlo y querer comprarlo. Esto excluye; por ejemplo, a los crudos muy ácidos o extrapesados. Tanto el WTI como el Brent; crudos dulces y ligeros, han sido usados como referencias para similares ácidos y pesados. Esta discrepancia ha arrojado dudas sobre su adecuación para representar crudos ácidos y ha llevado; como ha sido el caso para el WTI, a la creación del ASCI, y para el Brent a repetidos intentos por establecer un crudo de los Urales.
Accesible a un gran mercado refinador: Los crudos de referencia precisan de un mercado refinador grande con vías de comunicación de fácil acceso; que conlleven un aumento del número de compradores y vendedores potenciales. A diferencia del WTI; el cual es negociado en un territorio sin vías costeras marítimas, el Brent tiene acceso costero, lo cual señala que en teoría puede conectar con cualquier mercado.
Negociable libremente; sin un productor o comprador dominante: El dominio ejercido por uno o unos pocos productores evitan que los crudos de mayor grado API usen como referente de precio un determinado benchmark. Su negociación también se ve limitada por restricciones en los destinos de embarque; lo cual impide su reventa.
Generalmente, la presencia de un comprador o vendedor dominante reduce la liquidez y aumenta los riesgos de manipulación del mercado.
Alta liquidez: Esta característica es la más importante, ya que aun crudos de una calidad aceptable que sean accesibles y negociados libremente pueden adolecer de suficiente liquidez, como se ha observado en mercados que han fracasado. La liquidez es esencialmente una medida que revela el número de negocios que libremente transan compradores y vendedores independientes. Para ello, se hace necesario garantizar la existencia de un mecanismo eficiente de asignación de precio y bajo riesgo de manipulación. La liquidez general de un crudo de referencia depende de:
La actividad del mercado físico. La liquidez depende primariamente del número de lotes transables; tal como es determinado por los volúmenes producidos de crudo divididos entre el tamaño de las cargas entregadas. A mayor producción y menor tamaño de la entrega, más lotes estarán disponibles para ser negociados. En tal sentido; el WTI tiene el beneficio de cargas para entregar equivalente a 1000 barriles, mientras que para el caso del Brent; el tamaño correspondiente de las entregas es de 600.000 barriles. De esta manera, en una entrega correspondiente a 50% de crudo Brent; se podrían negociar hasta 300 contratos físicos más de WTI. De hecho, actualmente, menos de dos cargas de Brent parten desde Sullom Voe, un punto diario de negociación del Brent en el Mar del Norte, lo cual remarca el riesgo de una restricción de liquidez. La liquidez es también una función de cuántas veces cada lote es transado; lo cual depende de la dimensión de la cobertura o uso especulativo de un benchmark determinado.
La actividad del mercado de papel. El desarrollo de un mercado de papel promueve un aumento de la liquidez del nivel de transacción de un benchmark y puede compensar las limitaciones de su mercado físico. En 2010 los volúmenes transados de WTI y futuros y opciones con el Brent, tanto en el NYMEX como en el ICE, alcanzaron aproximadamente 7.000 y 1.000 veces sus respectivos volúmenes transados físicamente. Sin embargo, cuando los mercados de papel superaron los mercados físicos, tal como ocurre hoy día, pueden surgir interrogantes acerca del comportamiento de los mercados de papel (financieros) totalmente diferente a las consideraciones de oferta y demanda que subyacen en el mercado físico.
Los contratos abiertos; los cuales son otro indicador de liquidez han seguido una tendencia de crecimiento. En cualquier caso; una alta liquidez ayuda a mantener la estabilidad del mercado, haciendo más difícil que un comprador o vendedor individual afecte los precios unilateralmente.
Un enlace eficiente entre mercados de papeles y mercados físicos. Estos mercados siempre están vinculados por un mecanismo. Para el WTI, lo representa la facilidad con la cual logran que se negocien contratos cuya entrega física se pauta para realizarse en Cushing (Oklahoma). En el caso del Brent; destaca la convergencia que se observa en el precio y los diferenciales en los tiempos de entrega pautados en el mercado de papel en la fecha mensual de cierre y el mercado forward basado en entrega física.
Históricamente el precio del crudo marcador estadounidense West Texas Intermediate (WTI) ha superado entre USD/b 1 y USD/b 2 al indicador europeo BRENT, y entre USD/b 7 y USD/b 8 al precio de la Cesta Petrolera Venezolana (CPV). En 2011, ambas brechas se revierten al punto de alcanzar una desconexión sin precedentes y que pareciera estar intensificándose entre el WTI y los otros marcadores internacionales.
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