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miércoles, 17 de julio de 2019

NUEVO PROYECTO DE LEY DE HIDROCARBUROS


Ley Orgánica para la regulación
del comercio de esclavos en Venezuela

Carlos Mendoza Pottellá
17 de julio de 2019




En  trabajos anteriores he estado denunciando a los pescadores en río revuelto, aquellos que se adelantan a proponer la construcción de un futuro petrolero para Venezuela centrado en el aprovechamiento privado del patrimonio colectivo. [i]

En el último de ellos tuve que retroceder 20 años para referir los términos del debate constituyente de 1999 sobre el tema, para seguir insistiendo en los argumentos esgrimidos desde entonces frente a quienes continúan difundiendo, como señuelo demagógico, definiciones trucadas de los conceptos Estado-Nación, Gobierno, propiedad pública, propiedad colectiva y propiedad privada, para proponer que, como “la Nación somos todos”, podemos repartir ese patrimonio entre los vivos mayores de 18 años, despojando al futuro.

La discusión de estos temas desborda los limitados conocimientos legales de un economista asomado a leyes, códigos y constituciones. De hecho, el rebuscado galimatías privatizador se fundamenta en la seguridad de que existe un generalizado desconocimiento de la historia de nuestro ordenamiento jurídico y político.

Pero hete aquí que aparece, introducido para su discusión en la Asamblea Nacional, un “Anteproyecto de Ley Orgánica de Hidrocarburos”[ii] que resume todas las falacias y distorsionadas interpretaciones denunciadas desde hace treinta años, lo cual me obliga a seguir incursionando en estas aguas procelosas.

Con este instrumento se trata de proponer el desconocimiento de todo el ordenamiento legal y constitucional venezolano y retrotraer al país a la época anterior al Código de Minas de 1904, con el cual, previamente modificado, Cipriano Castro otorgó masivas concesiones en 1906 a un grupo de 6 compadres suyos que, como es sabido, las transfirieron a las compañías inglesas que iniciaron la explotación petrolera en Venezuela.

Los términos de este anteproyecto desconocen todos los aportes de Gumersindo Torres, en tiempos de Gómez, de Nestor Luis Pérez Luzardo en tiempos de López Contreras, de Manuel Egaña en tiempos de Medina Angarita, para no hablar de Juan Pablo Pérez Alfonzo, demoníaco estatista que hasta se atrevió a proponer y constituir una compañía petrolera auténticamente nacional, la CVP, de cortos 15 años de mal ejemplo, porque fue desmantelada en 1976 para fundirla con las “culturas corporativas” herederas de las concesionarias Mobil y Gulf, en Corpoven, munida de sus respectivos convenios de asistencia técnica y comercialización,  y así borrar, de paso, todo vestigio de la anterior administración petrolera, autóctona y alineada con los intereses de esa “Nación que somos todos”.

Ahora, ante el evidente desastre operativo y gerencial que es la actual administración petrolera estatal, cundida de incapacidad, corrupción y abierta delincuencia; enfrentada a la inviabilidad de megaplanes fantasiosos y de resultados ruinosos, cercada, además, por las agresivas sanciones políticamente motivadas y aplicadas por el Estado más poderoso del planeta, llegó la hora de cobrar para los privatizadores ancestrales.

De restituir todos los negocios que garantizan el aprovechamiento privado de un bien colectivo.

En el escenario mundial contemporáneo, en cual los grandes Estados dirimen el reparto del planeta, la salida propuesta por nuestros modernos epígonos de la libertad económica sin restricciones socialistoides  es una huida hacia adelante: desmantelar el Estado-Nación venezolano. Pulverizarlo.

En lo económico, este sería el resultado del propuesto Fondo Patrimonial de los Venezolanos, al que ya me referí en los trabajos anteriores,  pero con el cual quiero ajustar algunas cuentas.

Si nos atenemos a los cálculos y expectativas de sus autores:

“De haberse creado el fondo en 1998, hubiese alcanzado un monto total de 250.000 millones de USD para 2016, lo que implicaría que cada venezolano (mayor de edad y hasta edad de retiro) hubiese tenido al término del año 2016 más de 12.000 USD en su cuenta personal” [iii]

Abundan en su argumento señalando que bajo una PDVSA bien administrada, que hubiese cumplido las ilusorias metas de producir seis millones de barriles diarios, ese monto habría sido de 26.000 dólares. (Perdonen el uso del español dólares en vez de USD)

Pues bien, saquemos las cuentas prometidas y evaluemos el significado de esa demagógica y pírrica oferta de 12 o 26 mil dólares en 18 años a cada uno de los venezolanos mayores de edad, pero menores de sesenta, según  su mención de “hasta la edad de retiro”:

Los venezolanos mayores de 18 años somos ahora unos 20 millones y seguramente menos si nos descontamos los mayores de 60, lo cual comporta que la cifra a repartir es de unos 240 mil millones de dólares, si fueran sólo 12.000  por persona, o 520 mil millones, en el caso de los 26.000.

En 18 años, eso hubiese significado, en el primer caso, 667 dólares anuales, 1,84 dólares diarios,  y en el segundo caso, 1.444 dólares anuales, 3,96 dólares diarios.

¿Para qué otra cosa, que no sea para un escuálido consumo, pueden alcanzar tales montos?

¿Cómo se puede comparar un Fondo de Ahorro para la Nuevas Generaciones, como el noruego, con un Fondo de dispendio directo y al detal como el propuesto aquí?

En materia legal, la propuesta privatizadora se materializa en el ya referido Anteproyecto de Ley de Hidrocarburos cuyo análisis  motiva este trabajo y que reanudamos aquí.

En mi opinión, la significación más importante de esta propuesta es el desconocimiento de todo el ordenamiento legal y constitucional  que regula las asociaciones con capitales extranjeros, ofreciendo completo sometimiento del país a la legalidad corporativa internacional, garantizando rendimientos y e intangibilidad de los contratos, anulando toda la capacidad del Estado-Nación venezolano para legislar y darle rango constitucional a esta materia.

Desaparecerá de la Constitución Nacional vigente el artículo 151, que recoge la “Cláusula Calvo”  -denominada así en honor al jurista argentino del Siglo XIX Carlos Calvo, quien la concibió- la cual fue asentada en los textos constitucionales venezolanos desde 1893, (Art 143), en tiempos de Joaquín Crespo. 

Ella se registra también en varias constituciones latinoamericanas, precisamente en ejercicio de sus respectivas soberanías y patrimonios nacionales. Su versión venezolana de 1999 reza de la siguiente manera:

Artículo 151. En los contratos de interés público, si no fuere improcedente de acuerdo con la naturaleza de los mismos, se considerará incorporada, aun cuando no estuviere expresa, una cláusula según la cual las dudas y controversias que puedan suscitarse sobre dichos contratos y que no llegaren a ser resueltas amigablemente por las partes contratantes, serán decididas por los tribunales competentes de la República, de conformidad con sus leyes, sin que por ningún motivo ni causa puedan dar origen a reclamaciones extranjeras.

En materia de hidrocarburos, en particular, el primer artículo de la Ley  de 1943, que tiene el carácter de Disposición Fundamental,  declara de utilidad pública todo lo relativo a la exploración, explotación, manufactura y transporte de petróleo, asfalto, gas natural y demás hidrocarburos.

Sobre la base de tal declaración se sustenta la instauración de todo el ordenamiento particular en esta materia. De hecho, esta declaratoria de utilidad pública es el fundamento sobre el cual se promulga la Ley que Reserva al Estado la Industria y el Comercio de los Hidrocarburos de 1976.

Por el contrario, y saltándose las leyes y la ancestral norma constitucional, el Anteproyecto de marras establece en el aparte 10 de su Artículo 27:

10. Cláusula de arbitraje en el entendido que cualquier controversia que surja de los contratos o en relación a los mismos será resuelta definitivamente mediante arbitraje –incluyendo el arbitraje internacional- conforme a lo acordado por las partes en el respectivo contrato, todo ello dejando a salvo los Tratados aplicables.

Y para abroquelar todo, en su Disposición Transitoria 12, ordena que:

Dentro de los seis (6) meses siguientes a la publicación de esta Ley, el Ejecutivo Nacional comenzará los trámites requeridos para la reinserción de la República Bolivariana de Venezuela en el sistema internacional de protección de inversiones, específicamente en el Centro Internacional de Arreglos de Diferencias Relativas a Inversiones del Banco Mundial

Venezuela se convertirá así en el paraíso corporativo internacional. Un territorio sin Ley, sin Estado, en donde cualquier “emprendedor” –respaldado por cualquiera de los superpoderosos Estados que pugnan por jalar la brasa hacia su sardina  a nivel global- podrá venir a hacer fortuna sin fastidiosas limitaciones de los bárbaros nativos.

Las garantías al socio extranjero las dará, y vigilará por su cumplimiento, una nueva Compañía Guipuzcoana, la Agencia Venezolana de Hidrocarburos, con poderes supraconstitucionales y supralegales, que reducirá al “Ministerio con competencia en el sector de hidrocarburos” -del cual se desconoce hasta el nombre- a un simple papel protocolar.

Los contratistas extranjeros recibirán garantías de rentabilidad e intangibilidad de los términos de sus contratos, según otro aparte del inefable Artículo 27:

14. Cláusula de estabilidad legal y fiscal. El estado garantizará en cada contrato, la estabilidad legal y fiscal durante la vigencia de cada contrato. Con respecto a la estabilidad fiscal si la promulgación de una nueva ley, reglamento o acto administrativo o modificación de una ley, regulación o acto administrativo incluyendo la imposición de nuevos tributos, tasas o cargos o la modificación de los mismos causa un efecto adverso e inesperado en el balance económico de los participantes en los Contratos de Exploración y Producción, el Estado adoptará las medidas que permitan restaurar el equilibrio económico-financiero del Contrato de Exploración y Producción.-

En consecuencia, los poderes públicos venezolanos no podrán proponer y aprobar modificaciones legales que “desmejoren” esos sagrados contratos. Y si se atreven, ya esta Ley les ordena que reparen el desaguisado.

En verdad, y respetando la inteligencia de los lectores, no sería necesario seguir interpretando lo que de manera tan diáfana revela este Anteproyecto, pero creo que la intención contrabandista de sus proponentes los hace escurrir el bulto vergonzantemente.

Por eso, recomiendo encarecidamente a los lectores que consigan un ejemplar del mismo y un protector gástrico, para que disfruten de las 16 disposiciones transitorias donde se termina de perfeccionar el nuevo modelo de relaciones con el capital petrolero internacional.  

De hecho, algunos colegas me han advertido de no gastar pólvora en zamuros, porque se trata de un evidente adefesio jurídico, completamente inconstitucional.

Basta con leer su pésima y atropellada redacción, sus imperfecciones de técnica jurídica y su abierto sesgo antinacional para saber a qué atenernos.

Pero no resistí la tentación de enfocarme en su dimensión política, dada la persistencia y calibre de los expositores y defensores de tesis como las que inspiran este instrumento, y quienes, como yo, no han sido precisamente juristas: Desde Alberto Quirós Corradi, Francisco Monaldi padre, Luis Giusti, Ramón Espinasa, Andrés Sosa Pietri, Gustavo Coronel, CEDICE y Diego González Cruz, hasta llegar a Moisés Naim, Leopoldo López y Gustavo Baquero y, para no dejar de mencionarlo, al Diputado-mensajero de última hora, Luis Stefanelli.

Para muestra, la argumentación Quirós Corradi, citada por Gustavo Coronel:

En su momento Alberto Quirós Corradi lo explicaba así: “El Estado es la representación político-jurídica de la Nación. La Nación somos todos nosotros… Al establecer y aceptar como Nación a todos los venezolanos... entenderíamos entonces que los yacimientos petroleros y las riquezas naturales de Venezuela no son del Estado sino de la nación… por lo que incorporar a los venezolanos a la propiedad de esa empresas (nacionalización), es el comienzo de una nueva era para la construcción de una sociedad moderna y participativa”. [iv]

Luis Giusti, por su parte, sostenía:

"La apertura petrolera deberá apuntar hacia una política de privatización de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) y sus empresas filiales, aseguró ayer el presidente del holding estatal, Luis Giusti.
'Debemos diseñar una política más agresiva para la apertura de Pdvsa y las empresas filiales al sector privado' dijo el máximo representante de la petrolera estatal... al referirse a la significación del proceso de licitación que se viene realizando para la adjudicación de las 10 áreas con potenciales reservas de crudos livianos y medianos“[v]

Por todo esto, es pertinente seguir mostrando algunas de las perlas de esta propuesta:

En su artículo 9°, el anteproyecto en comento establece las competencias del Poder Ejecutivo en materia de hidrocarburos, ejercidas por

a)   “El Ministerio con competencia en el sector de Hidrocarburos” –aquél cuyo nombre no debe ser mencionado- responsable de la formulación y seguimiento de las políticas públicas en la materia.

Esta “no mención” del Ministerio del Petróleo no es inocente, ni cosa de fantasías tipo Lord Voldemort. Está vinculada a la decisión de vaciarlo de contenido, y transferir todas sus atribuciones a la AVH, como en efecto se dispone.

El quid de la cuestión no es un asunto de nombres, sino un aspecto central de este proyecto: sacar toda la materia de hidrocarburos, líquidos y gaseosos (tal como establece en su disposición transitoria Nº 10)  del ámbito y las regulaciones de la administración central,  dado el carácter “descentralizado y autónomo” que se asigna a la AVH:

Artículo 65. Se crea la AVH, como órgano desconcentrado del Ministerio competente del sector de Hidrocarburos, con autonomía técnica, presupuestaria y administrativa. La Agencia tendrá a su cargo la implementación técnica de las políticas públicas del sector de Hidrocarburos, de acuerdo con las competencias que le asigna la presente Ley. 
b)  La AVH (Agencia Venezolana de Hidrocarburos) “responsable de la regulación de las actividades reguladas por la presente Ley” (vale decir, supra-reguladora), la celebración de los Contratos de Exploración y Producción, el otorgamiento de las autorizaciones para la realización de todas las otras actividades reguladas por esta Ley, la inspección, supervisión y administración de los títulos habilitantes que permitan la gestión de las actividades reguladas en esta ley y las que le serán transferidas en materia de gas natural no asociado.
 
En su artículo 10°, el anteproyecto establece que:

PDVSA, o la(s) empresa(s) creada para cumplir con su objeto, directamente o mediante otras Empresas del Estado bajo su control, ejercerá actividades de Exploración y Producción, Transporte, Almacenamiento, Comercialización de Hidrocarburos, Refinación, Distribución, Expendio de Combustibles y Comercialización de Productos Derivados sujeto a la celebración de los contratos de exploración y producción y obtención de las autorizaciones requeridas conforme a lo establecido en esta Ley y bajo el control y supervisión de la AVH.

En otras palabras, según este artículo, PDVSA pasa a ser una contratista más, bajo control y supervisión de la AVH y en las condiciones de minusvalía establecida en el Artículo 18, que comentaremos más adelante.

Antes, veamos las disposiciones del Artículo 11:

En cumplimiento con lo dispuesto en el artículo 303 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, el capital social de PDVSA no podrá ser enajenado. No obstante, PDVSA podrá celebrar contratos de asociación con sociedades mercantiles o de hecho como consecuencia del desarrollo de negocios de PDVSA, en los términos de la presente Ley y bajo el control y supervisión de la AVH.

En este artículo del Anteproyecto se alude al 303 constitucional, precisamente aquél en el cual han explorado los privatizadores desde el momento de su promulgación, para utilizar  la fisura que lograron incluir -como me consta personalmente desde la madrugada en que concluyó su redacción- dos destacados constituyentes que no quiero mencionar, con la asesoría del Bufete Baker-Mankenzie, y que subrayo de seguidas:

Artículo 303 Por razones de soberanía económica, política y de estrategia nacional, el Estado conservará la totalidad de las acciones de Petróleos de Venezuela, S.A., o del ente creado para el manejo de la industria petrolera, exceptuando las de las filiales, asociaciones estratégicas, empresas y cualquier otra que se haya constituido o se constituya como consecuencia del desarrollo de negocios de Petróleos de Venezuela, S.A.

De acuerdo a esa coletilla -combatida entonces  infructuosamente por Gastón Parra Luzardo y otros miembros  de la Comisión de lo Económico y Social de la Asamblea Nacional Constituyente- PDVSA conservará todas sus acciones, pero puede ser vaciada de contenido y atribuciones con la privatización de sus filiales y asociadas.

Y ahora, lo prometido:

Artículo 18. De manera excepcional, la AVH podrá reservar áreas no asignadas para que Empresas del Estado sean las participantes en Contratos de Exploración y Producción y desarrollen dichas áreas. En ningún caso esta competencia será ejercida sobre derechos ya adjudicados, ni permitirá modificar los Contratos de Exploración y Producción suscritos.

La voluntad privatista llega aquí a extremos increíbles. No es neceatrio traducir el texto, pero insistiré fastidiosamente: la participación estatal en las actividades exploración y producción será una excepción, que podrá ser dispuesta por la AVH, mientras no colida con contratos ya asignados  a empresas comerciales.

Hablando de retrocesos históricos y volviendo al título de estas líneas, considero que nos faltan unas cuantas leyes orgánicas de  índole semejante a la de este anteproyecto, para regular, por ejemplo, la participación de indios, pardos y negros en los espacios públicos reservados a la gente de bien... y “del petróleo”.




[i] C. Mendoza Pottellá, “La Oportunidad la Pintan Calva”/ “Volver al Futuro” / “Pescadores en río revuelto”/ “Un barco en la tormenta”/ https://petroleovenezolano.blogspot.com/
[ii] Diputado Luis Stefanelli, 05-06-2019,  Anteproyecto de Ley de Hidrocarburos,
[iii] Leopoldo López – Gustavo Baquero, Venezuela Energética, pág. 272 Caracas, noviembre de 2017.
[iv] Diego González Cruz,   EL TRABAJO DE GUSTAVO CORONEL, Apuntes para una historia de la GENTE DEL PETRÓLEO Recopilados por: Acad. Ing. Diego J. González,Julio, 2019 . Referencia: http://lasarmasdecoronel.blogspot.com/2019/07/capitulo-final-xii-de-mis-de-apuntes.html?m=1
[v] Economía Hoy, 25 de enero de 1996, pág. 10.

martes, 31 de enero de 2012

LUIS BRITTO EN EL FORO DEL CIM

PROTECCIÓN DE INVERSIONES,
ARBITRAJE INTERNACIONAL,
SOBERANÍA NACIONAL

Continuando con el tema que ha ocupado nuestras entradas anteriores, queremos dedicar esta entrada a la intervención del Dr. Luis Britto García en el Foro del Centro Internacional Miranda sobre Ventajas y riesgos de la salida de Venezuela del CIADI, cuyo contenido compartimos plenamente.




Salirnos del CIADI, es una medida patriótica, de restablecimiento de la soberanía
Luis Brito García   Abogado- Escritor





Hace más de una década llevó yo una contienda pública en la cual me ha acompañado Fermín Toro Jiménez en la cual incluso llegamos ante el Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela una demanda en forma para pedir la interpretación del artículo 151 de la Constitución y el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), primero nos negó la condición de interés para esa demanda, vale decir un ciudadano no tenía derecho a solicitar la interpretación atinente a la soberanía de Venezuela bueno dos ciudadanos y la segunda cosa era que decía que Venezuela se había acogido al criterio de inmunidad relativa ¿qué es eso de inmunidad relativa? me van a perdonar ustedes que empiecen con una serie de pequeños conceptos que muchos de ustedes dominaran pero que el público necesita conocer.






Fíjense ustedes los estados tienen como una potestad que no pueden ceder, ni transferir, ni alienarle negociar la soberanía. La soberanía es poder absoluto y perpetuo de darse las propias leyes, aplicar esas leyes con sus propios órganos y decidir con sus propios tribunales, y sus propias leyes los conflictos que sobre la aplicación de las leyes surjas.






Esas tres cosas constituyen las condiciones sine qua non de la existencia de un estado, ustedes pueden entender claramente que si un estado sede una sola de esas potestades deja de ser estado, si Venezuela por ejemplo no puede darse sus leyes, si no que tiene que presentar a Washington o cualquier otro poder cuales han de ser nuestras leyes es obvio que no somos soberanos, eso era lo que sucedía antes del 19 de abril de 1810 otras potencias hacían nuestras leyes, si podemos hacer nuestras leyes pero no podemos aplicarlas, también hemos perdido la soberanía y no existimos estado, otros poderes, otras fuerzas públicas, otras autoridades designadas por otras potencias serían las que aplicarían las leyes y si no podemos resolver las controversias sobre la aplicación de las leyes con nuestros tribunales y nuestras leyes igualmente hemos dejado de existir como República.






Piensen ustedes por ejemplo que se plantean ante nuestros tribunales una controversia sobre quien ganó las elecciones y quien gana las elecciones del 2012 y entonces eso no lo va a decidir nuestros tribunales sino que de repente el CIADI o la Corte Penal de la Haya, o la Corte Internacional de los Derechos Humanos en Costa Rica de la OEA o la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de Washington es quien va a sentenciar quien gano las elecciones aquí. Piensen ustedes que hay como los hay mucho de expropiación de empresas de interés público y que entonces no puede el estado tomar acciones porque quien debe decidir esos litigios es el poder extranjero, una junta de árbitro.






Obviamente si estamos en esa situación hemos perdido la soberanía y eso para decirlo bien claro es que hemos dejado de existir como República independiente y soberana, esto es tan claro que en los principios fundamentales de la Constitución aparece además de la soberanía, la democracia, aparece la inmunidad, la inmunidad jurídicamente explica que determinado organismo no puede ser juzgado, ni sometido por otros poderes distintos. Venezuela tiene inmunidad de jurisdicción porque la controversia sobre la aplicación de nuestras leyes tienen que ser decididas por nuestros tribunales tan es esto de irrefutable que Bolívar fue uno de los primeros que tuvo una batalla jurídica sobre eso, los realista intentaban meter contrabando y los republicanos ejerciendo el derecho confiscaron unas goletas de Estados Unidos que le es taba metiendo contrabando de armas a los realistas, el representante de Estados Unidos dijo que el conflicto de la confiscación de esas goletas lo deberían decidir los Tribunales de Estados Unidos, Bolívar dijo no señor esas goletas y sus tripulaciones no son neutrales porque están rompiendo un bloqueo que nosotros hemos señalado con todos los medios de la leyes internacionales y además están la introduciendo armas de modo que no tienen el carácter de neutralidad y eso lo decidimos nosotros única y exclusivamente con nuestros tribunales y nuestras leyes, imagínense ustedes si Bolívar cede esa potestad soberana de esa potestad soberana.






Estas son las reglas fundamentales del juego, un país tiene que tener potestad de darse sus leyes, de aplicarlas y de resolver los conflictos sobre ella y si pierde estas potestades o pierde una de ellas ya no tiene soberanía.






Cualquiera de esas tres potestades que cedamos implica la perdida de nuestra soberanía y de nuestra independencia, por esto además es bueno siempre hacer un pequeño paseo histórico sufrió Venezuela un bloqueo y un bombardeo de nuestras costas por tres potencias imperiales Inglaterra, Alemania e Italia entre 1902 y 1903, no es por casualidad que son estas las mismas que han estado destruyendo a Libia actualmente.






Cuál era el origen de esto de nuevo los extrajeron decían tener reclamaciones contra Venezuela, decían que esas reclamaciones las tenían que resolver ellos mismos con sus tribunales, Cipriano Castro dijo que eso era inadmisible y resultado 15 acorazados empezaron a vomitar fuego contra nuestras costas, a hundir nuestro pobres barcos de una marina que no tenia prácticamente unidades navales poderosas ni armamentos, ni nada, era tal el abuso de estas potencias que reconsideradas las deudas que ellos reclamaban en realidad se redujeron a las sexta parte, para que vean que no es solo el problema de que haya una controversia jurídica o principista en esto de no ceder la soberanía jurisdicción es que la diferencia es abismal al uno ceder la jurisdicción esta cediendo la posibilidad de un abuso ilimitado contra nuestros países y toda esta controversia se planteo claramente en América Latina a raíz de otra invasión, los franceses con el emperador Maximiliano invadieron México también protestando un problema de pago de la deuda pública que debían resolver ellos y los resolvieron con la invasión.






En función de eso gran parte de nuestro países en las constituciones incluyeron la norma que implicaba la inmunidad de jurisdicción de nuestros estados, las controversias sobre cuestiones de interés publico solo se pueden resolver con nuestros propios tribunales y según nuestras leyes y entonces esa norma esta de manera explicita en la Constitución venezolana desde 1893 para que vean ustedes tiene más de un siglo establecida.






Naturalmente a las transnacionales no les gusta perder en un juego hay un proceso mundial en el mundo capitalista que lo pudiéramos llamar de privatización de la justicia y que afecta tanto a los s como a los particulares, es muy frecuente que las grandes empresas cuando ustedes firman con ellos un contrato sea de la venta de un automóvil, de un equipo, a veces la compra de un inmueble, a veces una operación con un banco que en ese contrato en la letra microscópica que suelen tener las infamias, se diga de una vez que usted renuncia a ir a los tribunales y que va a tener que someterse a una junta de arbitro, vean ustedes lo que implica eso, bueno ustedes dirán es que esa es una cuestión voluntaria, cómo que voluntaria un contrato de adhesión impuesto por una empresa y si usted rechaza contratar con ella, la otra empresa también le va imponer las mismas condiciones, esos son contratos abusivos cuyo único freno esta en las leyes.






Lo cierto es que es un documental llamado “hot cofee” sobre Estados Unidos, se señala como prácticamente todas las grandes empresas han confiscado la función judicial para desplazarlas hacia juntas arbítrales. ¿Cuál es la gracia de esto? una junta arbitral esta compuesta por arbitro y si un arbitro decide muchas veces en contra de las empresas obviamente ese señor no va a volver arbitrar más nunca nada, en alguna forma ustedes al firmar eso contratos de adhesión se someten al arbitrio de la propia empresa contra la cual pueden entrar en conflicto. Esto que ya es inmensamente grave en los interés privados, después de todo ustedes pueden decidir si compran o no un automóvil, o si piden o no un crédito, eso es el interés particular, se hace particularmente grave en el caso de los estados de la república soberana porque las transnacionales han confeccionado toda una serie de mecanismos para en cierta forma privatizar la justicia, vale decir que en lugar de que valgan los tribunales de los estados, de que valgan las cortes pues se lleven las controversias, las contenciones a órganos arbitrales.






Una cosa interesante de los árbitros es que tienen la mayoría de las veces un poder de árbitros arbitradores, es decir que pueden decidir de buena fe sin reparar en las leyes, por ejemplo una ley nuestra dice que el estado es el propietario de la riquezas de los subsuelos un arbitro arbitrador podía desechar ese principio que esta en nuestras leyes y constituciones y decir, bueno en buena fe vamos a decir que la empresa tal posee los recursos petroleros de Venezuela no importa lo que diga la constitución o las leyes.






Hay múltiples organismos en ese sentido como lo es el Centro Internacional del Comercio que hace poco dijo resolver un litigio con la Exxon, esta el CIADI hace muchas décadas el Banco Mundial que es un organismo de las Naciones Unidas creó una especie de tribunal o junta arbitral llamado CIADI Centro Internacional de Arreglo de las Diferencias sobre las Inversiones y como había una especie de Biblia neoliberal que todo el mundo tenia que pasar por ella, empezó a deslizar en todos los tratados de promoción y protección de inversiones, en todos los tratado internacionales, cláusulas de sometimiento las controversias de interés publico al CIADI, de modo que poco a poco por lo menos sobre el papel fuimos perdiendo nuestro derecho y nuestra soberanía, es decir, eso fue un proceso callado y nadie dijo vamos a derogar la constitución vamos a decir que nuestros países no son soberanos no, no, no esos eran acuerdo técnicos, se llevaban a unos congreso y los congresos muchos de eso tratado a veces los aprobaban sin mayor controversias y entonces así poco a poco fue habiendo una posible, potencial o por lo menos una tentativa frustrada de ceder la jurisdicción soberana de nuestros países, entonces esto se fue patentizando.






En Venezuela por ejemplo tuvimos un decreto ley de promoción y protección de inversiones, para señalarles a ustedes también porque todas estas historias son viejas el Congreso de la Gran Colombia celebró un acuerdo de promoción y protección de inversiones con Inglaterra en la época de independencia, Bolívar estaba ocupado en la campaña del Perú, la campaña del sur y el en todo caso no podía intervenir en la funciones legislativas y cuando escuchan la noticia de ese tratado dice Dios mío escribe el textualmente en una carta, ese tratado seguramente tendrá la justicia de una balanza en uno de cuyos pesos sea de plomo y el otro de oro ya veremos cual es la parte de plomo y cual es la parte de oro, y en efecto ese tratado tenía cosas tan equitativa como que Inglaterra tenía libre navegación en todas las costas, puertos y ríos de la Nueva Granada a cambio de que la poderosa flota de la Gran Colombia, que no tenía más de tres o cuatro barcos, tuviera igual derecho en los puertos y en los ríos de Inglaterra en donde nunca llegaba un barco nuestro, es decir había esa desigualdad patente.






Lo cierto es que a través de una serie de tratados se intento justificar este sometimiento a esta jurisdicción y un conjunto de funcionarios que nunca faltan sin noción de patriotismo, en todos los contratos ponían una cláusula que decía las diferencia de estos contratos serán resueltas por una junta arbitral en el exterior, serán resueltas por el CIADI, serán resueltas por el Centro Internacional del Comercio, por lo que fuere, serán resueltas arbitralmente, ¿por qué en principio no puede suceder esto? allí tenemos que entrar en otra noción jurídica que es importante explicar, la mayor parte ustedes la conocen perfectamente gran parte de nuestros funcionarios no, es la noción de interés publico y de orden publico.






En las relaciones de derecho hay una serie de cosas que se pueden tranzar, usted me va a vender una nevera usada y yo le digo bueno en cuanto me la vende 2000 bolívares es un poco caro pónmela en 1700 ok esta bien llegamos a un acuerdo o de repente tenemos un choquecito que no esta muy claro cual es el ganador y decir vamos a dejar eso así chico cada uno de nosotros paga su cosa, perfecto. En el orden privado se presume una facultad de tranzar las cosas, uno puede decirle vamos a llevar esto para que el amigo que esta aquí nos resuelva y decida cual de nosotros tiene la razón, en nuestros interés privados ahora no podemos resolver así un homicidio porque eso tiene que ver con el orden, con normas de orden publico por ejemplo me acusan a mi de que acusan a mi de que maté a fulano, bueno vamos a llevárselo a ese señor para que el diga en lugar de los tribunales, o vamos arreglar esto entonces yo te mato un sobrino vale no. En un divorcio vayan ustedes ante los tribunales a decir bueno chico vamos a tranzarnos y quedamos divorciados así porque nos da la gana este no, o que le vamos a someter a fulanito de tal para que el de arbitro diga si estamos divorciado o no, no, no orden publico señores, ninguna de esa cosas pueden ser sujeto u objeto de una transacción o un acuerdo y eso sobre todo se aplica a las normas que tienen que ver con el funcionamiento de los poderes públicos y los supremos interés de la República.






Usted no puede ir a tranzar ante árbitros una cosa como la propiedad de Venezuela sobre los recursos públicos del país, usted no puede llevar ante un órgano arbitral o ante un grupo de amigos de mutuo acuerdo decidir si Venezuela es soberana o no, esas son cuestiones de orden publico que por lo tanto solo pueden ser decididas por los tribunales de acuerdo a normas de orden publico creo que la diferencia queda absolutamente clara, pues lo grave, lo patético es que contratos en los cuales estaba interesado el orden publico en nuestros países fueron sometidos en esas cláusulas a arbitraje o se dispuso que debían ser sometidos a arbitraje, cosa absolutamente inaceptable eso es como decir bueno vamos a someter los crímenes de genocidio a un arbitro que el resuelva de acuerdo a su buen saber entender si hubo o no delito entonces ya quedamos libres, no, hay cuestiones que no pueden ser resueltas por los tribunales de la República de acuerdo con las normas de orden publico.






Así se formo esa cadena trágica en la cual en función de unos supuestos contratos en los cuales habían cláusulas inconstitucionales, la constitución por el contrario dice lea ustedes en el 151 se considerará en los caso de interés publico aun cuando no estuviera explicita una cláusula que diga que las controversias sobre ellas serán resueltas por nuestros tribunales y según nuestras leyes. Las cuestiones de orden publico un contrato simple de derecho privado como por ejemplo un alquiler de una cosa que no tenga mayor importancia ahí si no hay problema eso se puede resolver por la jurisdicción o puede haber un acuerdo, un contrato de interés publico no, en ninguna forma hubo entonces una conspiración entre funcionarios legisladores que a veces aprobaron un contrato de promoción y protección de inversiones, en los cuales había cláusulas inaceptables totalmente abusivas contra nuestros países y se formó esa ficción y finalmente avergüenza decirlo hubo jueces que en sentencias explicitas se atrevieron a decir que Venezuela no tiene más que una inmunidad de jurisdicción relativa, vale decir la soberanía es relativa, señores eso es como decir que una señora esta relativamente preñada perdón la soberanía es como la preñez, o se esta preñada o no se esta, pero eso que se este relativamente preñada no, o si o no el que pone en duda la soberanía esta diciendo que no hay soberanía.






Es una sentencia que afortunadamente a través de la decisión del Presidente Chávez de retirarnos del CIADI hay que simplemente rogar por su eterno descanso, y por el eterno reposo de ella y hacer los honores fúnebres que mereció desde el principio. ¿Esta basado nada mas en esta decisión soberana del Presidente de nuestra Constitución? yo creo que es sumamente importante señalar que no, ha sido un poco la falta de diligencia, de patriotismo de algunos funcionarios que ha permitido que esas causas vayan al CIADI resulta que el propio estatuto fundacional de CIADI que es el convenio de la Comisión de las Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional tiene la siglas feísimas CCU CCNUDMI dice que el limite del CIADI son las normas de orden público, no había forma de que el CIADI admitiera una demanda en la cual estuvieran organizados contratos de orden público o normas de orden público, pero una complicidad criminal entre funcionarios apatria y desde luego gente de las transnacionales hizo que esos proyectos siguieran.






Esto no es posible los propios estatutos constitutivos del CIADI lo prohíben y todavía otra perla sobre la imposibilidad no ya en el orden interno de que nuestros problemas de orden público sean sometidos a órganos jurisdiccionales extranjeros, fíjense ustedes en Argentina hubo como aquí Argentina incluso tiene más demandas que aquí ante el CIADI ante otros órganos de contención que Venezuela, y entonces el tribunal de apelaciones de Washington decidió esto es muy reciente “de acuerdo con el tratado bilateral de inversiones argentinos británico las disputas entre inversores deben ventilarse en una primera instancia en los tribunales del país demandado y esperar luego 18 meses antes llevar a el caso ante una corte arbitral”, fíjense ustedes en primer lugar y esto lo esta diciendo la Corte Internacional de Washington, es más patriota que algunas de los tribunales supremos al reservar la jurisdicción nacional y añade el comentarista pagina 12 de donde sale esta noticia dice que el fallo puede convertirse en un antecedente para las causas que se tramitan en el CIADI, el tribunal que depende del banco mundial que es donde hasta el momento se ha ignorado la jurisdicción nacional, es decir, no hay dentro de la propias normas que rigen el CIADI, dentro de la jurisprudencia del Tribunal de Apelaciones de Washington no hay lugar para que se ignore la soberanía nacional.






¿Por qué debemos además salirnos del CIADI? fíjense en el CIADI las transnacionales pueden demandar a los estados, pero los estados no pueden demandar a las transnacionales hay una asimetría total, el CIADI no tiene un sistema nacional de jurisprudencia de modo que puede decir en un sentido, en un caso, en otro caso. El CIADI es hermético, se supone que un juicio que empieza y empieza por voluntad de las trasnacionales tiene que seguir hasta que concluya, el CIADI además de todas esa serie de situaciones no tiene apelación, no tiene instancia superior, si uno queda insatisfecho y nombra a la soberanía de Venezuela con una sentencia del CIADI no puede ir ante otro tribunal, es como palabra de Dios.






Finalmente tenemos otro problema que nos plantean estos fallos, por una parte de la Corte Internacional del Tribunal de apelaciones de CIADI, si una de estas instancia falla en ese sentido y otra en otros sentido entonces a cual nos atenemos si el CIADI dice una cosa si el Tribunal de Washington dice una cosa diferente ¿Qué hacemos? ¿A quién le obedecemos? ¿Qué instancia de apelación tenemos? es decir buscando supuestamente resolver controversias aquí lo que se lleva es a una especie de anarquía por las transnacionales.






El punto hasta el cual las transnacionales dominan el CIADI se ve en la simple estadística de su fallo en 233 juicios que se han sostenido 230 han sido decididos a favor de las transnacionales, 3 fallos han sido decididos a favor de los estados, piensen ustedes eso, yo siempre comparo eso como que un hebreo vaya ante un tribunal del partido nazi, o un afroamericano, un afrodescendiente vaya ante un tribunal de Ku Klux Klan, por Dios santo nosotros vamos allí como patos echados a la inmolación, es un suicidio someterse a esa instancias internacionales.






Mucha gente dice habrá horribles consecuencias de salirnos del CIADI pero señores Bolivia se salió que le ha pasado nada, una cantidad de sentencias injustas que hubieran salido contra el pues se han evitado, Ecuador un país muy pequeño se salió del CIADI que ha sucedido absolutamente nada, Brasil que es la economía más grande de toda América Latina no es que salió del CIADI es que nunca ha ingresado, nadie va a decir que Brasil no es la potencia que atrae las inversiones, que su economía tiene una inmensa cantidad de intereses internacionales allí, simplemente que Brasil tiene una política guiada por el interés nacional y entonces dice que no, porque a nosotros nos van a llevar a los tribunales extranjeros quien quiera tratar con nosotros tiene que someterse a nuestros tribunales, por lo menos a las cuestiones de interés publico.






¿Qué sucede entonces con la salida de Venezuela del CIADI? bueno esa es una salida que se tiene que anunciar con seis meses de anticipación puede que algunas causas que se han instaurado ante él sigan adelante, esas causas no podrían desembocar en el embargo de nuestras reservas internacionales, cuando aquí la Exxon planteo eso, yo corrí ante todos funcionarios que tenia que ver para llevarles los tratados internacionales que impiden el embargo de las reservas, sin embargo pueden embargar bienes como Citgo, pueden embargar embarques de petróleos, pueden embargar importaciones nuestras de alimentos, pueden embargar otras exportaciones, por lo tanto urge que salgamos de ese peligroso centro en la cual hay mucho más de veintitantas demandas contra Venezuela por montos que exceden notablemente el total de nuestras reservas internacionales, ya ahí es una cuestión de conveniencia y seguridad de la nación que nos salgamos de allí.






¿Las consecuencias cuáles serán? ¿dejará la gente de comprarnos petróleo? no, el petróleo desde donde yo se es necesario para el funcionamiento del mundo, ¿dejarán de vendernos la mercancía que necesitamos? no, tenemos dinero de la venta del petróleo no tenemos por que arrástranos, como unos indigentes y unos pordioseros a que nos impongan draconianamente todas las condiciones leoninas en sus contratos y nos arrastren antes tribunales foráneos y juntas arbitrales que siempre deciden contra nuestros intereses, por eso yo aplaudo la medida de Hugo Chávez Frías de salirnos del CIADI yo creo que es una medida patriótica, de reestablecimiento de la soberanía, quiero mencionar aquí el inmenso aporte en todos estos combates que he tenido siempre a mi lado a Fermín Toro Jiménez como un jurista patriota inteligente decidido y a todos los que nos apoyaron en esta campaña cuando hablar de la soberanía de Venezuela parecía clamar en el desierto, ya vemos que de repente los desiertos florecen. Muchas gracias





lunes, 8 de febrero de 2010

DOCUMENTOS DEL BLOG - Conferencia en el Instituto de Altos Estudios Diplomáticos "Pedro Gual"

Petróleo: El motivo del diablo
Carlos Mendoza Potellá


Presentación
(Ministerio del Poder Popular para la Comunicación y la Información)

Venezuela es un país petrolero, por tanto el tema que ocupa este libro es un asunto central de nuestra política. Aquí puede leerse una fresca y cuidadosa síntesis de nuestra historia contemporánea, desde los inicios de nuestra era petrolera, atravesando los temas de nacionalización chucuta y la estafa que constituyó otra forma de desnacionalización que emprendió el capital petrolero internacional, que gobernó nuestra negocio a su antojo durante todo el siglo XX y sólo fue derrocado cuando el Gobierno Bolivariano tomó el poder petrolero luego del terrible año 2002. En ese año donde se libró un combate a muerte entre los intereses del pueblo venezolano y los del imperio se decidió para siempre el destino mejor de Venezuela.

Las palabras de este libro son la transcripción de una conferencia realizada el día 15 de febrero de 2008, en el auditorio del Instituto de Altos Estudios Diplomáticos. Para esa fecha estaba sobre el tapete una nueva arremetida  del imperio capitalita —a través de la empresa estadounidense Exxon Mobil— que intentó embargar a la estatal Pdvsa en tribunales de Londres, una acción que lesionaba la soberanía de nuestra república. Ante situación de terrorismo jurídico, nuestra empresa respondió derrotando las mentiras de la Exxon Mobil en el mismo tribunal donde fue llevada a batallar. La presente exposición es un recorrido histórico que nos permite comprender mejor lo que es capaz de hacer el diablo del capitalismo cuando de petróleo se trata.

El profesor Mendoza Pottellá es economista, analista petrolero, master en Economía y administración de los hidrocarburos. Actualmente es asesor de la presidencia del Banco Central de Venezuela. Ha sido profesor de pre y postgrado en la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad Central de Venezuela. Fue embajador de Venezuela en Rusia y en Arabia Saudita; fue también director de Petróleos de Venezuela y asesor ad honorem de la Comisión Económica y Social de la Asamblea Nacional Constituyente. Docente, además cumple funciones académicas actualmente en el Instituto de Altos Estudios Diplomáticos Pedro Gual, y ha sido integrado a determinados proyectos de investigación y de formación de los jóvenes investigadores de esta casa de estudio.

Petróleo, el único motivo de la invasión a Irak

Primero, con un chiste de las propias revistas norteamericanas. Cuando se produjo la invasión a Irak, en la revista Business Week salió una caricatura en donde aparece Bush con una ficha como estas de la conferencia de hoy que dice: “Estados Unidos tiene 710 razones para invadir a Irak”, y en ese momento, un tipo le dice por detrás: ¡Presidente, presidente, así no! Así:




Estados Unidos tenía una sola razón para invadir a Irak: OIL. Cuando uno revisa las estadísticas, algunas estadísticas de los campos que quedan todavía con posibilidades de expansión de petróleo liviano, de unos quince campos que quedan en distintos países del mundo, ocho están en Irak. Son campos nuevos que van a tener su pico, su cenit, en el año 2020 ó en 2030, son campos nuevos y convencionales. Irán acaba de hacer nuevos descubrimientos de petróleo, y está en capacidad de producir 5 millones de barriles diarios a partir del año que viene. Fíjense ustedes qué tipo de países: Irak e Irán. Bueno, Venezuela ya se sabe lo que tiene en la Faja. Precisamente, se está acabando el petróleo convencional. ¿Cuál es el que está quedando? El más difícil y más costoso, por eso los precios, porque se necesita sacar petróleo de Canadá, se necesita sacar petróleo de la faja, se necesita sacar petróleo de aguas profundas del Golfo de México —a 15 millas de profundidad: 2 millas de agua y 13 de tierra—, en Estados Unidos y en Cuba; el de Brasil también es en aguas profundas; en el occidente de África es en aguas profundas; Kazajstán es crudo ácido; todo es crudo más costoso y tecnología más costosa, desde luego. Es ese fenómeno que describía Fernando.

Biocombustibles: Solución apresurada y falaz

Los biocombustibles, por ejemplo, tampoco son una salida. Y lo están descubriendo después del escándalo que armaron hace un año. Resulta que con los biocombustibles no es sólo el problema de los alimentos que se van a hacer más costosos, es que el balance energético mismo para producir el biocombustible es negativo. Es decir, es más la energía que se invierte que la energía que se obtiene. Entonces, los países que produzcan biocombustibles van a perder energía para entregársela a quienes la consumen. Porque hay que sembrar, hay que quemar, hay que destruir bosques. Bueno, hay gente tan loca como el presidente Uribe, que dijo, cuando esto se comenzó a pensar: “Nosotros tenemos ahí, en la orinoquia, la amazonia colombiana, ocho millones de hectáreas”, en la frontera con Venezuela, pues. Ocho millones de hectáreas de bosque son ocho millones de hectáreas de oxigeno que le van a quitar al mundo, pues.

El daño ecológico de algunas alternativas energéticas

El etanol es una empresa de la dictadura brasileña, tiene más de treinta años, lo llamaban gasohol. Estas compañías que producen etanol, en Brasil, las que producen la soya, también en Brasil y Argentina, en el sur de Brasil y en el norte de Argentina, han destruido bosques subtropicales; sólo con la soya. Si van a pasar a caña de azúcar, la destrucción será todavía mayor; y no es un problema que va a afectar a Brasil, afectará a la humanidad. El cambio climático va a ser terrible.

El propio Canadá, con la nueva explotación de su crudo, de sus arenas bituminosas, ya está sufriendo a nivel de sus siembras de pino para producir madera. Resulta que por el calentamiento global, en Canadá hay un microbio que se muere con el frío, pero como el frío no llega a los niveles requeridos el microbio se está desarrollando y se está comiendo las siembras de pino. Entonces se ven más bonitos, porque no son verdes, sino verdes y naranja. Pero ese naranja es un pino que ya no sirve para madera sino para pulpa de papel, porque está totalmente comido por el microbio.

Pdvsa: Sentido de propiedad cultivado en Venezuela

Pero vamos a analizar desde el punto de vista interno qué es lo que está pasando. En Venezuela siempre ha habido un enfrentamiento entre las corporaciones petroleras internacionales y el Estado. Desde los tiempos de Gómez ha habido un crecimiento de la conciencia de que las compañías petroleras hacían con el petróleo venezolano un gigantesco negocio y que a nosotros nos iba quedando solamente el esterero.. Con algunos venezolanos privilegiados, asociados y partidarios de las transnacionales, abogados, bufetes partidarios de que no se les cobrara impuesto; pero ese crecimiento de la conciencia nacional se dio incluso, en tiempos de Gómez. Por ejemplo, yo considero que el padre del nacionalismo petrolero venezolano fue un ministro de Gómez: Gumersindo Torres, el autor de la primera ley de hidrocarburos, en donde se intentó ponerle límites a los desmanes de las concesionarias, con cláusulas para defender el interés nacional..

Desde 1920 hasta 1975, sin distinción de gobiernos, hubo un proceso de crecimiento de la conciencia nacional de la necesidad de aumentar la participación del Estado en el negocio petrolero. En 1975, por un conjunto de manipulaciones internacionales, entre otras cosas, nos cortaron un proceso nacionalista que iba a terminar en 1983, cuando se revertiría a la nación toda la industria petrolera sin ninguna negociación; y entonces las petroleras propusieron la nacionalización.

En 1973, los venezolanos un buen día amanecimos con una noticia: el presidente de la Shell dice que Venezuela tiene que tomar medidas soberanas sobre su petróleo. Un mes después, el presidente de Creole dijo lo mismo: “Los tiempos están cambiando, Venezuela tiene que tomar su destino petrolero en sus manos.”

¿Qué era lo que estaba pasando? Que tenían montada una nacionalización peculiar, particular, ya lista para extender sus garras, ya no sobre el área concesionaria, que eran muy limitadas, sino extenderse sobre todas las áreas venezolanas de reserva nacional, áreas que no habían sido otorgadas. Y eso fue lo que hicieron.

1975: La nefasta nacionalización entreguista

¿Cómo fue esa nacionalización? Bueno, esa fue una nacionalización donde ellos ya tenían montadas las operadoras que iban a sustituir a sus concesionarias. Y entonces ellas, en agosto de 1975, ya habían creado con nombre y apellido a las empresas supuestamente nacionales. Creole Petroleum Corporation, que era la filial de Exxon en Venezuela, creó a Lagoven; Shell creó a Maraven; Mobil creó a Llanoven; Texas creó a Deltaven; Chevron creó a Boscanven; Phillips creó a Roqueven; todas esas empresas fueron creadas por las transnacionales. ¿De qué manera? Simple y llanamente sacando a los extranjeros: Exxon sacó a los norteamericanos; Shell sacó a los ingleses y a los holandeses, y así todas. ¿Y quiénes quedaron? Los yanquis o los ingleses nacidos en Curiepe o en Villa de Cura, pero de mentalidad transnacional.

Y así, el último presidente de la Shell de Venezuela pasó a ser el primer presidente de Maraven: Alberto Quirós Corradi; el último vicepresidente de Creole Petroleum Corporation, Guillermo Rodríguez Eraso, pasó a ser el primer presidente de Lagoven. Y así por el estilo. Y ese era un plan de largísimo plazo que las compañías tenían desde los años sesenta. Ellos iniciaron en esa época el proceso de nacionalización de la gerencia. Ellos se dieron cuenta de lo antipático que era un americano en pantaloncitos blancos, jugando golf e izando la bandera norteamericana. Entonces dijeron no, vamos a nacionalizar la compañía, vamos a inyectarle yanquis de Curiepe a todas esas compañías. Yo prefiero mil veces un yankee de Nueva York que un yanqui de Curiepe. [Risas]

Secuelas de aquella nacionalización

Y entonces empezó, en 1976, un largo proceso que terminó en el año 2002, o que no ha terminado, más bien —todavía estamos padeciendo muchas de estas cosas—, de desmantelamiento de todo lo que se hizo entre 1920 y 1975 para aumentar la participación del Estado venezolano en el negocio petrolero nacional. Primero comenzó una política hablando de que había un problema de rentismo petrolero, y que había una disyuntiva entre el rentismo y el productivismo. Lo productivo, el verdadero camino al desarrollo era producir a cualquier costo. Lo contrario era aumentar la participación del gobierno, lo que no veían como la participación nacional, sino que era una cosa negativa, era insistir en el rentismo.

Así, en los años 90 varios teóricos, incluso profesores universitarios —Ramón Espinasa y otros— diseñaron una política de aumento de la producción, independientemente de los precios. Una política de ataque a la OPEP. Una política de desmantelamiento del Ministerio de Minas e Hidrocarburos, que desde 1976 comenzó a llamarse de Energía y Minas. Una política de liquidación de todo el aparato fiscal que teníamos.

Participación histórica del Estado en el negocio petrolero

En 1971, la tasa del impuesto sobre la renta llegó precisamente a 71%. Eso fue un proceso que comenzó en el año 1943, cuando el impuesto sobre la renta era de 9%, y fue paulatinamente aumentando. Pérez Alfonzo, Edgar Sanabria, Pérez Alfonzo de nuevo, Álvaro Silva Calderón… toda una cantidad de gente que participó en un proceso de aumento de la participación, valga la redundancia. Claro, era una participación relativa, porcentual, las compañías siempre nos hacían trampa y de todas maneras siempre perdíamos porque hacían declaraciones netas sobre precios de transferencia entre filiales y no considerábamos los costos que estaban abajo, y los costos representaban su verdadero beneficio. Sin embargo, se hizo el intento, se hizo la fiscalización. El Ministerio de Minas e Hidrocarburos era un inmenso aparato de fiscalización de minas e hidrocarburos; el de Energía y Minas nació castrado. El Ministerio de Minas e Hidrocarburos tenía un aparato de fiscalización que sabía hacia dónde iba cada gota de petróleo y cada pie cúbico de gas, y que sabía lo que le correspondía al Estado.

El nivel de imposición fiscal, el nivel de trampa que ellos nos hacían era tan grande, que ellos llegaron a aceptar un nivel de imposición que daba la impresión de que les ganábamos el 100%.

Libertinaje fiscal de las transnacionales en el país

Al principio, las compañías declaraban lo que les daba la gana, era un precio de gallina flaca, un precio intramonopolista; el precio que la Creole Petroleum Corporation le facturaba a la Lago Petroleum Corporation, en Aruba, que era su filial, por ejemplo. Claro, era un precio mínimo, pues. Entonces, utilizando paraísos fiscales, entre otras cosas, ellos maximizaban las ganancias en los sitios donde no había impuestos. Ellos no pagaban impuestos ni en Venezuela ni en los Estados Unidos. Porque Creole le vendía a la Lago a precios de gallina flaca, y la Lago le vendía a la Standard Oil de Nueva York a un precio exorbitante. ¿Dónde se quedaban los beneficios? En Aruba, porque en 1920 el gobierno holandés, para que ellos se instalaran en Aruba y Curazao, les dio una exención de impuestos por 100 años. Todavía no se le ha cumplido, en el 2020 es que el gobierno holandés comenzará a cobrarle el impuesto a la refinería de Curazao, por ejemplo.

Las trampas en los impuestos

Entonces, con ese esquema, todo eso se comenzó a desmantelar. Eso se llamó valor fiscal de exportación. El valor fiscal de exportación que se le aplicó era que Venezuela le cobraba el 70% del impuesto sobre la renta no sobre 100, sino sobre 130. Es decir, ellos declaraban: vendí a $11 el barril. Muy bien, entonces el valor fiscal de exportación es $14. Y sobre esos 14 dólares yo aplico el 70%.

Cuando uno sumaba regalía, impuesto sobre la renta, valor de exportación, y lo comparaba con las pobres declaraciones netas de las compañías, si ustedes revisan el “Petróleo y Otros Datos Estadísticos”, (PODE) de esos años (1973, 1974 y 1975), la distribución entre Venezuela y las transnacionales era: el Estado venezolano: 83%, 95% y 94%; y las pobres transnacionales: 17%, 5%, 6%.

El engaño de la vieja nacionalización

Años después de la nacionalización perversa de 1976, un gerente de la Dirección Internacional de Finanzas de Exxon da unas declaraciones en la Revista Fortune de agosto de 1979, y dice lo siguiente: “La nacionalización petrolera venezolana ha sido el mayor negocio de la Exxon en toda su historia.” Y allí uno dice: cómo sería la trampa de 1975, cuando este señor dice eso. Y la Exxon es la peor de las corporaciones, después vamos a hablar de eso. Pero entonces le entra un poquito de nostalgia y dice: “Sin embargo, la Creole Petroleum Corporation fue muy importante para la Exxon. En 1974, por ejemplo, la Creole Petroleum Corporation le suministró a la Exxon la mitad de sus ingresos internacionales.”

Uno se queda blanco, pálido y dice: pero bueno, ¿cómo es posible que una empresa que declara que su utilidad neta es de 5%, comparada con el 95% de la participación del Estado, produzca más de la mitad de los ingresos de la primera corporación industrial del mundo? Porque no estaban ahí; porque esa utilidad neta era un residuo, y debajo de ese residuo está la inmensidad de costos que ellos imputaban a cualquier actividad que tenían; y que allí era donde tenían el colador, pues, en la refinación, en la petroquímica, en el transporte, en el almacenamiento. Todos esos eran costos gerenciales, de obreros, de activos, de contratistas; y esos costos eran simplemente de transferencia entre ellos, y eran simplemente un colador.

Subsistencia del sentido de propiedad

Bueno, con todo eso, sin embargo, a pesar de que el pasado también era malo y de que también nos hacían trampa, aún así había la voluntad nacional de combatirlo; se creó el valor fiscal de exportación, la ley de reversión, la ley sobre bienes afectos a la reversión y el proceso de fiscalización y control; era la expresión de una voluntad impotente, pero era una voluntad general de aumentar la participación nacional.

En 1976 se inicia un camino totalmente distinto. Desde los puestos de gerencia de nuestra “industria nacionalizada” comienza una actividad destinada a disminuir la participación del Estado en el negocio petrolero; y eso se va a manifestar en todos estos años hasta el 2006, hasta el 2002, en particular.

Ahí ustedes ven cómo esa línea amarilla es la participación fiscal, es decir, regalías, impuestos sobre la renta, dividendos y otros impuestos. En 1976, la participación fiscal era el 74% de los ingresos brutos, y los costos operativos el 17%. ¿Qué pasó? Esa era la gestión de Pdvsa, de la Pdvsa de Giusti, de Quirós Corradi.

Esa Pdvsa produjo eso: liquidó el valor fiscal de exportación; llegó a disminuir las regalías de 16,66% a 1%; llegó a disminuir el impuesto sobre la renta de 67% a 34%, precisamente en los contratos operativos, en las asociaciones estratégicas que se firmaron luego con Exxon. ¿A partir de qué? A partir de la ventanita por la cual Pérez Alfonzo llamó a esa nacionalización “chucuta”.



El legado de Juan Pablo Pérez Alfonzo

Pérez Alfonzo murió en el año 1979. En 1978 él dejó unas cosas escritas. Las estoy revisando ahorita porque las vamos a editar en el Banco Central. Aquí, él simple y llanamente predice lo que iba a pasar. Estoy leyendo el artículo y me quedo impresionado por la visión de este hombre; él sabía que esto iba a pasar. En un artículo que se llama “Venezuela cerca de la debacle”, habla de los tecnócratas alzados, de los gerentes alzados; y en otro que se llama “El plan de destrucción nacional”, critica el Quinto Plan de la Nación, de Carlos Andrés Pérez.

Bueno, y ellos presentaban eso como el escenario productivo. Porque eso era la disminución del ingreso del Estado y era el aumento de las actividades productivas. El incremento de los costos es el incremento de las actividades productivas, y las actividades productivas supuestamente iban a producir más empleo, más movimiento económico. Ellos normalmente decían de esa participación fiscal, que Pérez Alfonzo por cierto dice: “Ésa es la verdadera participación, ésa es la que nos va a producir gastos, ésa es la que alimenta el presupuesto, los gastos del Estado, de la Nación venezolana”, ellos decían: “No, hay que aumentar la actividad económica en sí.” Por ejemplo, Andrés Sosa Pietri, que es el más inocente de todos ellos, muy cándido en la manera de expresar las cosas, pero muy claro en sus intereses, dice: “Es mucho mejor producir ocho millones de barriles diarios a dos dólares, que producir dos millones de barriles diarios a cuarenta dólares.” ¿Por qué? Porque para producir ocho millones de barriles diarios se necesitan más tuberías, y si se necesitan más tuberías, se necesitan más válvulas. ¿Y quién es él? Dueño de la compañía nacional de válvulas.

Y ¿por qué digo que es inocencia? Porque es mentira que él va a ser el primer beneficiado de eso; los principales beneficiados de eso van a ser los consumidores, que van a tener un precio de gallina flaca, van a ser las grandes corporaciones que ganan un diferencial de precios gigantesco en sus productos, y ese tipo de cosas.

La Apertura, una ventana que debe cerrarse

Esta gente, con la apertura, materializó lo que Pérez Alfonzo temía. En 1976 fue derrotado Pérez Alfonzo con la nacionalización chucuta, y él dijo: “Bueno, ese artículo que dice que el Estado podrá llegar a acuerdos con empresas mixtas y cosas por el estilo, ésa va a ser la ventana por donde luego se van a colar”, y así fue. Se colaron en los años noventa con el outsourcing, con los convenios operativos, con la asociación estratégica, con los contratos de riesgo, con todas esas cosas que se hicieron y que se están revirtiendo ahora con una figura con la que yo no estoy de acuerdo. Porque yo combatí esa figura en el 76, y no estoy de acuerdo con lo que hizo este gobierno con eso de las empresas mixtas.

Sin embargo, esa fue la manera que encontraron, la más diplomática, a lo mejor, y lo refleja el hecho de que 23 de las 25 compañías a las cuales se les ofreció la migraron hacia las empresas mixtas lo aceptaron.

Empresas mixtas, ¿nuevas concesiones?

Pero estas empresas son tan leoninas, la Exxon es tan leonina que ni siquiera esa figura de las empresas mixtas, que a mí no me gusta, pasaron de ser contratistas a ser prácticamente concesionarias, porque estas empresas mixtas son las nuevas concesiones.

Pero los términos tan leoninos que ellos tenían antes, y a los que estaban acostumbrados, aquel 1%, entre otras cosas, desaparecieron; ahora van a pagar 33% de regalía, van a pagar 50% de impuesto sobre la renta, en vez de 1% y 34%, respectivamente; y ahora Pdvsa va a tener una participación mayoritaria en esas empresas mixtas.

Pdvsa, ¿una sociedad anónima?

Una de las cosas, por ejemplo, que heredamos de esa época es Pdvsa, el nombre. ¿Cómo es eso de Pdvsa, ése ‘s.a.’, sociedad anónima? Porque hay una disposición que permitiría que esta sociedad anónima sea vendida en acciones. Uno de los planes de Giusti era vender 15% de las acciones de Pdvsa. Pdvsa tiene que ser un ente único.

En el artículo 303 de la Constitución de 1999, derrotaron a Gastón Parra, que quería que quitaran de ese artículo la disposición de que Pdvsa sea del Estado, pero que sus empresas mixtas, precisamente, y asociaciones podían ser privadas. Eso es lo que permiten las empresas mixtas, que sean privatizadas.

Ellos decían: “No, no, si ponemos que Pdvsa siempre va a ser del Estado y que no tendrá posibilidades de constituir empresas mixtas, entonces va a ser muy difícil la operación, va a tener poca flexibilidad operativa.” Por ahí se nos están colando, por ahí se colaron, por allí por ese hueco.

El artículo 127 de la Constitución de 1961 se repitió en esta Constitución de 1999 en el 151, y Gastón Parra también dio la pelea en contra de eso. ¿Quiénes lo derrotaron? Alfredo Peña, David de Lima, Luis Miquilena y el bufete de abogados Baker & McKenzie.

Yo estaba allí, yo era asesor de la Comisión de lo Económico y Social, y hasta las seis de la mañana, desde el día anterior, estaban allí De Lima, Peña, descaradamente con los abogados de Baker & McKenzie, hasta lograr doblarle la mano a Miquilena y los otros, que lograron convencer a otros constituyentes para dejar el artículo 151 de la Constitución, por ejemplo, en estas condiciones, que son las que nos condenan.

Arbitraje internacional y cláusula Calvo

Resulta que en las constituciones de América Latina, en general, existe una llamada Cláusula Calvo. Esa Cláusula Calvo es la que le garantiza la inmunidad de jurisdicción, la que determina que en los contratos de interés nacional sólo serán competentes los tribunales de la República.

Sin embargo, tanto en la Constitución de 1961 como en la actual, en su artículo 151, que es reproducción textual del 127 del año 61, se reprodujo una excepción. Yo voy a leer el artículo sin la excepción, y después les voy a leer la excepción para que ustedes vean qué es lo que está pasando:

En los contratos de interés público, (…), se considerará incorporada aun cuando no estuviere expresa, una cláusula según la cual las dudas y controversias que puedan suscitarse sobre dichos contratos y que no llegaren a ser resueltas amigablemente por las partes contratantes serán decididas por los tribunales competentes de la República, en conformidad con sus leyes, sin que por ningún motivo ni causa puedan dar origen a reclamaciones extranjeras.

Sin embargo, los pícaros del 61 y los pícaros del 99 lograron meter allí: “Si no fuera improcedente de acuerdo con la naturaleza de los mismos”.

Los desmanes de la Apertura Petrolera

Cuando comenzó la Apertura Petrolera, nosotros aludíamos a este artículo. Cuando se compraron las refinerías de Alemania, por ahí más o menos comenzó la Apertura, en 1983, con Calderón Berti. Yo en esa época, en tiempos de Lusinchi, era asesor de la Comisión de Energía y Minas del Senado, y allí estuvimos discutiendo eso. Y llegaban a la Comisión de Energía y Minas del Senado dirigentes adecos, dirigentes copeyanos y negaban el artículo, sólo hacían caso a la excepción. ¿Por qué no se aplica el artículo? Decían: “Pero bueno, ¿cómo vamos a aplicar el artículo? Entonces, ¿cada vez que Pdvsa va a comprar una caja de lápices se va a considerar que eso es interés nacional?” Chico, no se trata de una caja de lápices, se trata de una refinería.

Entonces, ¿qué pasó, qué fue lo que hicieron? Calderón Berti, el procurador de la nación en ese momento, los abogados de Pdvsa y los abogados de las compañías extranjeras llegaron a una serie de acuerdos y comenzaron a comprar refinerías dilapidadas, desfiguradas, que no servían para nada, en todo el mundo. Esas refinerías no le han producido nada al país, nada, y han pasado nueve años de este gobierno y sólo hemos logrado vender dos. Eso teníamos que haberlo liquidado. Ojalá nosotros podamos aprovechar esta congelación para que se lleven esas refinerías de una vez.

Mucha gente dice que eso es una locura, pero ustedes saben que esto no es ninguna locura, esas refinerías no le han producido nada al país. Eso es como decía el comisario de Pdvsa 2001, Rafael Ramírez Coronado, el padre del actual ministro: “Exportación de beneficios e importación de costos”, y lo vamos a ver.

La causa del arbitraje

Bueno, esa es la Apertura Petrolera, la internacionalización perversa en distintas partes, los convenios operativos; y de aquellos polvos vienen estos lodos. Estamos sometidos a tribunales arbitrales porque así lo impusieron los que hicieron la Apertura con la Constitución del 61, y seguimos estando sometidos a tribunales arbitrales internacionales porque nuestros constituyentes del 99 mantuvieron esto.

El mismo artículo 127 de la Constitución de 1961, es reproducido textualmente en el artículo 151 de la Constitución de 1999, por eso estamos sometidos a tribunales arbitrales. No se trata ahora de decir que vamos a denunciar al tribunal arbitral, el tribunal arbitral es un árbitro para las negociaciones internacionales de cualquier tipo.

Esa excepción del artículo, ¿ustedes saben para qué vale? Esa excepción vale solamente para contratos que se firmen de Estado a Estado. Venezuela no puede someter a otro Estado a la legislación nacional, y viceversa. O sea, si yo hago un negocio con los Estados Unidos o con Colombia, como país, no con sus compañías sino como país, de Estado a Estado donde firman los dos presidentes, no puede aplicarse ese artículo; para eso es la excepción. Es decir, la interpretación de la excepción no puede ser en contratos con empresas privadas, entre empresas no puede ser.

Bueno, vean ustedes qué es lo que ha pasado [muestra una imagen]. La rama de arriba es la política de Estado en cuanto a producción. Pdvsa recibió una industria en proceso de deterioro, comenzó a aumentarle las capacidades productivas, y trató de volver a aumentar constantemente su producción. Pero todo el tiempo lo que aumentaba era la producción y los costos —que es la línea azul—, y lo que caía era la participación fiscal —que son las barras amarillas.



La internacionalización

La internacionalización significó, simple y llanamente, que Pdvsa montó un negocio en el exterior para remitir fondos al exterior, para sacarle fondos a la participación fiscal, para obtener costos en el exterior que ellos manejaban.

Ustedes saben que hay un dicho corrupto venezolano de hace muchos siglos, que dice: “Yo no quiero que me den, sino que me pongan donde haiga”.

Internacionalización, ¿rentable para la nación?

El negocio petrolero en 2002 en el exterior era de 27 mil millones de dólares. Y eso le reportaba a la nación, supuestamente, por medio de las empresas afuera, 638 millones de dólares. Piénsenlo un momento: yo les voy a pedir a cada uno de ustedes Bs. F. 27 mil, y el año que viene yo les voy a traer Bs. F. 27.600. Es una tremenda inversión que ustedes van a hacer, en la puerta los espero. [Risas]

Sin embargo, esto también era mentira, y de esto hay una investigación en la Asamblea.



Vamos a ver otra vez el año 2001, cuando mandamos 1 millón de barriles diarios a esas refinerías. Hay algunas cosas que a veces alguna gente nuestra dice sin pensar. Decir que no vamos a mandar más petróleo a los Estados Unidos es decir que no vamos a mandar más petróleo a nuestras refinerías en los Estados Unidos. Hay un millón de barriles que le mandamos a nuestras refinerías en el exterior.

“Exportación de beneficios e importación de costos”

Bueno, eso produjo, como dijimos ya, 27 mil millones de dólares, que produjeron una ganancia en la operación de 638 millones de dólares. ¿Cómo se produjo esa ganancia? El petróleo que se mandó a esas refinerías en el exterior, se mandó con descuentos de dos, tres, cuatro y cinco dólares el barril, que sumados dieron, en ese año, 2001, la cantidad de 938 millones de dólares. Es decir, que ese beneficio es ficticio, no hubo ningún beneficio: hubo una pérdida de 300 millones que fue compensada con 900 millones de descuento.



Y esa pérdida es mayor todavía, porque al haber declarado 638 millones de dólares nos hicimos sujetos de pagar el 37% de eso en impuesto norteamericano. Pero además, los costos de esas refinerías, porque esas son refinerías dilapidadas, en proceso de liquidación, son refinerías que nosotros compramos por una sola razón: porque las estaban vendiendo.

Yo estoy seguro de que el gerente de Pdvsa que fue a Curazao a negociar el convenio con las refinerías de Curazao se paró delante de una aplanadora y dijo: ¡Un momentico! ¡No, no, no, no la aplane! La refinería Isla de Curazao hoy es una refinería moderna, y eso lo ha costeado Pdvsa. Es una refinería que fue construída en 1920 y que estaba en proceso de liquidación. Nosotros no compramos ni activamos la refinería de Aruba porque ya no existía, porque llegamos tarde, ya le habían pasado aplanadora; y así todas esas… Yo les puedo dar un ejemplo vivo de mi propia experiencia.

Este gobierno ha tratado de venderlas. Ha logrado vender las refinerías de Lyondell, en Lake Charles, y el Terminal Borco , que es precisamente uno de los terminales para violar nuestra participación en la OPEP, para aumentar la producción y almacenarlo así no tengamos clientes.

Nueva Pdvsa, nuevas intenciones

El ministro Rafael Ramírez fue a Moscú, y una de las cosas que él tenía en mente era tratar de vender las refinerías de Alemania. Y bueno, yo fui testigo presencial: allí estaba el empresario ruso, estábamos yo y el ministró Ramírez, quien le planteó: Mire, tenemos esta refinería en Alemania, y tenemos más de quince, veinte años en los que no hemos refinado una gota de petróleo venezolano. Como usted sabe, usted es quien nos vende a nosotros el petróleo que nosotros refinamos allí, y nosotros queremos ofrecerle eso en venta, porque esa refinería nos produce costos. El ruso dijo: Bueno, está bien, estudiaremos eso. Todavía lo están estudiando, eso fue hace 5 años.

¿Por qué? Porque no son tontos, porque —usando la licencia de Uslar Pietri— no son pendejos. Porque ellos nos estaban vendiendo el petróleo a $40. Ajá, vamos a valuar esa refinería, ¿cuánto vale? Veinte, treinta, cincuenta millones de dólares. Yo no creo que llegue a 100 millones de dólares, pero está bien, te la compro en $20 millones. Ahí yo te estoy dando 20 millones de dólares de gratis, y a partir de ese momento, en vez de recibir mis 40 dólares, que recibía hasta el día de hoy, voy a comenzar a recibir 36. Porque cuando yo hundo petróleo en esa refinería, lo que recojo son costos, porque los productos que vendo no alcanzan para compensar los 40 dólares que me cuesta el petróleo. Entonces ¿para qué te voy a comprar yo eso?

Citgo, una hemorragia de costos

Miren, cuando se compró Southland, que fue la refinería que luego se llamó Citgo —ahora se llama Citgo al conjunto de las compañías, pero en un principio Citgo fue una sola compañía—, compramos la mitad de esa refinería. Y ¿por qué la compramos? Porque la dueña de esa refinería estaba en quiebra. Pasó un año, y después de que estábamos entrampados, la compañía, que estaba en quiebra, dijo: De todas maneras, voy a quebrar. A pesar del dinero que Petróleos de Venezuela le inyectó, le dio la mitad de la refinería. Entonces, los ejecutivos de Pdvsa vieron la oportunidad: Vamos a ser dueños de toda la refinería.

Carlos Andrés Pérez autorizó la compra de la segunda parte, pero le dijo a los ejecutivos de Pdvsa: Inmediatamente vendan esa mitad a otro. Ahí la tenemos todavía esa mitad. En las revistas internacionales se burlaban de Carlos Andrés Pérez; y los ejecutivos duros de Pdvsa, que sabían de los conflictos que había en Venezuela en ese momento, y que suponían que a Carlos Andrés Pérez le quedaba menos de un año en el gobierno, se hicieron los locos… Y ahí tenemos esa refinería completamente en manos nuestras, recibiendo descuentos y produciéndonos pérdidas.

El informe de Pdvsa a la Asamblea

Pdvsa hizo un informe a la Asamblea en el año 2006. Yo no entiendo por qué la Asamblea no ha publicado eso, todo esto que yo les estoy diciendo está allí en un informe que hizo la actual Pdvsa. Allí están todos los impuestos excedentes que nosotros hemos pagado al impuesto sobre la renta norteamericano; allí están los miles de millones de dólares que nosotros gastamos en la compra de esas refinerías. Ahí están los descuentos que le damos a nuestras refinerías y a los socios que tenemos en ellas, refinería por refinería, porque no todas las refinerías son 100% Citgo, hay unas donde estamos asociados. Lyondell, por ejemplo -que la vendimos- era una asociación Pdvsa-Lyondell. Bueno, la vendimos, menos mal.

Tan sólo en el año 2003, al socio norteamericano le dimos descuentos por 300 millones de dólares. Entonces, ahí está la curva de la caída de la participación fiscal, y ahora los costos están en barras verdes. Los costos en compra de crudo en los que incurrimos internacionalmente, son las barras rojas; como ustedes ven, son más de la mitad de todos los costos de Pdvsa. Esa cifra la da Rafael Ramírez Coronado: Internacionalización: Importación de costos, exportación de ganancias.



Los costos nocivos de Pdvsa

Esto significa lo siguiente: En el 2006, el 64% de los costos operativos totales de Pdvsa es compra de crudo y productos no venezolanos en el exterior. Esta es una cosa que yo realmente no entiendo. ¿Cómo es posible que hayan pasado 9 años y todavía, en el año 2006, tengamos esta situación? Es una cosa increíble. Claro, es una trampajaula, no podemos salirnos a veces porque hay unos convenios de suministro; a lo mejor vendemos las refinerías y de todas maneras tenemos que hacer el descuento, y toda una cantidad de cosas.

Es una cosa impresionante: más de la mitad de los costos en productos que nosotros mismos producimos pero que los tenemos que comprar.

¿Ustedes saben lo que esto significa? Que Petróleos de Venezuela sale de esas refinerías, e inmediatamente duplica sus ingresos; si se la regalamos a la Exxon, las refinerías de los Estados Unidos, duplicamos nuestros ingresos. Estas son cifras de Pdvsa, estos son estados financieros consolidados de Pdvsa y cálculos propios del Banco Central. Los cálculos propios del Banco Central son simplemente llevar esto a barras, pero todo eso viene de los estados financieros consolidados de la propia Pdvsa.

Todo eso viene de la Apertura. Este gobierno ha tratado de hacer algunas cosas como ésa de migrar las empresas mixtas, pero las cosas no están bien.

Esbozo de la naturaleza de Exxon Mobil

Por otro lado… Bueno, yo no voy a contar la historia de la Standard Oil ni de la Exxon; sabemos que es la más piratesca, la más criminal y la más asesina de todas las compañías petroleras internacionales: liquidaron más de 300 compañías entre 1910 y 1930; produjeron golpes de Estado en muchas partes del mundo; sabotearon a México durante la nacionalización de 1938; tumbaron a Gallegos; tumbaron a Mosaddeq; supuestamente mataron al presidente del ente nacional de hidrocarburos italiano, que tenía negocios con Libia en condiciones distintas a las condiciones vigentes impuestas por las transnacionales. Bueno, todas esas cosas.

Hay gente que yo no entiendo, parece que nunca hubieran leído la historia de la Standard Oil. Anteayer, Guaicaipuro Lameda hablaba por radio y decía: “Chico, ¿cómo es posible que seamos tan incultos con una compañía tan seria y tan importante, la primera compañía del mundo, uno de nuestros mejores clientes?”

La Exxon y la transculturización de una generación

Realmente, yo sí sé porqué: Porque ha habido una campaña permanente durante todos estos años. Fernando mencionaba a Francisco Mieres, eso fue una batalla que estuvimos dando en el postgrado petrolero de la UCV durante tantos años, y eso no salía en ninguna parte. La materia que yo dictaba en la Escuela de Economía fue eliminada hace más de 20 años. ¿Por qué? Porque en el postgrado me decían que yo tenía que salir de la coordinación del postgrado, porque mientras yo siguiera con ese discurso antiindustria, Pdvsa no le iba a regalar ni una silla al postgrado. Ésa es la misma estructura mental de Guaicaipuro Lameda, por ejemplo; y no se diga de los ultrapuertorriqueños y los shellmen y compañía: Quirós Corradi, Calderón Berti, Sosa Pietri, Toro Hardy, Espinasa, todos ellos, que son los autores, pues, de este desaguisado que es la Apertura petrolera, que se está tratando de corregir, aunque no, a mí manera de ver, con todas las armas que podríamos utilizar.

Estrategia de Exxon Mobil: bluff de póker

Yo creo, a diferencia de un amigo mío que anteayer dijo que si él fuera ministro de Energía y Minas trataría de negociar, yo también lo haría, pero tal cual como negocia la Exxon, con fuerza, con poder. La Exxon está negociando, y lo que está haciendo es un bluff de jugador de póker, para ver si el otro se aterroriza: tú me debes tres mil, pero yo te demando por doce mil. Acepto los tres mil, pues. Y después ellos se ríen: Yo me hubiera contentado con mil quinientos. Eso es, de eso se trata.

Ésa es una negociación, tenemos que negociar y poner pókerface, como ellos. Es una negociación, ya estamos en ese tribunal arbitral, y esa negociación va a durar cuatro, cinco años. Entonces hay gente que cree que se le viene el mundo abajo, viene el hambre, viene la miseria. No, no, no, no, nada de eso.

Ahora, ahí está también lo peligroso. Mitt Romney, cuando acaba de renunciar a la candidatura republicana para apoyar a McCain, dice: “Mis votos van para McCain, pero yo tengo un programa, y es que los Estados Unidos no pueden seguir siendo rehenes de Estados enemigos, como Rusia, Irán y Venezuela, en materia petrolera.” En ese plan están, ésa es la política. ¿Y ustedes creen que Obama y Clinton tienen otro programa? No se hagan ilusiones, sigue siendo el mismo imperio, independientemente del rostro que pongan, si es negro o bonito.