De nuevo sobre la "internacionalización"
A raíz de las noticias sobre una posible venta de CITGO, he sido consultado sobre mi opinión en esta materia, razón por la cual concedí una entrevista al Diario Panorama y comparecí al programa Vladimir a la 1, por Globovisión. Ambos textos y el video correspondiente constituyen parte de esta entrada.
Debo decir que se trata de un tema que llevo discutiendo desde 1994, cuando presenté una relatoría, más bien contraponencia, en el IV Congreso Venezolano del Petróleo.
Allí expuse el resultado de mi investigación al respecto, que partió de cifras del Resumen Financiero 1989 presentadas por el Coordinador de Finanzas de PDVSA ante un auditorio de profesores de economía en el que me encontraba presente y posteriormente, de una publicación de Salomon Brothers, agente financiero para la colocación de un papel de negocios por mil millones de dólares emitido por PDV América (Salomon Brothers Inc. Prospectus $1,000,000,000 PDV América Inc., New York, NY, July 1, 1993).
En este mismo blog se encuentra 10 entradas bajo la etiqueta "internacionalización" en las cuales se reproducen parcialmente los materiales producidos por mi desde entonces, algunos de los cuales formaron parte de mi libro "El Poder Petrolero y la Economía Venezolana", el cual es reproducido aquí parcialmente a partir del enlace contenido en la portada que aparece a la derecha de esta columna.
Además, me motivan a volver sobre este tema las renovadas manifestaciones de algunos analistas, como el editorialista de Tal Cual, que ha sostenido varias veces que Citgo es el mejor negocio de PDVSA.
En verdad, después de tantas denuncias infructuosas, a veces se cansa uno de repetir argumentos ante los cuales algunos se hacen de oídos sordo. También en Tal Cual el periodista José Suárez Núñez se desborda en consideraciones mistificadoras sobre el tema, que reinciden en olvidar todas las constataciones del desastre que significó la "Internacionalización" privatista y pretende comparar eso con las políticas del Estado venezolano de vincularse a negocios refineros en su entorno latinoamericano.
La respuesta a esos planteamientos es compleja y larga, pero en resumen, no es cierto que CITGO sea o haya sido un buen negocio para el país. Formó parte de un plan de la meritocracia para eludir "lo que el gobierno se coge", en el lenguaje corporativo internacional, el de las corporaciones extranjeras en cualquier país reservorio de petróleo,"the government take", mermando la participación fiscal, que, aunque Pérez Alfonzo definía como la auténtica participación nacional, para otros era alimento del despilfarro y la corrupción. (cosa que puede ser cierta pero no justifica disminuir la participación nacional en los resultados de la industria) Comprar 19 refinerías casi chatarras, invertir cuantiosas sumas en su modernización, otorgar descuentos para que reportaran ganancias ficticias, por las cuales se paga impuesto norteamericano no puede ser nunca un buen negocio. Refinerías que nunca cumplieron con el supuesto cometido de refinar el petróleo venezolano pesado, porque reciben la parte más liviana de nuestra producción, compra crudos mexicanos, canadienses y árabes a precios internacionales y nos toca vender directamente la parte más pesada de nuestra producción que, desde luego, es de menor valor.... Otra de las razones de la compra de esas refinerías era presionar al aumento de la producción y la disolución de la OPEP. Sigue siendo el argumento diario de algunos ¿como es posible que estemos sometidos a cuotas de producción si podemos refinar cuatro millones de barriles diarios? Claro, eso sin contar hasta donde se hundirían los precios si nos abocamos a una competencia sin lìmites... que afortunadamente para nosotros no interesa a nadie, y menos a los productores norteamericanos de "shale oil".
Una cosa es comprar refinerías chatarra promovida por una gerencia de voluntad privatizadora para eludir la carga fiscal sobre PDVSA y otra cosa bien distinta es que se compren o se alquilen refinerías como parte de una política de Estado, geopolítica en definitiva, para fortalecer la presencia del país en su entorno geográfico inmediato, suramericano, latinoamericano y caribeño. El problema no es simplemente de malos y buenos negocios, cuando priman los intereses estratégicos de la Nación, de defensa de su soberanía política. No es lo mismo agredir a un país aislado que a un país que lidera proceso de integración económica y política (UNASUR, CELAC, ALBA, Mercosur). Los argumentos pican y se extienden y hay que desmenuzarlos en detalle.
Un testimonio de contumacia
Un testimonio de contumacia
Algunos de los argumentos expuestos han sido sostenidos por mi de manera permanente, como ya dijimos, desde 1994. Un testimonio de 2010 lo constituye el siguiente reporte de El Mundo Economía y Negocios:
Entrevista en Panorama
Experto petrolero Mendoza
Potellá:
"Nosotros importamos crudo
desde 1983"
Deivis
Rodríguez / Foto: Eduardo Semprún
lunes 08
de septiembre de 2014 06:10 AM
Deivis Rodríguez / Maracaibo
Deivis Rodríguez / Maracaibo
ACLARATORIA: Lo correcto es "compramos", no importamos, como refiere la crónica del periodista. Se trata de los crudos necesarios para poder operar las refinerías en el exterior.
Con
crudos provenientes de México y otros países subsisten las refinerías
pertenecientes al circuito Citgo, en manos venezolanas y ubicadas en Estados Unidos;
así lo informó el experto petrolero y magíster “scientiarum” en economía de los
hidrocarburos de la UCV, Carlos Mendoza Potellá. El analista aseguró que el
país en la década de los 80 adquirió 19 estructuras refinadoras “chatarras” de
las que ha intentado salir.
Sobre
Citgo dijo que “lo más indignante es la cantidad de Islr norteamericanos que
pagamos sobre unas ganancias inexistentes y eso fue por muchos años, además de
entrega de crudo con descuentos. No fue un buen negocio”.
Potellá,
en exclusiva a PANORAMA, habló sobre la tesis de importación de crudo, la nueva
estrategia petrolera de la nación y el futuro reajuste del precio de la
gasolina, entre otros temas.
—¿Mantener Citgo es un buen negocio para Venezuela?
—Los
únicos que compramos refinerías obsoletas, chatarras en la década de los 80 y
90 fuimos nosotros y en algunos casos se gastó muchísimo dinero para
adecuarlas, modernizarlas, mantenerlas operativas. Ahora estamos tratando de
salir de ellas porque no le producen nada al país. Son negocios que le dejan
ganancias pírricas al país. Tenemos el caso de Citgo (...) y lo más indignante
es la cantidad de Islr norteamericanos que pagamos sobre unas ganancias
inexistentes y eso fue por muchos años, además de entrega de crudo con
descuentos.
—La Memoria y Cuenta del Menpet de 2013 señala que ese año Citgo solo
proceso 30% de crudo nacional y el resto (70%) de “otras fuentes”....
—Para
nadie es un secreto que se compra crudo a México y otros países para cubrir las
necesidades de esas refinerías, su dieta (...). Ahora dicen que México nos está
desplazando en el mercado norteamericano, y cómo no la va a hacer si le estamos
comprando crudo, algo increíble. Eso no es ningún buen negocio (...)
—En el viejo proceso de la “internacionalización” que emprendió Pdvsa,
¿cuántas refinerías compró el país?
—Venezuela,
en esa época, adquirió 19 refinerías en el exterior por menos de 7.000 millones
de dólares. Ya eso te puede decir el tipo de estructuras que adquirimos cuando
una sola y en condiciones aceptables cuesta alrededor de $ 10.000 millones. Al
presidente Carlos Andrés (Pérez) le metieron en la cabeza que eso era una
excelente oferta, un ‘negoción’ y lo convencieron (...) La base fundamental de
esos negocios era quitar al Estado su participación en las ganancias fuera del
país. La idea era minimizar la participación fiscal, su captación de recursos
para luego invertirlos acá en el área social, infraestructura, desarrollo de
otras fuentes alternas.
—El Gobierno hace pocos años vendió unas refinerías en Alemania porque
no generaban beneficios....
—Así fue.
Esas estructuras raras veces procesaban crudos venezolanos y, bueno, el
Gobierno decidió salir de ellas porque no nos generaban nada. Comprábamos a
Rusia crudo que allí se procesaba a unos 13 dólares y al final del negocio la
ganancia eran $ 10, es decir, que veníamos acumulando una pérdida de tres
dólares por barril. Se le hizo una oferta a Rusia para que las compraran y
tampoco fue fácil. Se logró a través de convenios entre los propios gobiernos y
por acuerdos generales.
—¿Cree que para Venezuela será fácil vender Citgo al mejor postor?
—Desconozco
esa información. Eso solo lo saben las autoridades de Pdvsa y del Ministerio
para el Petróleo. Claro, estoy seguro que tampoco se van a hacer negocios para
regalarlas porque allí se ha invertido mucho dinero para adecuarlas en los
últimos 10, 15 años. Son decisiones que tienen que ser bien consideradas,
analizadas, porque forman parte de nuestro patrimonio que se ha constituido en
el tiempo.
—¿Las refinerías de Citgo están preparadas para procesar crudo de la
Faja?
—Otras de
las grandes mentiras es que las refinerías de Citgo sirven para procesar los
crudos pesados. En la década de los 80 se pensó en que servirían para eso y
nunca fue así. Para adecuarlas tendrían que gastarse millonarias cantidades de
dólares y para qué (...) hoy la estrategia va dirigida a diversificar los mercados,
por eso estamos mirando hacia China e India.
—Hay quienes dicen que es un mal negocio salir del mercado
estadounidense y entrar en el chino
—Ha
habido una política oportuna de dirigirse nuestros crudos a mercados en
crecimiento como China e India. A ampliar el abanico de nuevos socios, de no
depender de un solo comprador que nos puede estrangular en cualquier momento.
Es cierto que los embarques de crudo se tardan mucho más que a Estados Unidos
(...) pero con China el Estado evalúa condiciones como seguridad, soberanía,
ganancia, conveniencia y todo eso forma parte de una estrategia (...) estamos
hablando de una de las principales potencias del mundo y medio mundo está
haciendo negocios con ellos.
—Por allí salió que por primera vez Venezuela importará crudo y eso
generó muchas reacciones en el país....
—Es
completamente falso que esta sería la primera vez. Nosotros desde 1983 estamos
comprando petróleo en el exterior para hacer algunas mezclas. Se necesitan
petróleos livianos para mezclarlos con los crudos pesados de la Faja del
Orinoco para poderlo vender. Acá no se está hablando de comprar petróleo
directo para revenderlo o para que nuestras refinerías funcionen, eso no es
así. Es verdad que ya no tenemos tanto petróleo liviano y eso se ve en la declinación
de la producción en occidente, en algunos campos en Monagas, pero se están
haciendo esfuerzos para levantar la producción y eso lleva algo de tiempo.
—¿Cree que vamos en la dirección directa al aliarnos con países
suramericanos para la construcción de refinerías conjuntas?
—Eso
forma parte de la misma estrategia. Venezuela está en negocios con refinerías
en Nicaragua, Ecuador, Uruguay, Brasil, hasta en China. Eso nos garantiza de
que nuestros crudos, en especial, los de la Faja del Orinoco se van a procesar
allí, eso también forma parte del ejercicio político. En la Faja del Orinoco
hay compañías de más de 19 países y están trabajando con Pdvsa (...) eso
demuestra que existe confianza.
—¿Cuál es su opinión sobre el reciente anuncio de un posible ajuste en
el precio de la gasolina?
—Definitivamente
la gasolina acá es regalada y darle un justo valor no es algo sencillo. Es una
medida política muy complicada, que requiere mucho estudio y análisis. Creo que
si se da un ajuste no se desencadenará ese viejo fantasma del Caracazo, los
ciudadanos están concientes de que su valor es muy
bajo.
bajo.
Programa
Vladimir a la 1 por Globovisión
Vladimir a la 1 por Globovisión
http://globovision.com/aseguran-que-citgo-le-ha-dejado-nada-bueno-venezuela/
TRANSCRIPCIÓN DEL PROGRAMA
GLOBOVISION
VLADIMIR A LA 1
Caracas,
10 de Septiembre de 2014
TVRVALA1-m100914
Vladimir Villegas
Conversa con:
Carlos
Mendoza Potellá
Profesor Universitario
Temas:
* Economía
petrolera * Política de internacionalización petrolera * Posible venta de Citgo
*
Buenas tardes queridos amigos bienvenidos a
Vladimir a la 1, hoy vamos a hablar de petróleo y un poco de economía petrolera
básicamente con el doctor, profesor universitario Carlos Mendoza Potellá a
quien le damos la bienvenida, experto petrolero, ¿cómo está usted, y cómo le
va?
Carlos Mendoza Potellá: Muchas
gracias. Bien, bien, muy bien.
Vladimir Villegas: Gracias por haber aceptado
la invitación.
En estos días se habla mucho de petróleo,
entiendo que ha habido una caída de la demanda del petróleo, y por supuesto
también se ha producido una disminución de los precios, y hay previsión de que
esta situación se mantenga. Me gustaría hacer un comentario primero sobre este
tema y cómo nos puede impactar esto.
Los precios nuevos se han convertido en el costo
marginal que determina los precios en el mediano y largo plazo.
Vladimir Villegas: En el caso de Venezuela
qué porcentajes hay ahora de petróleos nuevos y de petróleos que pudiéramos
llamar tradicional o viejos.
Carlos Mendoza Potellá: Más del
40% de nuestro petróleo son ya de la Faja del Orinoco y tienen que ser
procesados mediante Mejoradores y para eso tenemos ya unos 600 mil barriles
diarios de capacidad para procesarlos, o mediante mezclas cuando los
Mejoradores no están listos todavía.
Esa es una de las razones por las cuales a veces
hay que importar diluentes, ese diluente por ejemplo fue durante un tiempo
Nafta y ahora se está pensando en crudos livianos procedentes de países que
producen crudos muy livianos.
Vladimir Villegas: Los que no somos expertos
petroleros, los que no sabemos mucho de ese tema, a uno le llama la atención ¿cómo
es eso que un país petrolero tiene que importar petróleo?
Carlos Mendoza Potellá: No es
para importarlo, es para poder producir los extra pesados que tiene. El
petróleo de la Faja de 4 grados no entra a una Refinería, para poder entrar
tiene que ser mejorado o mezclado, como los Mejoradores no están listos, porque
los Mejoradores se han comenzado a construir y están allí una cantidad de
empresas de diversos países en la Faja en ese proceso, y esos Mejoradores son
4, 5, 6, 7 años de duración de su construcción, no sé cómo está el programa
ahorita, no sé cuáles son los que van a entrar en producción en los próximos
años, pero cierto que todavía no están listos, y cierto entonces que se
necesita diluentes.
Nuestro petróleo liviano del Norte de Monagas ha
servido hasta ahora como diluente, se mezclan, pero no es suficiente, y cuando
sigue incorporándose petróleo extra pesado, la necesidad del diluente pasa ya
de nuestras capacidades internas y tenemos que buscarlo en otros sitios pues,
si es que queremos seguir aumentando la producción de la Faja de inmediato, la
otra opción es esperar a que esté lista el Mejorador, pero esa no es una opción
económica, hay que mantener el ritmo del desarrollo.
Vladimir Villegas: ¿Como valora usted la
política petrolera venezolana de los últimos años? por lo menos desde que el
presidente Chávez llegó al poder, ¿cuál ha sido el saldo de esa política
petrolera? Bueno, se había prometido por ejemplo que íbamos a aumentar la
producción, se ha financiado a través de la política petrolera programas como
la Misión Vivienda y otras Misiones, el caso de Barrio Adentro, etcétera,
también PDVSA se ha ocupado de compra y distribución de alimentos, ¿esos roles
distintos han sido favorables o han perjudicado a nuestra industria?.
Carlos Mendoza Potellá: No creo
que la haya perjudicado, pero esos roles tienen que ver en ir en contra de la
dirección que se tenía antes, la dirección que se tenía antes era producir más
petróleo, gastar más en petróleo, invertir más afuera y este el caso de las
refinerías que ya hablaremos, y podemos comenzar a hablar incluso con cifras.
Vladimir Villegas: Claro cómo no, aquí
tenemos unos gráficos que usted trae.
Carlos Mendoza Potellá: Si, este
es el gráfico fundamental en cuanto al destino del ingreso petrolero. Cuando
recibimos la industria petrolera en 1976, más del 74% del ingreso era
participación fiscal, y menos del 18 eran costos.
En la medida que avanzamos en la PDVSA
meritocrática comenzaron a crecer los costos, entre otras cosas porque se
comenzaron a desarrollar planes ambiciosos como el Mega Proyecto de la Faja del
Orinoco y aquí ya en 1989, en particular 1986, se ve el salto que dan los
costos motivado a la compra de refinerías en el exterior, que para alimentarlas
tuvimos que comprar crudo en Canadá, México, Estados Unidos.
Entonces no es la primera vez, por cierto yo
tengo aquí desde cuándo estamos comprando petróleo en el exterior para
alimentar una capacidad de refinación superior a la nuestra. ¿Con qué
intención? La intención era que si tenemos una capacidad de 4 millones de
barriles diarios de refinación ¿por qué estamos exportando solo dos o porqué
estamos produciendo tres? vamos a producir más, no importa, pero entonces ¿y la OPEP?.
Ah, bueno la OPEP no importa, se destruye la OPEP pero como diría Ramón Espinasa el Planificador Mayor de PDVSA en esa época, compensaremos la caída de los precios con mayor producción, esa fue la filosofía….
Ah, bueno la OPEP no importa, se destruye la OPEP pero como diría Ramón Espinasa el Planificador Mayor de PDVSA en esa época, compensaremos la caída de los precios con mayor producción, esa fue la filosofía….
Vladimir Villegas: Bueno eso fue una política
a que los precios llegaran incluso a 7 dólares el barril.
Carlos Mendoza Potellá: A 7
dólares porque las estadísticas dicen 10, porque hablan de la cesta venezolana
de crudos y productos, pero el crudo como tal llegó a 7 dólares en 1998.
Vladimir Villegas: Quiero que entremos y
quizás lo vamos a profundizar en la segunda parte del programa, entremos en el
tema de la internacionalización petrolera que es muy interesante, a propósito
de los planteamientos que ha habido con respecto a la posibilidad de que se
venda o no se venda Citgo, y que hagamos un paneo por lo que fue las
adquisiciones de refinerías en Alemania, las adquisiciones de refinería en el
Caribe, pero me gustaría también que usted nos descifrara un poco cuál es la
verdad, verdadera –valga la redundancia- con respecto al regalo de petróleo a
Cuba; en esa silla estaba sentado Julio Borges el lunes, insistiendo que parte
del problema que se tiene que resolver es que si se va aumentar la gasolina,
primero tendría que dejar la regaladera de petróleo. ¿Se regala el petróleo
venezolano?
Carlos Mendoza Potellá: El hecho
de que nosotros usemos el petróleo con fines geopolíticos es una cosa que la
hace cualquier país del mundo, y nuestros fines geopolíticos tienen que ver con
nuestro entorno latinoamericano, que es preferible regalar el petróleo en otros
mercados a través de descuentos como hacemos con las refinerías en los Estados
Unidos, y como ya vamos a ver cuánto le descontamos y cuántos pagos
injustificados hacemos al Impuesto sobre la Renta norteamericano sobre
ganancias inexistentes, o participamos en negocios refineros en Uruguay,
Jamaica, Cienfuegos o en Brasil en el marco de una política
latinoamericanistas, suramericanista en donde entregamos petróleo, convenios no
de precios preferenciales, sino de condiciones de pagos preferenciales; no es
regalado, eso no es cierto; claro, son condiciones de pagos preferenciales;
pero el problema no es el negocio, el problema es geopolítico, el problema es
de nuestros intereses y de nuestra identificación, nuestros intereses
caribeños, nuestros intereses suramericanos, nuestros intereses
latinoamericanos, no es un problema de negocios, es distinto por ejemplo la
política de un grupo de gerentes de mentalidad trasnacional que quiere quitar
la participación fiscal, porque considera que eso es lo que el gobierno se
coge, o incluso lo dicen en los términos que hablan las transnacionales, de
government time y entonces hay que disminuir eso que el gobierno se coge.
¿Cómo se hace? Vamos a multiplicar inversiones
de cualquier tipo en cualquier lugar y una de las principales en refinerías.
Vladimir Villegas: Tenemos que hacer una
pausa doctor Mendoza Potellá, al retorno vamos a hablar precisamente de esa
política de internacionalización petrolera, por cierto muy bien descrita en
este material que el doctor me dio antes de comenzar el programa hace unos
días, lo he estado estudiando.
Vamos a
la pausa y ya venimos.
Continuamos con el doctor Carlos Mendoza
Potellá, experto petrolero; vamos a hablar de la internacionalización
petrolera, pero antes nos quedó pendiente, porque en medio de la conversación
quedó ese punto, la política de PDVSA en materia de Misiones que si eso era
adecuado o no, si el balance ha sido positivo.
Carlos Mendoza Potellá: Juan
Pablo Pérez Alfonzo sostenía que la verdadera participación de los venezolanos
en el negocio petrolero es la participación fiscal, pero la participación
fiscal para una compañía petrolera es como te dije lo que el gobierno se coge;
esa percepción empresarial privatista se mantuvo en los gerentes que hasta 1975
fueron presidentes, vicepresidentes de Shell y de Creole Petroleum Corporation
y pasaron a ser presidentes y vicepresidentes de Maraven y Lagoven y se
cambiaron la camisa el 1 de Enero de 1976, pero la mentalidad se mantuvo y
comenzaron inmediatamente, como se ve aquí en esta gráfica, a presionar a
mayores inversiones petroleras fueran o no rentables para disminuir lo que el
gobierno se coge. ¿Qué es lo que el gobierno se coge? La participación fiscal,
y no le bastó con las inversiones internas, con comprar por ejemplo en 1982
diez mil millones de dólares en tubería porque a alguien le interesaba vender
válvulas, y ese tipo de cosas, sino que entonces pensaron en comprar refinerías
chatarras.
Se compraron 19 refinerías por menos de 7 mil
millones de dólares, eso qué te puede decir, ¿qué tipo de refinerías eran esas?
chatarra.
Vladimir Villegas: La de Alemania por ejemplo
la Ruhr Oil era chatarra.
Carlos Mendoza Potellá: No, esa
era peor, ese era un sistema que lo llaman el net back el retorno neto.
Nosotros enviábamos el retorno a esas refinerías
en donde éramos socios de la Veba Oil la compañía conjunta de llamba Rurh Oil, y entonces, enviábamos el petróleo allá,
el socio y nosotros refinábamos, vendíamos los productos y venía el retorno
neto.
Un petróleo que vendido directamente costaba 14
dólares nos proporcionaba un retorno neto de 11 dólares, bueno vamos a seguir
sobre eso, pero yo quiero mantener tu pregunta, de qué esa es la idea, la idea
de disminuir la participación fiscal, porque la participación fiscal es fuente
de corrupción, porque la participación fiscal es para pagar subsidios, misiones,
lo que sea, eso es malo, tú sabes que los empresarios son enemigos de pagar
impuestos, siempre lo han sido y en Estados Unidos tú ves esa pugna entre los
Republicanos y Demócratas sobre quién paga impuestos y no paga impuestos.
Bueno, ellos se conducían desde la cúpula de la
empresa estatal como empresarios privados, todo lo que pudiera mermar la
participación fiscal era positivo para ello; comprar 17, 19 refinerías en el
exterior, arrendar la de Curacao construida en 1916 era un negocio porque fue
un conjunto de circunstancias.
El presidente del Banco Central Díaz Bruzual el
que llamaban “El Búfalo” llegó y obligó a PDVSA a que fondos que mantenían en
el exterior fueran nacionalizados y fueran depositados en las bóvedas del Banco
Central, eso fue lo que disparó buscar otras maneras de hacer negocios en el
exterior, y eso de buscar otra manera de hacer negocios en el exterior aunque
no fueran rentables para el país, eran inmensos negocios.
Vladimir Villegas: Esas compras de refinerías
por ejemplo?
Carlos Mendoza Potellá: Claro.-
Vladimir Villegas: En el caso específico de
la Citgo que es la que ha estado en estos días….
Carlos Mendoza Potellá: Citgo es
un nombre que viene de una corporación norteamericana City Services que la
fundó hacía mucho tiempo, una de esas refinerías fue adquirida en el 85 y el
nombre de Citgo sirvió como paraguas para las inversiones venezolanas en
Estados Unidos, pero son distintas refinerías.
Vladimir Villegas: Entiendo que esta empresa
tiene alrededor de 14 mil estaciones o tenía.
Carlos Mendoza Potellá: No, no
es cierto, PDVSA hizo convenios con una empresa que se llama Seven Eleven para
que embanderara así como hacen aquí las….
Vladimir Villegas: Seven Eleven es muy común
en Estados Unidos.
Carlos Mendoza Potellá: Si, y
aquí también, aquí tú ves Bombas Texaco y Bombas BP cuando ni Texaco ni BP
tienen activos aquí, simplemente la marca BP y la marca Texaco se venden en esa
bomba, pero la gasolina es producida en Puerto La Cruz o en El Palito o en
Amuay, y no es que tengamos nosotros Estaciones de Servicio sino convenios de
embanderamiento en turismo.
Vladimir Villegas: El petróleo que se refina
en esas refinerías ¿de dónde es el que se refina en la Citgo?.
Carlos Mendoza Potellá: ¿Te puedo
leer algo…?
Vladimir Villegas: Sí, como no,.
Carlos Mendoza Potellá: Del
informe que yo te di, una de las peores mentiras que se hace sobre eso, es
decir eso. Una parte muy significativa 35% equivalente a 2.2 mil millones de
barriles del volumen total de crudo exportado bajo los auspicios del programa
hasta el 2004, que es este informe que tienes en la mano, se compone de crudos
ligeros y medianos.
Vladimir Villegas: Quiero hacer una
precisión, este informe fue el que presentó el entonces ministro de Energía y
Petróleo Rafael Ramírez ante la Asamblea Nacional en el año 2005.
Carlos Mendoza Potellá: No, ese
informe lo realizó la Asamblea Nacional encabezado por el diputado Rodrigo
Cabezas (habla Vladimir también)
NOTA CMP:
INSERTO AQUÍ EL ENLACE CON LA PUBLICACIÓN A LA CUAL NOS ESTAMOS REFIRIENDO EN ESTA PARTE DE LA ENTREVISTA
NOTA CMP:
INSERTO AQUÍ EL ENLACE CON LA PUBLICACIÓN A LA CUAL NOS ESTAMOS REFIRIENDO EN ESTA PARTE DE LA ENTREVISTA
https://mail.google.com/mail/u/0/?ui=2&ik=469d3157d0&view=att&th=1485bdabe7cd2c01&attid=0.1&disp=inline&realattid=f_hzvm4eht0&safe=1&zw
Vladimir Villegas: Es parte del Informe en la
Asamblea Nacional de Rodrigo Cabeza a propósito de una comparecencia del
presidente de….
Carlos Mendoza Potellá: Si, si,
para eso se convocó al Ministro. Bueno y entonces dicen ellos ahí: Se compone
de crudos ligeros y medianos de 25 grados o más cuya colocación con terceros,
mediante mecanismos comerciales normales, no hubiera planteado ninguna
dificultad.
La mayoría de los volúmenes venezolanos que
PDVSA ha enviado a Ruhr Oil en Alemania desde 1983 hasta el 2004, han sido
crudos livianos los cuales también han representado el 70% del proceso de
refinación Isla de Curazao desde 1986, de hecho a partir de 1986 las refinerías
de PDVSA en los Estados Unidos han sido el destino más importante para las
exportaciones venezolanas de crudos con gravedad superior a 25 grados.
A finales de la década de los años 80 la proporción de exportaciones
venezolanas de crudos ligero enviados a filiales de PDVSA en Estados Unidos,
sobrepasó el 90%.
Es una de las falacias más grandes esade que esas refinerías serían adoptadas para refinar crudos pesados, son unas refinerías antiquísimas, la refinería de Curazao que la tenemos que devolver en el 2019 fue arrendada en el 85 hasta el 2019 no sé por qué no fue 25, sino 24. Bueno lo cierto 34, lo cierto del caso es que será devuelta, la vamos a devolver de punta en blanca. Pero es una refinería chatarra que yo creo que la agarramos delante de la aplanadora, no arrendamos la de Aruba porque la Exxon ya le pasó aplanadora, cuando llegamos la Shell le iba a pasar aplanadora a la de Curazao y dijimos un momentico dámelas a mí.
Es una de las falacias más grandes esade que esas refinerías serían adoptadas para refinar crudos pesados, son unas refinerías antiquísimas, la refinería de Curazao que la tenemos que devolver en el 2019 fue arrendada en el 85 hasta el 2019 no sé por qué no fue 25, sino 24. Bueno lo cierto 34, lo cierto del caso es que será devuelta, la vamos a devolver de punta en blanca. Pero es una refinería chatarra que yo creo que la agarramos delante de la aplanadora, no arrendamos la de Aruba porque la Exxon ya le pasó aplanadora, cuando llegamos la Shell le iba a pasar aplanadora a la de Curazao y dijimos un momentico dámelas a mí.
Esas refinerías las hemos construido nosotros
con nuestra sangre, con sacrificio fiscal y es una refinería moderna hoy en
día, que se la vamos a devolver en el 19 a Curazao.
Vladimir Villegas: Tenemos que ir a la pausa
doctor Mendoza Potellá, al retorno conviene o no mantener la Citgo como empresa
venezolana. Vamos a la pausa y ya regresamos.
Continuamos
con el doctor Carlos Mendoza Potellá. Bueno, conversando aquí en el interín.
Doctor Mendoza antes de continuar, ayer me
visitó una señora de Santa Lucía del Tuy, ellos están planteando pues, que
hasta ahora tienen una grave problemática con el agua, les habían prometido que
se iban a beneficiar con obras de Hidrocapital y están pidiendo que las
autoridades tanto locales como regionales y nacionales le den respuesta a la
problemática del agua allá en Santa Lucía, así que bueno, esperemos pues que se
pueda dar respuesta a la señora Encarnación Gárate que me visitó ayer y
vamos a ver si hacemos algo con más en
profundidad sobre este tema que también es importante.
Doctor Mendoza Potellá ¿es negocio mantener
Citgo? ¿fue un buen negocio comprar esta refinería? ¿se va a mantener? ¿cuánto
le deja a Venezuela?.
Carlos Mendoza Potellá: Nunca
fue un buen negocio, siempre fue un desaguadero, toda la vida.
Vladimir Villegas: ¿Por qué lo mantenemos?
Carlos Mendoza Potellá: Esa es
otra circunstancia, ha sido difícil salir de ella, yo soy testigo presencial
cómo Embajador en Rusia de los intentos de Rafael Ramírez de venderle a la
compañía privada que nos vendía el petróleo ruso, a las refinerías de Alemania
venderles esas refinerías, y los rusos miraban para el cielo y cómo logramos
vender, con un acuerdo de gobierno a gobierno, a la compañía estatal rusa por
intereses conjuntos del estado venezolano, que te dije que era una de las
peores cosas, que hace años que no enviamos petróleo para allá, nosotros
refinamos allá petróleo ruso hace más de 15 años y era un pésimo negocio.
Vladimir Villegas: En el caso de la alemana.
¿Cuál es la diferencia entre el negocio que se hizo con la alemana y la que se
hizo con Citgo?
Carlos Mendoza Potellá: Al
principio enviábamos petróleo nuestro en Alemania, pero a donde si enviamos
petróleo es a las empresas de Citgo con la idea, con el propósito de ir
aumentando eso, incluso violando las cuotas OPEP. Sin embargo no pudimos y no
pudimos porque esas refinerías no están diseñadas para refinar crudos pesados
venezolanos, y entonces tuvimos que comprar crudos mexicanos, tú sabes que esto
es un chiste muy bueno, porque siempre los tipos dicen ¿Por qué es qué estamos
perdiendo mercado en los Estados Unidos? Los crudos mexicanos entran en los
Estados Unidos, pero ¿como no van a entrar, si el principal comprador de crudo
mexicano desde los Estados Unidos es Citgo?. Y yo decía, bueno chico ese tipo
de cosas, de contradicciones que hay, pero yo te voy a hablar de la pregunta de
base, yo vengo denunciando esto, te voy a decir, desde 1994, pero Rafael Darío
Ramírez, el padre del actual Canciller, fue el Comisario de PDVSA en 2001, él
murió precisamente en ese año, y él hizo un estudio de ese negocio que ya era
un negocio gigantesco.
Aquí están, desde 1998 al 2001, pero vamos
agarrar el 2001, resulta que en el 2001 nosotros le vendimos a nuestras
refinerías en el exterior 1 millón 26 mil barriles diarios, y eso produjo 27
mil millones de dólares de ingresos totales y 638 millones de ingresos netos,
tú te imaginas un negocio que tú me vas a dar 27 mil bolívares ahorita y en el
próximo programa dentro de un año me vas a invitar y yo te voy a traer 27 mil
600 bolívares.
Eso fue en el 2001. Pero resulta que ni eso es verdad, porque esos 638 fueron financiados con los descuentos, que significaban 3, 4 dólares por barril respecto al precio que hubiéramos obtenido en el mercado, de 936 millones de dólares.
Pero además como eran unas refinerías chatarras ese mismo año tuvimos que invertir 517 millones de dólares (….)
Eso fue en el 2001. Pero resulta que ni eso es verdad, porque esos 638 fueron financiados con los descuentos, que significaban 3, 4 dólares por barril respecto al precio que hubiéramos obtenido en el mercado, de 936 millones de dólares.
Pero además como eran unas refinerías chatarras ese mismo año tuvimos que invertir 517 millones de dólares (….)
Vladimir Villegas: Lo cual no se calcula en el precio y en el sistema de operatividad de la refinería.
Carlos Mendoza Potellá: Nosotros
hemos estado todo este tiempo perdiendo, desde esa época, pero las cifras de
este año del 2012, 2013 te indican pérdidas netas. En el 2012 pérdida 1.082 millones, este es el
estado de resultados del sector internacional de PDVSA.
En el 2013 despues que se han hecho esfuerzos de vender
refinerías y todas estas cosas, el resultado neto fue 145 millones de pérdidas,
sobre negocios de 53 mil millones de dólares producen pérdidas netas. ¿Por qué
hay pérdidas netas? Por los descuentos, porque pagamos impuesto norteamericano,
esto es una cosa increíble….
Vladimir Villegas: Para no declarar la quiebra se paga impuesto sobre supuestas
ganancias.
Carlos Mendoza Potellá: Claro
¿Por qué se declaran supuestas ganancias? Porque la Security Exchange Comission, la
Comisión de Valores de los Estados Unidos, te obliga a declararte en bancarrota
si tu pasas dos años sin declarar ganancias. Para no declarar a Citgo en
bancarrota le damos descuento, declaran impuestos, pagan impuestos y aquí están
los pagos de impuestos adicionales a los normales de hasta 250 millones de
dólares.
Vladimir Villegas: ¿Por qué no vender esa
refinería, por qué mantenerla, qué trae de bueno mantener Citgo?
Carlos Mendoza Potellá: Nosotros
hemos tratado de venderla, el país ha estado tratando de vender todas esas
empresas, ya te dije lo que pasó con la de Alemania. Se vendió Lyondell que era
uno de los peores negocios, porque gran parte del descuento se le daba al propio
socio americano. La que está en Saint Croix, en Islas Vírgenes, Hovensa se paralizó de
común acuerdo con el socio, Amerada Hess, porque no era negocio ni para el socio ni para
nosotros.
Vladimir Villegas: Como está el tema lo voy a
enlazar no sé si tiene que ver, pero….
Carlos Mendoza Potellá: Todavía
no te he respondido.
Vladimir Villegas: Ya va, pero es que quiero
preguntarle con respecto al tema de Cuba, porque hay gente que dice que se le
está regalando petróleo a Cuba ¿dónde se ha perdido o dónde se ha dejado de
ingresar más dinero por los acuerdos petroleros Petrocaribe que incluye Cuba ….
Carlos Mendoza Potellá: Petrocaribe
pues.
Vladimir Villegas: Y por ejemplo los acuerdos
que se hicieron también con Centroamérica o con estas pérdidas de recursos en
Citgo.
Carlos Mendoza Potellá: 100
veces más con Citgo claro que sí, pero es que tú estás viendo pérdidas chico por
mil millones en el 2013, esas pérdidas vienen desde siglos antes, desde el
comienzo vale, y eso lo ves tú en la caída de la participación fiscal.
Vladimir Villegas: Que le ha dejado de bueno
entonces Citgo a Venezuela?
Carlos Mendoza Potellá: Nada.
Vladimir Villegas: ¿Usted la vendería?
Carlos Mendoza Potellá: Ahí está
el problema es que no me has dejado contestarte, ese patrimonio lo hemos
construido con sangre, con sacrificio de la participación fiscal, pero es un
patrimonio y ya se dice que tiene un valor aproximado entre 8 y 10 mil millones
de dólares.
¿Quiénes son los que discuten que se venda o no?
Los partidarios de tener un anclaje en el mercado norteamericano, un mercado
que nos está expulsando por otro lado, porque está comenzando a autoabastecerse
y a buscar nuevas alternativas, nosotros hemos estado dirigiéndonos a mercados
emergentes nuevos como la India y la China.
Vladimir Villegas: Nos está expulsando o
estamos buscando otros mercados?
Carlos Mendoza Potellá: No, nos
está expulsando directamente, esa es una dinámica de mercado en donde ellos
están tratando de mantener su independencia energética, y para mantener su
independencia energética están desarrollando prioritariamente sus recursos
nativos, nosotros no vamos a esperar que terminen de desarrollar sus recursos
nativos para encontrarnos que no tenemos a quien venderle, a pesar de que
tengamos la refinería allá.
El petróleo se vende solo chico, nosotros no
necesitamos tener esas refinerías, ahora venderlas tampoco podemos regalarlas,
para poderlas vender si queremos venderlas, si es la política, si es la
estrategia oficial vender esas refinerías tenemos que hacer un estudio
delicado, de un estudio como el que se está haciendo con Goldman Sachs lo que
sea, hay quienes dicen que eso nos quita un espacio estratégico dentro del
mercado norteamericano, hay quienes dicen que eso no es necesario, que hay
convenios de suministros y aunque tú no tengas refinerías tienes que cumplir
con esos convenios de suministros y puedes enviar petróleo sin necesidad de
otorgar descuentos para que todas esas refinerías den beneficios.
Vamos a una pausa y vamos a ir a la
participación de la audiencia, tiene muchas preguntas aquí para nuestro
invitado Carlos Mendoza Potellá.
Continuamos con el doctor Carlos Mendoza Potellá,
experto petrolero, Magister en Economía, fue embajador en Rusia y Arabia
Saudita. Habla ruso, profesor.
Carlos Mendoza Potellá: Si,
porque yo estuve exiliado ahí desde el 67 al 69, salí de la cárcel para allá.
Vladimir Villegas: Pero aquí vamos a hablar
en español.
Carlos Mendoza Potellá: A mi
esposa no le gusta que yo diga que yo diga que estuve en la cárcel, porque pueden pensar que es que estuve como ladrón o algo así.
Vladimir Villegas: Preso político durante la
dictadura.
Carlos Mendoza Potellá: No, vale,
durante Betancourt y Leoni, por guerrillero, vale.
Vladimir Villegas: Papá también estuvo preso
en esa época, pero bueno.
Sanz: ¿Qué opina usted de la calidad de vida y
el caos que estamos viviendo?.
Antonio Pinto: Doctor Potellá usted me puede
explicar qué es la revolución del crudo del Esquistos en los Estados Unidos.
Carlos Mendoza Potellá: Si
puedo, rápidamente esa es la conchita donde se fundamentan los yacimientos
convencionales del petróleo, esa es la roca madre, ese es el petróleo que no ha
nacido, lo que hay ahora es que hay unas tecnologías de perforación horizontal
y una tecnología de inyectar agua a alta presión que destruye esas rocas poco
porosas y permite sacar un petróleo que de otras formas no se podía sacar, ese
es lo que la tecnología le ha ido ganando a la naturaleza.
Juan Silva: Por qué no suben la gasolina ya hay
miedo político?
Carlos Mendoza Potellá: Esa es
una decisión política, yo soy un experto petrolero no un político, sí, hay que
estudiar mucho eso, es una decisión complicada porque tiene que ver con el
transporte público, con el mejoramiento de las vías, que haya suficiente
transporte para la gente, que no necesite automóviles y hay muchas cosas que
están en juego no es tan sencilla esa respuesta amerita un programa.
Douglas Pérez: Excelente ese corte de cabello
bueno de lo poco que hay ahí dice, fue en una refinería que me lo hicieron.
El entrevistado ¿que sabe de petróleo sintético?.
Carlos Mendoza Potellá: Sintético
es cualquier petróleo como por ejemplo el de la Faja que es un petróleo que se
extrae, tiene 8 grados y hay que llevarlo a un Mejorador eso lo llaman
sintético. Para producir un petróleo de 37 grados a partir del petróleo nativo
original de 8, 4 grados esa es una terminología simplemente llaman sintético
porque hay un proceso intermedio entre el petróleo original y la refinería.
Javier José Lozada: No es usura producir
petróleo a 20 dólares y venderlo a 100?
Carlos Mendoza Potellá: Esa es
la herencia de las transnacionales, 19, 20 es el costo promedio en Venezuela, pero
4 y 2 es el costo por ejemplo en Kuwait, Arabia Saudita y en Estados Unidos el
costo es 77 dólares promedio y ahí tienes tú una de las razones por las cuales
el precio del petróleo no puede bajar mucho más.
Jesús Esmal: ¡Qué hay de cierto sobre la venta
de Citgo y qué beneficios podría traer al país?
Carlos Mendoza Potellá: Es una
cosa a considerar el precio de Citgo.
Antonio Pinto: Por qué usted dice que el crudo
de los Esquistos de Estados Unidos es
una garantía de estabilidad para los precios del petróleo.
Carlos Mendoza Potellá: Acabo de
decir, por el costo de producción.
Delta Orinoco: Que orgullo que contemos con un
venezolano de la talla de Potellá.
Jesús Eduardo Jaimes: Venezuela tiene reservas
certificadas por 230 años, la preocupación es asegurar el futuro de los
venezolanos, conciencia y paz.
Rosana Solano: Ahora si estamos bonitos, en los
hospitales están los de la Reserva para
vigilar y que no entre ningún tipo. Ah, bueno este es otro tema.
Javier José Losada: Cuántos petróleos de las
reservas venezolanas deben ser mejorados para ser comercial.
Carlos Mendoza Potellá: Las 2/3
partes por ahora, porque ahorita se está produciendo….
Vladimir Villegas: Ah, la crítica de Rosa
Solano tiene que ver con la falta de medicamentos en los hospitales.
Juan Pirela: La posible venta de Citgo ¿no es
una privatización parcial de la industria? ¿qué diferencia hay con la política
de privatización de los 90 los llamados convenios operativos?.
Carlos Mendoza Potellá: La
privatización tiene que ver con hacer privado algo que es público, y el
patrimonio público venezolano se estaba privatizando y lo que se compró en el
exterior, es una cosa manejada en función de intereses externos que les produce
beneficios gigantescos, yo no estoy diciendo que Citgo sea un mal negocio, es
un tremendo negocio de 120 mil millones de dólares pero no para nosotros, y
entonces ¿qué es lo que estamos perdiendo? allí hay un patrimonio grande
nuestro, tenemos que considerar si nos conviene o no, y eso se está haciendo se
está estudiando.
Vladimir Villegas: Si le pidieran una opinión
definitiva ….
Carlos Mendoza Potellá: No la
puedo dar porque yo no tengo los patrones políticos sobre los cuales tiene que
tomarse en cuenta qué es lo que se va a hacer con eso, eso depende si a
nosotros nos interesa estar encadenados al mercado norteamericano, si
consideramos que no tenemos posibilidades de vender ese petróleo en otros
mercados, si consideramos que la diversificación de mercados no nos conviene es
decir, esa es una operación mercantil factible, viable que se puede hacer o no
se puede hacer según las conveniencias del gobierno en un momento determinado
el Estado venezolano.
Douglas Pérez: La PDVSA de hoy como está
realmente, es beneficioso o no la venta de Citgo, cuál es el aporte de las refinerías.-
Vladimir Villegas: Por lo menos vamos a
concentrarnos con el tema de PDVSA, cómo está la industria hoy.
Carlos Mendoza Potellá: La
industria está en una situación un poco complicada porque sus yacimientos
convencionales están en proceso de declinación, y cada año la tendencia a la
declinación de los yacimientos de Monagas y del Zulia es de 25% interanual, lo
cual quiere decir que si en 4 años no hacemos nada, nos quedamos sin reservas
en esos sitios, y cada año se hace nueva perforación, nuevo reacondicionamiento,
nueva inyección de vapor, de agua y ese tipo de cosas y la declinación no es
tan pronunciada, pero esos yacimientos no van a durar por ejemplo El Furrial
que es nuestro yacimiento más importante actualmente nuestro campo más
productivo, según los datos de la propia PDVSA tiene una vida estimada de 10
años y produce casi 300 mil barriles diarios, pero los produce violentamente y
se va a quedar sin petróleo a muy corto plazo,
pero eso indica que tenemos que hacer nuevas inversiones y eso quiere
decir que nuestros costos tanto en Maracaibo como en Oriente del Norte no en la
Faja, van a ir creciendo y van a ser difíciles de extraer, a nosotros nos queda
petróleo por ejemplo en algunos yacimientos que tienen 100 años en Bachaquero y
en una cosa de esas que todavía le quedan 80, 60 años de vida.
Pero resulta que tenemos unos yacimientos extra
pesados que ya están formando la parte fundamental de nuestra producción y que
le quedan 400, 500, 600 años de vida, lo que pasa es que es mucho más costoso,
hay que hacer grandes inversiones y no es tan fácil aumentar el nivel de
producción actual, nosotros lo que estamos haciendo en este momento con la Faja
es ir sustituyendo la caída paulatina de nuestros crudos livianos y cada día
más nuestra producción va a ser más pesada.
Douglas Pérez: Por qué importamos gasolina y
cuál es la estrategia en materia de petróleo?
Carlos Mendoza Potellá: No es
que importamos gasolina eso no es cierto, importamos aditivos para producir
gasolina en particular Alquilatos, importamos un tipo de gasolina que es Nafta
para las mezclas del crudo de la Faja, precisamente una de las cosas que se
está tratando de sustituir es no importar Naftas e importar crudo que es
liviano para la mezcla pero son razones operativas que requieren para poder
complementar nuestra producción nacional.
Alexander pregunta: Por favor pregúntale sobre
conversión profunda y sobre cráqueo catalítico?
Carlos Mendoza Potellá: Son
clases de refinación.
Vladimir Villegas: Tema profundo.
Carlos Mendoza Potellá: La refinación es separación que es la
destinación atmosférica que sólo saca del petróleo lo que el petróleo tiene
adentro. Pero la conversión profunda es el que fragmenta, fractura, destruye y
por eso se llama craqueo, cracking, en verdad esa no es la palabra es desintegración
catalítica en español, pero estamos acostumbrados a hablar de craqueo catalítico.
Allá en Puerto La Cruz tenemos la Planta de
Cracking y cosa de esa, bueno es simplemente un proceso que aumenta la
producción de gasolina y de kerosene de productos livianos a partir de un crudo
que de otra manera no produciría sino una pequeña cantidad.
Vladimir Villegas: Bueno tenemos que hacer
una pausa y al retorno continuaremos conversando con el doctor Carlos Mendoza
Potellá, experto petrolero.
Carlos Mendoza Potellá: Eso de experto no me gusta.
Vladimir Villegas: Conocedor, pues.
Ya en la parte final del programa con el doctor
Carlos Mendoza Potellá, profesor de Economía Petrolera, no le gusta que le
digan experto.
Dominico Perticara: ¿Qué pasó con la Orimulsión: era negocio no era negocio era
bueno, por qué se dejó de….
Carlos Mendoza Potellá: Eso fue
precisamente un negocio de los previos a la internacionalización donde se
llamaban los mega proyectos de la Faja del Orinoco. Se invirtieron 7 mil
millones de dólares y se perforaron miles de pozos en la Faja, con el destino
de tratar de comenzar a producir Orimulsión porque los precios del petróleo
iban hacia el cielo, y resulta que los precios del petróleo de 1981 pasaron de
34 a 29 y ahí se vino abajo todo ese Mega Proyecto de la Faja.
Vladimir Villegas: ¿Eso se puede retomar?
Carlos Mendoza Potellá: Óyeme lo
siguiente ¿Qué es la orimulsión? La orimulsión es un logro científico desde el
punto de vista de que es una mezcla de
un 30% de agua con un 70% de pegoste de bitumen que permite que ese bitumen se
mueva como el agua a la velocidad del agua por una tubería, y pueda ser
bombeado y eso permite que luego ese producto pueda ser procesado y pueda ser
convertido en petróleo en Mejoradores por ejemplo y la Orimulsión no TM Trade
Mark el producto, sino la Orimulsión como medio para transportar el petróleo es
un logro; ahora el negocio de la Orimulsión que inventaron cuando se cayeron
los Mega Proyectos de la Faja, bueno chico pero ese se puede quemar, ese puede
ser un combustible. ¿Ah, pero y cómo lo vamos a hacer? Mira tenemos las
limitaciones de la OPEP. No importa, vamos a decir que ese petróleo va a competir
con el carbón, al decir voy a competir con el carbón ya le pusiste un techo,
para competir con el carbón tienes que tener por debajo de 7 dólares la
tonelada y eso es un pésimo negocio utilizando un gran logro científico, pero
un pésimo negocio y eso no le produjo nada al país, claro hay mucha gente que
la defiende y dice que sí, que la Orimulsión podría servir por ejemplo para
alimentar nuestras Termoeléctricas y lo podemos usar aunque sea mal negocio
para venderlo en el exterior, podríamos usarlo para dejar de usar Diesel en
nuestras Termoeléctricas, y usar Orimulsión que es un producto más barato.
Jesús D. S dice: Para no estar empantanados en
petróleo e intereses sesgados inviten a Toro Hardy y se sabrá quién miente a
quién, sencillo ¿no?
Carlos Mendoza Potellá: El
comentario es extraño.
Alfredo Lozada dice: Si en la cuarta se regalaba petróleo fue en
la cuarta que se construyeron las hidroeléctricas, hospitales, etcétera y ahora
que han hecho.
Por qué los venezolanos no podemos acceder a
financiamiento con las mismas condiciones de Petrocaribe.
Carlos Mendoza Potellá: Los
venezolanos no compramos petróleo.
Carlos Alexis Riviera: Excelente y bien
didáctico sobre todo para aquellos que vociferan sin conocimiento petrolero y
político.
Luis Blanco dice: Si el petróleo es la más alta
entrada de divisas en Venezuela por qué tenemos que cambiarlos por servicios y
comida.
Carlos Mendoza Potellá: Esa es
una manera de utilizar el petróleo. Claro, nosotros utilizamos el petróleo para
alimentar el pueblo, usamos el petróleo para construir casas, usamos el
petróleo para salud, para cualquier cosa y ese es el destino que tiene que
tener el petróleo para nosotros, cuál otro destino, construir más refinerías,
triplicar la producción, ¿Para qué?
Sur-sur dice: Su invitado debería aprovechando
el inicio de las clases darle un intensivo a Julio Borges sobre el petróleo y
geopolítica.
Frank Suárez dice: Si los firmantes de
Petrocaribe no poseen refinerías y reciben crudos, gasolina quien le vende el
derivado.
Cómo es eso que si Cuba le compra petróleo a
Venezuela o recibe petróleo de Venezuela por qué lo exporta. Es cierto eso.
Carlos Mendoza Potellá: No lo sé
no tengo información sobre eso.
Vladimir Villegas: Sobre este tema de quien
le vende los derivados a los países que reciben petróleo de Venezuela.
Carlos Mendoza Potellá: Que está
confuso esa pregunta.
***/Cuánto vale el barril, cuánto paga Cuba, que
no guabinee la respuesta. Saludos desde Ciudad Guayana.
Carlos Mendoza Potellá: Cuba
paga a precios de mercado con condiciones de financiamiento a largo plazo con
años de gracia y con intereses.
Iván Rondón: Nos dicen que tenemos las mayores
reservas de petróleo del mundo, cuando en verdad poseemos solamente el 20%
Carlos Mendoza Potellá: ¿Te
parece poco el 20% del petróleo de todo el mundo? Hay 100 países más que
tienen petróleo y nosotros, solos, tenemos el 20 (la quinta parte).
Pedro Santana: Este periodista como se chupa el
dedo defendiendo el gobierno de las contundentes verdades de Julio Borges en su
entrevista.
Douglas Pérez dice: ¿Las demandas de Exxon u
Chevron son o no procedentes o qué pasó ahí?
Carlos Mendoza Potellá: Exxon y
Conoco Philips no Chevron, Chevron está ahorita con nosotros en la Faja. Conoco
Philips no aceptaron el cambio de los convenios operativos a Empresas Mixtas y no aceptaron
las condiciones que se les ofreció para su liquidación, en función de ello,
ellos han entablado una demanda exigiendo montos gigantescos de compensación
por sus activos y tenemos una comisión de abogados venezolanos y bufetes en el
exterior discutiendo eso, y estamos allí en esa discusión, es posible que se tome
una decisión, nosotros estamos dispuestos a pagar lo que PDVSA decidió o lo que
se decidió en ese momento que era lo justo, ellos están esperando un cobro adicional por daños y perjuicios y
oportunidades perdidas y esas cosas.
Vladimir Villegas: Se acabó el petróleo
¡jajajajajaja! Gracias por haber venido al programa-
Carlos Mendoza Potellá: Muchas
gracias.
Vladimir Villegas: Doctor Mendoza Potellá y a
ustedes queridos amigos los dejamos en compañía de Julio César Pineda y su
Brújula Internacional.
y la Economía Venezolana”
El plan de adquisición de capacidades refineras y dealmacenamiento en el exterior por parte de PDVSA, que se conoce con el nombre de internacionalización, se inició hace una década en condiciones ampliamente desfavorables para los poseedores de refinerías: Capacidades construidas en períodos de auge de la producción, enfrentaban entonces las limitaciones de las políticas de ahorro energético y sustitución del petróleo por otras fuentes, acordadas por los principales países consumidores. Esas limitaciones se traducían para entonces y hasta la Guerra del Golfo, en largos períodos de estrechos, cuando no negativos, márgenes de beneficio. (156)
Las cifras que dan lugar al Gráfico No. 22, que se inserta de seguidas son clara muestra de lo dicho: la capacidad de refinación instalada en el mundo creció constantemente entre 1960 y 1980, para luego iniciar un curso declinante, que se mantiene hasta el presente.
Como se observa, esa declinación es determinada fundamentalmente por los países miembros de la OCDE, principales consumidores de petróleo. La desincorporación de capacidades refineras registrada en estos países supera abiertamente el continuo crecimiento de las mismas en los países miembros de la OPEP y en Europa Oriental.
Estas circunstancias, que en algunos casos se plantearon en niveles agudos y condujeron, como se ve, al cierre de las instalaciones menos competitivas, abrían las puertas, por otro lado, a cualquiera que llegara con dinero fresco a compartir los altos riesgos.
El proceso en cuestión afectaba de manera más aguda a los refineros independientes, pues las corporaciones integradas asumían el costo de refinación como una fase necesaria del negocio que, llegado el caso, se financiaba con los ingresos obtenidos en las otras etapas del proceso. Pero no siempre fue ese el caso, pues cuando se trató de instalaciones obsoletas como, por ejemplo, las refinerías de Curazao y Aruba, hasta compañías como Shell y Exxon se vieron compelidas a abandonarlas. El posterior arrendamiento de la instalación curazoleña por PDVSA respondió más al interés geopolítico sobre territorios insulares que se encuentran dentro de las aguas jurisdiccionales del país, que a la significación económica de tal refinería.
Esas puertas abiertas, aunadas a la señalada voluntad expansiva de la gerencia petrolera venezolana dieron pie a la estrategia en cuestión, esbozada preliminarmente en una presentación de PDVSA que data de abril de 1982:
La puesta en práctica de ese lineamiento se inició con la adquisición del 50% de varias instalaciones de la compañía alemana Veba Oel. Las negociaciones se realizaron de manera subrepticia, escurriendo el bulto a la acción contralora del Congreso y presentándose luego el hecho cumplido que, como siempre, se impuso al inoficioso revuelo que se desató en torno suyo.
En las investigaciones promovidas en el Congreso ha quedado de manifiesto el hecho de que los consultores jurídicos de PDVSA y el Ministerio de Energía y Minas, de consuno con el Procurador General de la República, constituyeron un "jurado complaciente" para escudriñar en los vericuetos de la Constitución Nacional y las leyes específicas del sector petrolero a fin de encontrar una fórmula que permitiera a la industria eludir la obligatoriedad de someter un contrato de evidente interés nacional a la consideración y aprobación por parte del Poder Legislativo. (158)
Igualmente, y como se asoma en el lineamiento transcrito, se planteó que el poseer refinerías en el exterior permitía la adaptación de las mismas, vía conversión profunda, al procesamiento de los crudos cada vez más pesados que constituyen las reservas remanentes del país. De hecho, se afirmó que ese era uno de los compromisos que sustentaban el convenio con la Veba Oel. Hoy sin embargo se sabe que nada se ha hecho en este sentido, pues no ha variado la gravedad API de la dieta de tales refinerías y, lo que es peor, que nada se hará, porque el socio extranjero considera inviables tales emprendimientos en unas condiciones de plétora de crudos livianos en el mercado.
Veamos al respecto la opinión de un veterano petrolero, a quien ya hemos citado en otros aspectos:
desfavorables para el país: no basta con ser accionista o dueño absoluto de refinerías en los mercados finales. Cuando se pretende conquistar tales mercados por el camino de la complacencia, es necesario ofrecer ventajas efectivas, las cuales tienen solo un nombre: menores precios.
refinador tiende a minimizarse, y en muchos casos a hacerse negativo -como ya lo hemos referido y presentaremos en los ya anunciados gráficos y cuadros-, ante la imposibilidad de asimilar inmediata y completamente, en los precios de los productos, las variaciones registradas en los crudos. En consecuencia, ofrecer garantías sobre un margen positivo, como prenda para tales asociaciones, significa una sola cosa: precios del crudo siempre inferiores a los prevalecientes en el mercado de que se trate.
De una cierta manera esto es lo que está sucediendo, pues al ir "downstream", la industria petrolera venezolana se está comprometiendo en fases menos rentables del negocio, alejadas de la ventaja inicial (y fundamental) que otorga la simple posesión de las reservas de crudo. Se está incurriendo en mayores costos de venta, proceso y distribución, en el exterior, sin que necesariamente ello represente un incremento en la percepción neta por barril de crudo o productos, más aún esos resultados netos pueden ser negativos, es decir, generar un rendimiento inferior al de la venta pura y simple de crudo y productos refinados localmente. Tal es el caso cuando, por ejemplo, se somete el ingreso por ventas a acuerdos de tipo net-back como sucede en las relaciones establecidas dentro de la Veba Oel.
Los acuerdos tipo net-back han sido inventados justamente para eso: El refinador tiene garantizado un margen de beneficios preestablecido, cargando el peso de la incertidumbre sobre la remuneración del productor del crudo, porque esa remuneración será siempre el resultado, residual, de la evolución de los precios de los productos.
Pues bien, los resultados del net-back sobre los envíos de crudo a Ruhr Oel, correspondientes a 1990 y 1991, 12,04 y 10,04 dólares por barril, respectivamente, arrojan un saldo negativo de 8,29 y 5,88 dólares por barril con respecto al promedio de los ingresos unitarios del país por ventas exportadas de crudo y productos en cada uno de esos años: 20,33 y 15,92 dólares por barril. (161)
En la misma fuente se informa que los resultados de este net-back ya están incluidos dentro de las cifras de ventas exportadas desde Venezuela.
Desde luego, sólo así PDVSA ha podido ubicarse como un proveedor considerable en Alemania, y en Europa en general: al costo de disminuir la percepción unitaria por barril de crudo producido y procesado. Este camino para ubicarse en una franja del mercado no es objetable en sí mismo y, por lo tanto, no es en ese plano donde se plantea la discusión. El problema radica, más que en la evaluación cuantitativa de los resultados globales que arroja este programa de adquisiciones externas para la Nación venezolana, tasas de retorno de la inversión, etc., en la cuestión de la soberanía y de los costos de oportunidad a que hemos hecho referencia tantas veces: el carácter ilegítimo de la disposición de recursos nacionales sin conocimiento de los poderes públicos y sus órganos competentes. ¿Quién decidió que ése era el destino óptimo de tales recursos? ¿En el marco de cuál estrategia macroeconómica?
En esta materia, como en todos los emprendimientos dudosos del poder petrolero, la desinformación campea por sus fueros y resulta muy cuesta arriba hacer un análisis medianamente bien fundamentado como el que merece la magnitud de los recursos comprometidos. Sin embargo, como también suele suceder, los maquillajes tienden a correrse y la realidad acaba asomando su verdadero rostro. Así pues, veamos como podemos ayudar a esa emergencia dentro del conjunto de cifras parciales, inconexas, inexactas y trucadas a través de las cuales se nos "informa".
Partimos del análisis de un Resumen Financiero 1989, el cual, por cierto, constituye la excepción de la regla informativa mencionada. Fue presentado por el Coordinador de Finanzas de PDVSA, en 1990, ante un auditorio de Profesores de la Escuela de Economía de la UCV. (163)
Lo explícito de la comparación entre los resultados internos y externos nos hace pensar que el referido cuadro no estaba destinado al consumo público y que se trata de un desliz de los cancerberos de la información petrolera. (Los cuadros Nos. 31 y 32 están constituídos por una una reproducción fotostática de esa presentación y una elaboración propia de las mismas cifras en términos de dólares y porcentajes del ingreso bruto).
Lo primero que salta a la vista es, precisamente, la considerable magnitud de las sumas movilizadas en esas operaciones y su falta de proporción con los escuálidos resultados para la Nación. Así, mientras los 2.970 millones de dólares de ingreso generado en ese sector en 1989 constituyen el 21,6% de los ingresos brutos percibidos por la industria en ese año, el régimen impositivo que se les otorga aporta sólo el 0.43% de la participación fiscal petrolera (34,54 millones de dólares), mientras que las actividades en Venezuela aportan el 99,57% de esa participación (8.091,07 millones ).
El cuadro confirma nuestra apreciación de que se está incurriendo en mayores costos: El monto de este rubro para las actividades externas del año referido representa el 56% de los ingresos brutos que generan las mismas, mientras que los costos y gastos incurridos en Venezuela representan sólo el 20,8% de los ingresos respectivos.
Si observamos que, por el contrario, las ganancias de la industria en ambos sectores -interno y externo- son magnitudes que guardan proporciones equivalentes, 20 y 17%, con los ingresos brutos generados, respectivamente, en las actividades en uno y otro sector, es forzoso constatar que tales ingresos netos externos de PDVSA, son el resultados de una actividad en la que se incurre en mayores costos, y además, en la cual no se pagan impuestos, es decir, el propietario no retira su participación en esta parte del negocio.
Las mismas cifras que venimos comentando reflejan que mientras la carga impositiva interna para 1989 representó el 75,06% de los ingresos brutos generados en las actividades domésticas, los negocios en el exterior fueron pechados, en ese mismo año, con un monto equivalente a 1,18% de los ingresos brutos correspondientes.
Tampoco se necesitan grandes instrumentos estadísticos para inferir que esta circunstancia se encuentra en la base de la gran vocación "internacionalizadora" de la gerencia petrolera.
Para los años 90 y 91 la información aportada por la presentación a la Primera Asamblea Ordinaria Anual de PDVSA, en marzo de 1992, es más fragmentaria, subdividida entre los resultados de las filiales que pertenecen en un 100% a la empresa matriz y los de aquellas en donde se participa con un 50% de las acciones, sin aportar los criterios que permitirían una consolidación de tales cifras y su comparación con los resultados locales. Se agrega además la diferencia determinada por la circunstancia de que los ya comentados resultados de Ruhr Oel corresponden a acuerdos tipo net-back, sobre los cuales la propia fuente aclara que el valor respectivo ya está incluido en los ingresos de exportación desde Venezuela.
Hemos insertado los cuadros Nos. 33, 34, 35, 36 y 37 con la información recabada hasta el momento, para mostrar como se puede identificar una estructura de funcionamiento similar a la ya descrita para 1989 para los años 90-93. Como siempre, no se pueden establecer series completas por cuanto las cifras son presentadas de manera dispersa, inconexas, con diversos niveles de agregación, etc. Sin embargo, se resalta la desproporción entre las cifras de ingresos y costos frente a las ganancias netas y la participación fiscal -vale decir, la participación neta de la Nación-. Para poder tener una idea gráfica de esta disparidad fue necesario apelar a la escala semilogarítmica que permite tener en un mismo espacio a las decenas de miles y a las unidades: el resultado queda registrado en el Gráfico No. 23, que sigue a los cuadros referidos.
Una interpretación que se nos ha sugerido es la de que se trata de una simple estrategia contable para no pagar impuestos excesivos en los Estados Unidos, por ejemplo. En tanto que parte de los costos incurridos en el exterior no son otra cosa que facturación de suministro petrolero venezolano, en ésta se mimetizaría parte de la ganancia real, mayor que la declarada. Sin embargo, los resultados reales de las exportaciones de crudos venezolanos no reflejan el disfrute de ninguna "prima" procedente de una facturación generosa, sino todo lo contrario. Para disimular los deprimidos niveles reales de realización de nuestros crudos y las marcadas diferencias que presentan -más allá de las lógicas atribuíbles al diferencial de gravedad- respecto a la cesta de crudos OPEP, se ha hecho práctica habitual establecer las comparaciones haciendo referencia al paquete de las exportaciones venezolanas, es decir, incluyendo a los productos.
Se puede observar (Cuadros No. 33 y No. 34) que los montos de la participación fiscal en las "filiales 100%" que encabeza la Citgo, representan porcentajes 0,72% en 1990 y 0,93% en 1991, con lo cual queda claro que lo de 1989 no fue una situación excepcional: los negocios en el exterior reportan ingresos prácticamente libres de impuestos, quedando a disposición de la empresa para sus nuevos proyectos de inversión. Expresada en dólares por barril vendido, esa participación fiscal fue de 0,14, 0,16 y 0,20 para 1990, 91 y 92 respectivamente (Cuadro No. 35)
La ganancia antes de impuesto reportada por estas "filiales 100%" para 1990 y 1991, 175 y 222 millones de dólares, respectivamente, significaron, en ese mismo orden, el 1,88 y 2,45 por ciento de los ingresos brutos generados por su actividad. Estos ínfimos porcentajes de las filiales 100% contrastan con el 17% reportado para los negocios externos totales en 1989. Como corresponden a fuentes y universos distintos y, además, desconocemos los mecanismos contables de registro de esta ganancia, no podemos explicar tan pronunciada diferencia.
Siguiendo con los mismos cuadros, observamos que las cifras de inversión en cada uno de esos años, 141 millones de dólares en 1990 y 261 millones en 1991, superan a la ganancia neta de estas filiales 100% en cada uno de esos años. De hecho, la disponibilidad inicial en 1990, de 150 millones de dólares, se ve mermada a 86 millones para finales de 1991. La implicación fundamental que ello tiene es que todos los ingresos se reinvierten y la Nación no percibe nada adicional al pago por el suministro de crudo a sus refinerías en el exterior. Por el contrario, debe asimilar diferenciales negativos, como los que ya registramos al comparar los precios de realización promedio del paquete de exportaciones venezolanas en 1990 y 91: 20,33 y 15,92 dólares por barril, respectivamente, con las cifras correspondientes al net-back de Ruhr Oel, 12,04 y 10,04 $/bl. (Cuadro No. 36)
De todas maneras, insistimos en que nuestras apreciaciones constituyen apenas los indicios de una situación mucho más compleja a la cual no tenemos acceso.
Nuestro análisis se ha hecho a partir de datos deliberadamente presentados para desinformar, sobre los cuales es casi imposible establecer relaciones explicativas. Por ello, nuestra verdadera conclusión sigue siendo el mismo llamado de atención que hacemos a todo lo largo de este trabajo sobre el carácter dudoso de emprendimientos en los cuales el poder petrolero compromete porciones sustanciales de los cada día más costosos y disputados ingresos petroleros, a espaldas o con la omisión cómplice de quienes deberían ser garantes del patrimonio público. El manejo secreto de los resultados de estas operaciones legitima la presunción de que los mismos no deben ser muy brillantes.
En verdad, aquí aportamos algo más que presunciones, verdaderos indicios, que exponemos públicamente como una exigencia de información abierta y sin tapujos que se fundamenten en confidencialidades que no son tales sino respecto a los disminuidos poderes públicos nacionales.
Manteniéndonos en esa línea, concluímos este aparte del análisis del expansionismo petrolero presentando las cifras del Cuadro No. 38 y el Gráfico No. 24 que anunciáramos en nota anterior, los cuales son muy reveladores en torno a la reciente evolución del negocio de la refinación mundial y sus márgenes de beneficio, pues se trata de la evolución de este indicador para dos crudos muy representativos del mismo: Arabian Heavy y Arabian Light en el Golfo de México y Rotterdam. Obsérvese en el gráfico como, las más de las veces, ese margen es negativo. Si ello es así para crudos livianos ¿cómo será para el crudo promedio venezolano de 26º API?
Como constatación final, de carácter documental, agregamos reproducciones fotostáticas de algunos cuadros presentados por PDVSA en su Informe de Gestión Enero-Marzo de 1993 (164), en los cuales se registran "Datos Claves", Estado de Ganancias y Pérdidas y Flujo de Caja de CITGO, la filial 100% de PDVSA, para 1992 y en el primer trimestre de 1993. (Cuadros Nos. 39-41). Estas cifras reproducen el patrón observado para los años anteriores: costos de más del 98% y participación fiscal del 0,75%.
OTROSÍ:
Como suele suceder, y de hecho se refleja en varias ocasiones en este trabajo, siempre aparece una información de última hora. En esta oportunidad, después de haber concluído totalmente éste y los posteriores capítulos llega a nuestra manos un prospecto de Salomon Brothers (165) que aparentemente hace prescindibles todos nuestros ejercicios de inferencia, extrapolación y, en general, "pesca" de información sobre la internacionalización, las cuales quedan para la historia de las dificultades que se confrontan en el país para conocer las actividades externas de nuestra principal industria, tal y como ya lo reseñamos al hablar de las limitaciones de nuestra investigación.
Por imperativos del mercado financiero norteamericano y con la claridad con la que se presentan las cuentas en Wall Street, Salomon Brothers estructura una información de la que no se dispone en ninguna documentación pública y oficial sobre PDVSA y sus negocios en el exterior, perfectamente correlacionada, desde 1988 hata marzo de 1993. Nuevamente tenemos que constatar que la confidencialidad en la cual se refugian los negocios del poder petrolero sólo es aplicable en Venezuela y a los venezolanos legos en la materia, por cuanto en el ámbito internacional tales negocios son del dominio público.
En el material comentado se hace una radiografía completa de PDVSA, Propernyn B.V. -la empresa domiciliada en Holanda tenedora de las acciones de todos los negocios internacionales de PDVSA- y PDV America, el holding para los negocios en Estados Unidos.
La cantidad de información aportada por este material es de tal magnitud, que en las instancias del presente trabajo en la cual nos encontramos -preparación para la publicación- no podremos presentar un análisis detenido como el que merece y que, desde luego, nos planteamos como tarea inmediata. Baste decir por ahora, que ese material confirma todas las pistas que artesanalmente habíamos construído a partir de la fragmentaria información disponible en el país.
Los cuadros que insertamos de seguidas son fotocopias de los principales Sumarios Financieros Consolidades y Datos Operativos de PDV America (Cuadro A) y Propernyn (Cuadro B). Los hemos identificado con letras para no alterar la secuencia, ya concluída, de los demás cuadros incluídos en este trabajo.
Una revisión preliminar del Cuadro B, titulado como"Summary Consolidated Financial and Operating Data of Propernyn" nos permiten constatar algunas relaciones características de las operaciones globales de PDVSA a nivel internacional, a saber:
La "cifra de negocios" que representan las ventas de productos procesados en el conjunto de las instalaciones
refineras de PDVSA en el exterior promedian para el trienio
90-92 la cifra de 9.232 millones de dólares. Los costos y gastos totales incurridos en estas actividades representan, en promedio para el mismo lapso el 96,48% del total de los
ingesos brutos generados. Correlativamente, el ingreso operacional se contrae a un 3,52% del referido ingreso. A partir de esa base y para ese mismo lapso, el ingreso neto obtenido por PDVSA, después de impuestos y otras deducciones vinculadas al financiamientio de tales operaciones, representa el 0,94% de las ventas brutas. Los impuestos registrados, "income taxes", se refieren a los
cancelados en los países donde se desarrolla la actividad y
promedian un 24,$% de los ingresos netos..
Desde otro punto de vista, considerando que el activo promedio para el trienio considerado es de 3.978 millones de dólares, los ingresos operativos representan un 8,19% de se monto, mientras que los ingresos netos sólo alcanzan a un 2,19% del mismo.
Igualmente, tomando en cuenta la capacidad de refinación utilizada, los ingreso bruto promedio alcanzó a 37,79 dólares por barril y los ingresos netos 0,36 $/bl. En este sentido, la información es contradicotira con las estadísticas de precios en el mwercado norteamericano. En efecto, la AIE (166) reporta, para el trienio 90-92 un rendimiento promedio de los productos en el puerto de New York de 24,6 $/bl. Y aún cuando se tratara exclusivamente de Gasolina Premium 92 sin plomo, el promedio para los tres años sería de 29,52 $/bl.. Por tales raziones, el promedio presentado por Propernyn - 37,79 dólares- no es congruente con la realidad del mercado norteamericano -y mucho menos con el europeo y asiático-. En consecuencia, los ingresos brutos presentados deben incluir también las ventas de productos adquiridos, más allá de la capacidad de refinación utilizada. Exponemos esta circunstancia para mostrar que aún en los prospectos del Wall Street es difícil evaluar la efectiva rentabilidad del negocio de la internacionalización.
A partir de 1989, PDVSA presenta sus Estados Financieros de manera consolidada, incluyendo en ellos, tanto los resultados de sus operaciones dentro y desde Venezuela, como los obtenidos en sus filiales en el extranjero -un escalón más de agregación para esconder resultados parciales comprometedores. De tal manera, que los 9.469 millones de dólares de ingresos brutos de las actividades en el exterior en 1992, forman parte de los 20.820 millones de dólares de ingresos por ventas netas de petróleo crudo y sus derivados que se presentan en el Informe Anual de Actividades para ese mismo año. Igualmente, los 9.157 millones de costos externos alimentan el monto global de costos operativos de PDVSA, 13.231 millones de dólares, donde juegan un papel destacado los 6.430 millones de dólares por concepto de compra de crudos y productos en el exterior (cifra cuya magnitud se puede apreciar, si consideramos que Citgo es el mayor comprador individual de crudos mexicanos).
Con todo esto, no nos queda más que ratificar lo que ya
era conclusión de este capítulo: Sobre las inversiones
downstream de PDVSA es indispensable hacer un estudio
abierto y con todas las cartas sobre la mesa.
Reproducción textual del Capítulo
V.2.3. La Internacionalización
del libro:
“El Poder Petrolero
y la Economía Venezolana”
Carlos Mendoza Pottellá
Caracas, CDCH UCV, 1995
Las notas al pie originales interceptan el texto aquí transcrito de manera irregular. CMP
El plan de adquisición de capacidades refineras y dealmacenamiento en el exterior por parte de PDVSA, que se conoce con el nombre de internacionalización, se inició hace una década en condiciones ampliamente desfavorables para los poseedores de refinerías: Capacidades construidas en períodos de auge de la producción, enfrentaban entonces las limitaciones de las políticas de ahorro energético y sustitución del petróleo por otras fuentes, acordadas por los principales países consumidores. Esas limitaciones se traducían para entonces y hasta la Guerra del Golfo, en largos períodos de estrechos, cuando no negativos, márgenes de beneficio. (156)
156 "OPEC Bulletin" publica mensualmente y desde hace más de 20 años una sección titulada "Refiners Margin" donde se puede hacer un seguimiento preciso de este indicador. Más delante en este capítulo insertamos cuadro -No. 38- y gráfico-No. 24- con información relativa al comportamiento de esta variable, para los mercados de Rotterdam y el Golfo de México, entre diciembre de 1991 y agosto de 1992. Ese comportamiento difiere muy poco del observado en el transcurso de los años 80: incidencia mayoritaria de márgenes negativos.
Las cifras que dan lugar al Gráfico No. 22, que se inserta de seguidas son clara muestra de lo dicho: la capacidad de refinación instalada en el mundo creció constantemente entre 1960 y 1980, para luego iniciar un curso declinante, que se mantiene hasta el presente.
Como se observa, esa declinación es determinada fundamentalmente por los países miembros de la OCDE, principales consumidores de petróleo. La desincorporación de capacidades refineras registrada en estos países supera abiertamente el continuo crecimiento de las mismas en los países miembros de la OPEP y en Europa Oriental.
Estas circunstancias, que en algunos casos se plantearon en niveles agudos y condujeron, como se ve, al cierre de las instalaciones menos competitivas, abrían las puertas, por otro lado, a cualquiera que llegara con dinero fresco a compartir los altos riesgos.
El proceso en cuestión afectaba de manera más aguda a los refineros independientes, pues las corporaciones integradas asumían el costo de refinación como una fase necesaria del negocio que, llegado el caso, se financiaba con los ingresos obtenidos en las otras etapas del proceso. Pero no siempre fue ese el caso, pues cuando se trató de instalaciones obsoletas como, por ejemplo, las refinerías de Curazao y Aruba, hasta compañías como Shell y Exxon se vieron compelidas a abandonarlas. El posterior arrendamiento de la instalación curazoleña por PDVSA respondió más al interés geopolítico sobre territorios insulares que se encuentran dentro de las aguas jurisdiccionales del país, que a la significación económica de tal refinería.
Esas puertas abiertas, aunadas a la señalada voluntad expansiva de la gerencia petrolera venezolana dieron pie a la estrategia en cuestión, esbozada preliminarmente en una presentación de PDVSA que data de abril de 1982:
"La integración de Venezuela hacia los mercados de consumo es una estrategia indispensable para lograr un nivel aceptable de exportaciones en una base estable y confiable. Tal integración sería particularmente importante en la comercialización de crudos pesados/extrapesados..." (157)
La puesta en práctica de ese lineamiento se inició con la adquisición del 50% de varias instalaciones de la compañía alemana Veba Oel. Las negociaciones se realizaron de manera subrepticia, escurriendo el bulto a la acción contralora del Congreso y presentándose luego el hecho cumplido que, como siempre, se impuso al inoficioso revuelo que se desató en torno suyo.
En las investigaciones promovidas en el Congreso ha quedado de manifiesto el hecho de que los consultores jurídicos de PDVSA y el Ministerio de Energía y Minas, de consuno con el Procurador General de la República, constituyeron un "jurado complaciente" para escudriñar en los vericuetos de la Constitución Nacional y las leyes específicas del sector petrolero a fin de encontrar una fórmula que permitiera a la industria eludir la obligatoriedad de someter un contrato de evidente interés nacional a la consideración y aprobación por parte del Poder Legislativo. (158)
157 PDVSA, "Planificación a Mediano Plazo (1983-1988 Premisas y Lineamientos Preliminares ", Abril 1982.
158 C. Mendoza P., PDVSA, ¿Autonomía Financiera o Soberanía Supranacional?, Punto Socialista, No. 3, Caracas, julio de 1983. El mencionado "tribunal complaciente" produjo un veredicto de confidencialidad del contrato. La incapacidad del Congreso para imponer su condición de poder público, supremo representante de la voluntad popular, hizo recordar el título de "casa de segundones" con el cual se le ha distinguido y para el cual ha hecho méritos. Cum Laude.Variadas han sido las argumentaciones en favor de la "internacionalización". Desde un principio se presenta como una estrategia competitiva, de aseguramiento de mercados para los crudos venezolanos, como una alternativa ante un posible -deseado y buscado- colapso de la OPEP. Una estrategia de cara al cliente desarrollado, que libere a una empresa, que se siente del primer mundo, de las ataduras tercermundistas que aquella organización encarna.
Igualmente, y como se asoma en el lineamiento transcrito, se planteó que el poseer refinerías en el exterior permitía la adaptación de las mismas, vía conversión profunda, al procesamiento de los crudos cada vez más pesados que constituyen las reservas remanentes del país. De hecho, se afirmó que ese era uno de los compromisos que sustentaban el convenio con la Veba Oel. Hoy sin embargo se sabe que nada se ha hecho en este sentido, pues no ha variado la gravedad API de la dieta de tales refinerías y, lo que es peor, que nada se hará, porque el socio extranjero considera inviables tales emprendimientos en unas condiciones de plétora de crudos livianos en el mercado.
Veamos al respecto la opinión de un veterano petrolero, a quien ya hemos citado en otros aspectos:
"Así, en base a un análisis típicamente folklórico y como producto de innumerables viajes turísticos, entró la industria petrolera a formar parte del mundo de las empresas multinacionales...
La realidad se presentó, casi de inmediato, bajo un aspecto muy diferente. Los pronósticos de nuestros "expertos petroleros" resultaron fatales. Los precios de los crudos a finales de 1985 y principios del 86 se encontraban en sus valores más bajos en los últimos diez años.
Por otra parte, lo que en principio se había considerado como una apertura en la exportación de crudos pesados, en la realidad se transformó simplemente en el desplazamiento de volúmenes de petróleos medianos y livianos que se estaban procesando en nuestras refinerías. En el caso específico de la Refinería El Chaure, ubicada en el área de Puerto La Cruz, la planta de parafina proyectada para ser construida allí para procesar crudos serosos, tuvo que ser cancelada para satisfacer la demanda de ese mismo tipo de crudo en las instalaciones de la Veba Oel." (159)Ahora bien, volviendo al argumento principal: la posesión de refinerías en los mercados finales garantiza la colocación de crudos venezolanos en los mismos. A nuestra manera de ver, esa suposición -premisa de mercado para las políticas de expansión de la producción en condiciones de competencia abierta por colapso de la OPEP- olvida que tal garantía sólo podrá obtenerse en condiciones de precios
desfavorables para el país: no basta con ser accionista o dueño absoluto de refinerías en los mercados finales. Cuando se pretende conquistar tales mercados por el camino de la complacencia, es necesario ofrecer ventajas efectivas, las cuales tienen solo un nombre: menores precios.
"PDV's internationalisation drive, which began in Germany in 1983, has always been controversial. Critics said that the discounts PDV was obliged to apply on its heavy crude to meet German market specifications made the whole undertaking unprofitable. In any case, the company does not apply transfer prices between its various subsidiaries. 160
159 Lorenzo Monti, Op. Cit., págs. 47-48.
160 María Kielmas, "Little Moves Ahead Of An Explosion
Esta condición se refuerza aún más por la exigencia de los socios externos, a los cuales hay que garantizar un margen de beneficios aceptable. Esa garantía es incompatible con un esquema de precios relativos favorable al crudo. Es historia estadísticamente comprobable el hecho de que, en períodos de alza de los precios del crudo, el margen delPetroleum Economist, Noviembre 1992, págs. 14-17.
refinador tiende a minimizarse, y en muchos casos a hacerse negativo -como ya lo hemos referido y presentaremos en los ya anunciados gráficos y cuadros-, ante la imposibilidad de asimilar inmediata y completamente, en los precios de los productos, las variaciones registradas en los crudos. En consecuencia, ofrecer garantías sobre un margen positivo, como prenda para tales asociaciones, significa una sola cosa: precios del crudo siempre inferiores a los prevalecientes en el mercado de que se trate.
De una cierta manera esto es lo que está sucediendo, pues al ir "downstream", la industria petrolera venezolana se está comprometiendo en fases menos rentables del negocio, alejadas de la ventaja inicial (y fundamental) que otorga la simple posesión de las reservas de crudo. Se está incurriendo en mayores costos de venta, proceso y distribución, en el exterior, sin que necesariamente ello represente un incremento en la percepción neta por barril de crudo o productos, más aún esos resultados netos pueden ser negativos, es decir, generar un rendimiento inferior al de la venta pura y simple de crudo y productos refinados localmente. Tal es el caso cuando, por ejemplo, se somete el ingreso por ventas a acuerdos de tipo net-back como sucede en las relaciones establecidas dentro de la Veba Oel.
Los acuerdos tipo net-back han sido inventados justamente para eso: El refinador tiene garantizado un margen de beneficios preestablecido, cargando el peso de la incertidumbre sobre la remuneración del productor del crudo, porque esa remuneración será siempre el resultado, residual, de la evolución de los precios de los productos.
Pues bien, los resultados del net-back sobre los envíos de crudo a Ruhr Oel, correspondientes a 1990 y 1991, 12,04 y 10,04 dólares por barril, respectivamente, arrojan un saldo negativo de 8,29 y 5,88 dólares por barril con respecto al promedio de los ingresos unitarios del país por ventas exportadas de crudo y productos en cada uno de esos años: 20,33 y 15,92 dólares por barril. (161)
En la misma fuente se informa que los resultados de este net-back ya están incluidos dentro de las cifras de ventas exportadas desde Venezuela.
Desde luego, sólo así PDVSA ha podido ubicarse como un proveedor considerable en Alemania, y en Europa en general: al costo de disminuir la percepción unitaria por barril de crudo producido y procesado. Este camino para ubicarse en una franja del mercado no es objetable en sí mismo y, por lo tanto, no es en ese plano donde se plantea la discusión. El problema radica, más que en la evaluación cuantitativa de los resultados globales que arroja este programa de adquisiciones externas para la Nación venezolana, tasas de retorno de la inversión, etc., en la cuestión de la soberanía y de los costos de oportunidad a que hemos hecho referencia tantas veces: el carácter ilegítimo de la disposición de recursos nacionales sin conocimiento de los poderes públicos y sus órganos competentes. ¿Quién decidió que ése era el destino óptimo de tales recursos? ¿En el marco de cuál estrategia macroeconómica?
161 PDVSA, Resultados Año 1991, Introducción.La forma como el poder petrolero toma sus decisiones y elude el control de los poderes públicos es del dominio público, hasta internacionalmente. Así lo evidencian los comentarios de María Kielmas, analista ya citada, sobre la posición de los ejecutivos de PDVSA frente a la orden presidencial de vender parte de los activos adquiridos en el exterior -orden, por cierto, referida en lo fundamental al capital accionario de Citgo, a la cual la posesión en un 100% por parte de PDVSA colocaba en una situación de empresa extranjera, vulnerable y pasible de medidas proteccionistas por parte de las autoridades norteamericanas, mientras que se consideraba factible alcanzar los objetivos propuestos con una participación menor, aunque mayoritaria, en ese capital accionario :
"...Die-hard proponents of internationalisation believe they can delay Perez's orders until he leaves office in little more than a year's time.(162)
En esta materia, como en todos los emprendimientos dudosos del poder petrolero, la desinformación campea por sus fueros y resulta muy cuesta arriba hacer un análisis medianamente bien fundamentado como el que merece la magnitud de los recursos comprometidos. Sin embargo, como también suele suceder, los maquillajes tienden a correrse y la realidad acaba asomando su verdadero rostro. Así pues, veamos como podemos ayudar a esa emergencia dentro del conjunto de cifras parciales, inconexas, inexactas y trucadas a través de las cuales se nos "informa".
162 María Kielmas, Loc. Cit. ¡Y así sucedió! Pérez hubo de concluir involuntaria y anticipadamente su mandato y, hoy, Citgo sigue siendo una filial 100% propiedad de PDVSA.
Partimos del análisis de un Resumen Financiero 1989, el cual, por cierto, constituye la excepción de la regla informativa mencionada. Fue presentado por el Coordinador de Finanzas de PDVSA, en 1990, ante un auditorio de Profesores de la Escuela de Economía de la UCV. (163)
Lo explícito de la comparación entre los resultados internos y externos nos hace pensar que el referido cuadro no estaba destinado al consumo público y que se trata de un desliz de los cancerberos de la información petrolera. (Los cuadros Nos. 31 y 32 están constituídos por una una reproducción fotostática de esa presentación y una elaboración propia de las mismas cifras en términos de dólares y porcentajes del ingreso bruto).
Lo primero que salta a la vista es, precisamente, la considerable magnitud de las sumas movilizadas en esas operaciones y su falta de proporción con los escuálidos resultados para la Nación. Así, mientras los 2.970 millones de dólares de ingreso generado en ese sector en 1989 constituyen el 21,6% de los ingresos brutos percibidos por la industria en ese año, el régimen impositivo que se les otorga aporta sólo el 0.43% de la participación fiscal petrolera (34,54 millones de dólares), mientras que las actividades en Venezuela aportan el 99,57% de esa participación (8.091,07 millones ).
El cuadro confirma nuestra apreciación de que se está incurriendo en mayores costos: El monto de este rubro para las actividades externas del año referido representa el 56% de los ingresos brutos que generan las mismas, mientras que los costos y gastos incurridos en Venezuela representan sólo el 20,8% de los ingresos respectivos.
163 CEPET, Sartenejas, 1990.
Si observamos que, por el contrario, las ganancias de la industria en ambos sectores -interno y externo- son magnitudes que guardan proporciones equivalentes, 20 y 17%, con los ingresos brutos generados, respectivamente, en las actividades en uno y otro sector, es forzoso constatar que tales ingresos netos externos de PDVSA, son el resultados de una actividad en la que se incurre en mayores costos, y además, en la cual no se pagan impuestos, es decir, el propietario no retira su participación en esta parte del negocio.
Las mismas cifras que venimos comentando reflejan que mientras la carga impositiva interna para 1989 representó el 75,06% de los ingresos brutos generados en las actividades domésticas, los negocios en el exterior fueron pechados, en ese mismo año, con un monto equivalente a 1,18% de los ingresos brutos correspondientes.
Tampoco se necesitan grandes instrumentos estadísticos para inferir que esta circunstancia se encuentra en la base de la gran vocación "internacionalizadora" de la gerencia petrolera.
Para los años 90 y 91 la información aportada por la presentación a la Primera Asamblea Ordinaria Anual de PDVSA, en marzo de 1992, es más fragmentaria, subdividida entre los resultados de las filiales que pertenecen en un 100% a la empresa matriz y los de aquellas en donde se participa con un 50% de las acciones, sin aportar los criterios que permitirían una consolidación de tales cifras y su comparación con los resultados locales. Se agrega además la diferencia determinada por la circunstancia de que los ya comentados resultados de Ruhr Oel corresponden a acuerdos tipo net-back, sobre los cuales la propia fuente aclara que el valor respectivo ya está incluido en los ingresos de exportación desde Venezuela.
Hemos insertado los cuadros Nos. 33, 34, 35, 36 y 37 con la información recabada hasta el momento, para mostrar como se puede identificar una estructura de funcionamiento similar a la ya descrita para 1989 para los años 90-93. Como siempre, no se pueden establecer series completas por cuanto las cifras son presentadas de manera dispersa, inconexas, con diversos niveles de agregación, etc. Sin embargo, se resalta la desproporción entre las cifras de ingresos y costos frente a las ganancias netas y la participación fiscal -vale decir, la participación neta de la Nación-. Para poder tener una idea gráfica de esta disparidad fue necesario apelar a la escala semilogarítmica que permite tener en un mismo espacio a las decenas de miles y a las unidades: el resultado queda registrado en el Gráfico No. 23, que sigue a los cuadros referidos.
Una interpretación que se nos ha sugerido es la de que se trata de una simple estrategia contable para no pagar impuestos excesivos en los Estados Unidos, por ejemplo. En tanto que parte de los costos incurridos en el exterior no son otra cosa que facturación de suministro petrolero venezolano, en ésta se mimetizaría parte de la ganancia real, mayor que la declarada. Sin embargo, los resultados reales de las exportaciones de crudos venezolanos no reflejan el disfrute de ninguna "prima" procedente de una facturación generosa, sino todo lo contrario. Para disimular los deprimidos niveles reales de realización de nuestros crudos y las marcadas diferencias que presentan -más allá de las lógicas atribuíbles al diferencial de gravedad- respecto a la cesta de crudos OPEP, se ha hecho práctica habitual establecer las comparaciones haciendo referencia al paquete de las exportaciones venezolanas, es decir, incluyendo a los productos.
Se puede observar (Cuadros No. 33 y No. 34) que los montos de la participación fiscal en las "filiales 100%" que encabeza la Citgo, representan porcentajes 0,72% en 1990 y 0,93% en 1991, con lo cual queda claro que lo de 1989 no fue una situación excepcional: los negocios en el exterior reportan ingresos prácticamente libres de impuestos, quedando a disposición de la empresa para sus nuevos proyectos de inversión. Expresada en dólares por barril vendido, esa participación fiscal fue de 0,14, 0,16 y 0,20 para 1990, 91 y 92 respectivamente (Cuadro No. 35)
La ganancia antes de impuesto reportada por estas "filiales 100%" para 1990 y 1991, 175 y 222 millones de dólares, respectivamente, significaron, en ese mismo orden, el 1,88 y 2,45 por ciento de los ingresos brutos generados por su actividad. Estos ínfimos porcentajes de las filiales 100% contrastan con el 17% reportado para los negocios externos totales en 1989. Como corresponden a fuentes y universos distintos y, además, desconocemos los mecanismos contables de registro de esta ganancia, no podemos explicar tan pronunciada diferencia.
Siguiendo con los mismos cuadros, observamos que las cifras de inversión en cada uno de esos años, 141 millones de dólares en 1990 y 261 millones en 1991, superan a la ganancia neta de estas filiales 100% en cada uno de esos años. De hecho, la disponibilidad inicial en 1990, de 150 millones de dólares, se ve mermada a 86 millones para finales de 1991. La implicación fundamental que ello tiene es que todos los ingresos se reinvierten y la Nación no percibe nada adicional al pago por el suministro de crudo a sus refinerías en el exterior. Por el contrario, debe asimilar diferenciales negativos, como los que ya registramos al comparar los precios de realización promedio del paquete de exportaciones venezolanas en 1990 y 91: 20,33 y 15,92 dólares por barril, respectivamente, con las cifras correspondientes al net-back de Ruhr Oel, 12,04 y 10,04 $/bl. (Cuadro No. 36)
De todas maneras, insistimos en que nuestras apreciaciones constituyen apenas los indicios de una situación mucho más compleja a la cual no tenemos acceso.
Nuestro análisis se ha hecho a partir de datos deliberadamente presentados para desinformar, sobre los cuales es casi imposible establecer relaciones explicativas. Por ello, nuestra verdadera conclusión sigue siendo el mismo llamado de atención que hacemos a todo lo largo de este trabajo sobre el carácter dudoso de emprendimientos en los cuales el poder petrolero compromete porciones sustanciales de los cada día más costosos y disputados ingresos petroleros, a espaldas o con la omisión cómplice de quienes deberían ser garantes del patrimonio público. El manejo secreto de los resultados de estas operaciones legitima la presunción de que los mismos no deben ser muy brillantes.
En verdad, aquí aportamos algo más que presunciones, verdaderos indicios, que exponemos públicamente como una exigencia de información abierta y sin tapujos que se fundamenten en confidencialidades que no son tales sino respecto a los disminuidos poderes públicos nacionales.
Manteniéndonos en esa línea, concluímos este aparte del análisis del expansionismo petrolero presentando las cifras del Cuadro No. 38 y el Gráfico No. 24 que anunciáramos en nota anterior, los cuales son muy reveladores en torno a la reciente evolución del negocio de la refinación mundial y sus márgenes de beneficio, pues se trata de la evolución de este indicador para dos crudos muy representativos del mismo: Arabian Heavy y Arabian Light en el Golfo de México y Rotterdam. Obsérvese en el gráfico como, las más de las veces, ese margen es negativo. Si ello es así para crudos livianos ¿cómo será para el crudo promedio venezolano de 26º API?
164 PDVSA, Informe de Gestión, Resultados Operacionales / Financieros Enero - Marzo de 1993.
OTROSÍ:
Como suele suceder, y de hecho se refleja en varias ocasiones en este trabajo, siempre aparece una información de última hora. En esta oportunidad, después de haber concluído totalmente éste y los posteriores capítulos llega a nuestra manos un prospecto de Salomon Brothers (165) que aparentemente hace prescindibles todos nuestros ejercicios de inferencia, extrapolación y, en general, "pesca" de información sobre la internacionalización, las cuales quedan para la historia de las dificultades que se confrontan en el país para conocer las actividades externas de nuestra principal industria, tal y como ya lo reseñamos al hablar de las limitaciones de nuestra investigación.
165 Salomon Brothers Inc. "Prospectus $1,000,000,000 PDV América, Inc.", New Yor, NY, July 1, 1993.
Por imperativos del mercado financiero norteamericano y con la claridad con la que se presentan las cuentas en Wall Street, Salomon Brothers estructura una información de la que no se dispone en ninguna documentación pública y oficial sobre PDVSA y sus negocios en el exterior, perfectamente correlacionada, desde 1988 hata marzo de 1993. Nuevamente tenemos que constatar que la confidencialidad en la cual se refugian los negocios del poder petrolero sólo es aplicable en Venezuela y a los venezolanos legos en la materia, por cuanto en el ámbito internacional tales negocios son del dominio público.
En el material comentado se hace una radiografía completa de PDVSA, Propernyn B.V. -la empresa domiciliada en Holanda tenedora de las acciones de todos los negocios internacionales de PDVSA- y PDV America, el holding para los negocios en Estados Unidos.
La cantidad de información aportada por este material es de tal magnitud, que en las instancias del presente trabajo en la cual nos encontramos -preparación para la publicación- no podremos presentar un análisis detenido como el que merece y que, desde luego, nos planteamos como tarea inmediata. Baste decir por ahora, que ese material confirma todas las pistas que artesanalmente habíamos construído a partir de la fragmentaria información disponible en el país.
Los cuadros que insertamos de seguidas son fotocopias de los principales Sumarios Financieros Consolidades y Datos Operativos de PDV America (Cuadro A) y Propernyn (Cuadro B). Los hemos identificado con letras para no alterar la secuencia, ya concluída, de los demás cuadros incluídos en este trabajo.
Una revisión preliminar del Cuadro B, titulado como"Summary Consolidated Financial and Operating Data of Propernyn" nos permiten constatar algunas relaciones características de las operaciones globales de PDVSA a nivel internacional, a saber:
La "cifra de negocios" que representan las ventas de productos procesados en el conjunto de las instalaciones
refineras de PDVSA en el exterior promedian para el trienio
90-92 la cifra de 9.232 millones de dólares. Los costos y gastos totales incurridos en estas actividades representan, en promedio para el mismo lapso el 96,48% del total de los
ingesos brutos generados. Correlativamente, el ingreso operacional se contrae a un 3,52% del referido ingreso. A partir de esa base y para ese mismo lapso, el ingreso neto obtenido por PDVSA, después de impuestos y otras deducciones vinculadas al financiamientio de tales operaciones, representa el 0,94% de las ventas brutas. Los impuestos registrados, "income taxes", se refieren a los
cancelados en los países donde se desarrolla la actividad y
promedian un 24,$% de los ingresos netos..
Desde otro punto de vista, considerando que el activo promedio para el trienio considerado es de 3.978 millones de dólares, los ingresos operativos representan un 8,19% de se monto, mientras que los ingresos netos sólo alcanzan a un 2,19% del mismo.
Igualmente, tomando en cuenta la capacidad de refinación utilizada, los ingreso bruto promedio alcanzó a 37,79 dólares por barril y los ingresos netos 0,36 $/bl. En este sentido, la información es contradicotira con las estadísticas de precios en el mwercado norteamericano. En efecto, la AIE (166) reporta, para el trienio 90-92 un rendimiento promedio de los productos en el puerto de New York de 24,6 $/bl. Y aún cuando se tratara exclusivamente de Gasolina Premium 92 sin plomo, el promedio para los tres años sería de 29,52 $/bl.. Por tales raziones, el promedio presentado por Propernyn - 37,79 dólares- no es congruente con la realidad del mercado norteamericano -y mucho menos con el europeo y asiático-. En consecuencia, los ingresos brutos presentados deben incluir también las ventas de productos adquiridos, más allá de la capacidad de refinación utilizada. Exponemos esta circunstancia para mostrar que aún en los prospectos del Wall Street es difícil evaluar la efectiva rentabilidad del negocio de la internacionalización.
A partir de 1989, PDVSA presenta sus Estados Financieros de manera consolidada, incluyendo en ellos, tanto los resultados de sus operaciones dentro y desde Venezuela, como los obtenidos en sus filiales en el extranjero -un escalón más de agregación para esconder resultados parciales comprometedores. De tal manera, que los 9.469 millones de dólares de ingresos brutos de las actividades en el exterior en 1992, forman parte de los 20.820 millones de dólares de ingresos por ventas netas de petróleo crudo y sus derivados que se presentan en el Informe Anual de Actividades para ese mismo año. Igualmente, los 9.157 millones de costos externos alimentan el monto global de costos operativos de PDVSA, 13.231 millones de dólares, donde juegan un papel destacado los 6.430 millones de dólares por concepto de compra de crudos y productos en el exterior (cifra cuya magnitud se puede apreciar, si consideramos que Citgo es el mayor comprador individual de crudos mexicanos).
166 AIE, Oil Market Report, 6 July 1993, pág. 36.
Con todo esto, no nos queda más que ratificar lo que ya
era conclusión de este capítulo: Sobre las inversiones
downstream de PDVSA es indispensable hacer un estudio
abierto y con todas las cartas sobre la mesa.
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