domingo, 19 de abril de 2020

Entrevista de Emiliano Tovar Mantovani

Carlos Mendoza Pottellá: La Venezuela petrolera que conocimos en los últimos 100 años se acabó


http://www.ecopoliticavenezuela.org/2020/04/16/entrevista-con-carlos-mendoza-pottella-la-venezuela-petrolera-que-conocimos-en-los-ultimos-100-anos-se-acabo/

En el marco de una profunda discusión que se ha estado llevando a cabo en distintos sectores del país sobre el estado actual de la industria petrolera venezolana, los rumores e indicadores de una posible privatización de la misma, y la admisión oficial de la rentabilidad nula de la producción petrolera del país, planteamos esta conversación entre el economista y experto petrolero Carlos Mendoza Potella y el investigador del OEP Emiliano Teran Mantovani sobre las causas estructurales e históricas que han provocado esta grave crisis de producción petrolera en Venezuela, los aspectos sociopolíticos involucrados en la misma y cuáles son las posibilidades de pensar en una Venezuela postpetrolera.   
Emiliano Teran Mantovani entrevista  para el Observatorio de Ecología Política de Venezuela a Carlos Mendoza Pottellá
El colapso de la industria petrolera: sus antecedentes
Emiliano Terán Mantovani (ETM)¿Cómo la industria petrolera llegó hasta acá?
Carlos Mendoza Potella (CMP): Ese es un mal ancestral desde la nacionalización petrolera, que fue una nacionalización impuesta por las compañías que iban a ser nacionalizadas, y diseñaron un modelo de gestión que garantizara que sus intereses serían respetados, y que su participación en el negocio petrolero venezolano seguiría. Eso determinó incluso de esas circunstancias, de que cada una de las antiguas concesionarias fundara ella misma antes del decreto nacionalizador definitivo a su operadora que la iba a sustituir. De esa manera insertaron en la industria petrolera nacionalizada a sus antiguos gerentes, que se comenzaron a convertir en una casta gerencial, precisamente basada en su experiencia, en su larga trayectoria como gerentes de las trasnacionales, olvidando la diferencia de intereses entre una corporación que tenía que estar vinculada al interés nacional y una compañía fundamentada en los intereses de su casa matriz. Esto dio inicio a una dicotomía, y comenzó a funcionar en el seno de la industria petrolera “estatizada” un ente generador de políticas anti-estatales. Eso se comenzó a manifestar prácticamente desde el principio con presupuestos inflados, compras exageradas, planificaciones de proyectos inviables. En 1980 se planteó el primer mega proyecto de la Faja, que Francisco Mieres denominó como el mega disparate de PDVSA. Una inversión de 100 mil millones de dólares desde el 80 al 2000, basada en que los precios del petróleo venían subiendo exponencialmente, de un histórico de 2$ a 34$ en un lapso de diez años y las expectativas eran que en el año 2000 el precio iba a estar en 50$.
Entre esas expectativas se hacían rentables ya entonces las acumulaciones que se sabía que existían en la Faja del Orinoco y por eso se inició un gigantesco plan de perforaciones, se hicieron gastos gigantescos entre el año ’78 y el ’83, que luego fueron pasados directamente a pérdidas de Lagoven, Meneven y Corpoven, porque los precios del petróleo que venían en escalada de 2$ a 34$, cayeron de repente de 34$ a 29$  y no dejaron de caer hasta el año ’99 que llegaron hasta 7$ por barril.
En esas condiciones, esa inversión inicial que se hizo entre el año ’78 y ’83 murió, quedó allí, y pasó a pérdidas simplemente y se acabó varios centenares de pozos que fueron perforados. Surgió, como una montaña que pare un ratón, la orimulsión; una cosa muy pequeña ahí, que luego desapareció, pero el mega proyecto productivo que íbamos a producir entre 4 a 7 millones de barriles de petróleo diarios en el año 2000 murió ahí. En los años noventa renace de nuevo esa expectativa.
Esta sería entonces la primera cuestión: el mega disparate de PDVSA. Luego viene entonces la Apertura Petrolera, que fue simplemente el replanteamiento de que a partir del año ’94, en particular por Bernard Mommer, Ramón Espinaza, asesores de Giusti, que en ese momento plantearon que íbamos a producir 4 millones de barriles diarios en el 2000. Y se comenzaron esos planes de expansión, que también murieron. Los precios en el año ’99 estaban en 5$. Viene el acuerdo en el marco de la OPEP, incluso estimulado por los propios productores internos norteamericanos y por el Secretario de Energía estadounidense Bill Richardson, y hay un conjunto de reuniones entre Noruega, México, Arabia Saudita, que rodean a Venezuela y la convencen. Lo cierto del caso es que se producen unos acuerdos que recortan la producción y comienza la escalada de los precios.
El Presidente Chávez se encuentra con esa realidad, que potencia con la convocatoria de la cumbre de la OPEP, y los precios comienzan a subir de nuevo y terminan en el 2003-2004 en 40$.
ETM: Los detractores dirían sin embargo que la empresa petrolera se mantenía con un alto nivel de eficiencia y funcionaba, mientras que ahora está hecha pedazos. ¿Cómo llegamos hasta aquí?
CMP: No se puede decir que hay un alto nivel de eficiencia, cuando se realizan inversiones que no van a dar ningún resultado, cuando pasas a pérdida montos que ya no importaba, porque había un margen muy amplio que permitía que no se notara que estaba comenzando ya en ese momento un proceso de desmoronamiento. Es decir, cuando algo se comienza a desmoronar desde las alturas elevadas de más de 3 millones de barriles diarios – Venezuela producía en 1970  3.700.000 barriles diarios de petróleo, lo que no fue un logro de la meritocracia, sino de las compañías petroleras que hasta ahí puede comenzar a pensarse que está la génesis de la debacle actual. Entre 1960 y 1970, en respuesta a la política de no más concesiones de Pérez Alfonso, sabiendo que ellas se tenían que ir en el ’83, ellas arrancaron un proceso de súper-explotación, violando las normas técnicas y provocando el agotamiento acelerado de los yacimientos, y llegando a producir en el año ’71, 3.7 millones de barriles diarios, que Pérez Alfonso dijo en ese momento “Este es el pico que no volveremos a alcanzar y nos van a agarrar en la bajaita”. Y así sucedió. Del año ’71 al ’86 la producción petrolera venezolana cayó de 3 millones a 1.6 – 2 millones, estando en el medio la nacionalización, porque las compañías veían que venía una declinación y ellas no estaban dispuestas a hacer las inversiones para contenerla, porque no había mercado en ese momento, no había perspectiva rentable de hacer una nueva inversión porque se tenían que ir en el año ’83. Ellas no iban a hacer inversiones que iban a comenzar a ser rentables a finales de los setenta o en los ochenta, teniendo que irse del país en el ’83.
«Fuimos hipnotizados por la fiebre del oro»
La ruta del colapso en el proceso bolivariano
ETM: ¿Qué ocurrió entonces entre el primer Chávez que anunciaba entre el 99 y 2000 que la producción debía mantenerse congelada o hasta reducirse y luego de repente aparece el expansionismo petrolero de la Venezuela Potencia Energetica Mundial?
CMP: Al llegar la Cumbre OPEP, los precios subieron, alcanzando los 40$ y renacieron entonces los sueños expansivos. Los mismos gestores de la apertura petrolera, desde el punto de vista de las asesorías, en particular Bernard Mommer es el nuevo proponente en la era chavista de la expansión.
ETM: ¿No le parece que era suicida, con los análisis previos que habían hecho uds en las décadas anteriores, y previendo las consecuencias que tendría, que ud mismo ha señalado que el colapso habría iniciado en los 70, lo que implicaría que ya estaba mermando la producción petrolera, con lo que en el 2000 estaría la misma Venezuela petrolera pero más débil, más golpeada, y con todo el efecto de la enfermedad holandesa?
CMP: No sería la enfermedad holandesa, sería la industria misma, la que estaba ya en declive. Era suicida para Venezuela, pero no para las trasnacionales
ETM: La llegada del proceso bolivariano no suponía un modelo fundamentalmente nacionalista?
CMP: Pero fueron convencidos que el nacionalismo significaba aprovechar los altos precios para expandirse y para conquistar mercados. Fuimos hipnotizados por la fiebre del oro, bajo la noción que comenzaba a colarse de que teníamos las reservas petroleras más grandes del mundo, olvidando que eran crudos extra pesados que no son reservas como tal, porque no son rentablemente explotables en este momento, sino recursos que algún día podrían ser recuperables si el precio llega a 150 o a 180$ hoy en día, lo que significa que no son reservas económicamente explotables.
ETM: Se siente cierta impotencia, porque se advirtió por mucho tiempo, se explicó las consecuencias terribles para un país con tanta dependencia del petróleo como Venezuela, muy poco diversificada, lo que haría del bombazo de caída un golpe muy duro, entonces ¿qué piensa Ud que pasó? El Chávez candidato y el Chávez de los primeros años revelaba que se estudió la cuestión petrolera, se ve que lo había leído, y citaba uno y otro autor.
CMP: Pero fue convencido por la labia e ilusionismo, en particular de Bernard Mommer, y en eso la complicidad de Rafael Ramírez no es extraña, quien lo puso de viceministro y se alió con él, siendo que el padre de Ramírez fue uno de los primeros denunciantes de algunos de esos proyectos destructivos para la nación, como la internacionalización. Ramírez en cambio se lanzó por el camino de Mommer y en el 2005 comenzaron los mega proyectos, los disparates, la “siembra de pajaritos preñados” que anunciaban que íbamos a producir en el 2012, 5 millones de barriles de petróleo diarios. En el 2012 estábamos produciendo menos que en el 2005. Luego se anunciaba que en el 2015 o 2016 íbamos a producir 5 millones de barriles de petróleo diarios, y luego en el 2015 se anunciaba que en el 2019 íbamos a producir 7 millones de barriles de petróleo diarios. No hay una curva de aprendizaje de los golpes. Recurrentemente, fracasa un plan y lo comenzamos de nuevo. En algunos de mis artículos disponibles en el portal Aporrea puedes ver los gráficos que muestran cómo un plan no alcanzaba la producción anunciada y volvían a comenzarlo.
ETM: ¿Y por qué se le puso tanto porcentaje de la inversión entonces a la Faja del Orinoco y no a lo que ud había mencionado de la importancia de la recuperación secundaria de los pozos tradicionales?
CMP: Porque la recuperación secundaria de los pozos tradicionales podría ofrecer cuando más una estabilización de la producción en un nivel de entre 1.2 millones hasta 1.8 millones, o incluso forzándolo hasta 2 millones de barriles de petróleo diarios, lo que sería una meta ridícula para quien pretende producir 7 millones de barriles de petróleo diarios de la mayor acumulación de petróleo del mundo. Porque sí es cierto que es la mayor acumulación de petróleo individual en el mundo, pero no es explotable.
ETM: ¿Y qué piensa ud que querían ellos si llegaban realmente a alcanzar esa meta de 6 millones de barriles? Habiendo esa gran producción y esa renta copiosa, aunque a menor precio ¿Qué iban a hacer con esa acumulación de renta?
CMP: No sé realmente qué pensaban hacer ellos, porque lo que eso significaría es que seríamos importadores de todo, toda la vida. Jamás desarrollaríamos la agricultura, porque lo que decía Alberto Adriani en 1930, o sea lo que pasó entre el 20 y el 30, se reprodujo. Sí, llegaron inversiones, se hicieron gastos infraestructurales, se construyeron carreteras, vías, entre otras obras, pero ¿se produjo o se logró gestionar una capacidad productiva interna propia? No. Todo se fue en sedas y viajes a París. En aquel momento pues. Y en especulación inmobiliaria caraqueña. Eso no fue a la agricultura o a la ganadería, sino al basto. ¿Por qué? Eso lo estudiaron Peltzer y Maggiore en los años 40, y luego descubrieron nuestros economistas en los años 70 como la enfermedad holandesa. El tipo de cambio interno tiene una capacidad de compra externa mucho mayor y eso hace que nuestros factores de producción interno sean muy costosos. Entonces un automóvil, un Ford o un Chevrolet, producido en Venezuela es mucho más costoso que el mismo vehículo producido en EEUU. Para resolver eso hubo que imponer una tasa a las importaciones de automóviles de 2,5 ad valorem. O sea, si compras un carro en Miami y lo quieres traer a Venezuela tienes que pagar 2,5 veces su valor en los EEUU para que entre en Venezuela. Fue la única manera en que General Motors y Ford se pudieran instalar en Venezuela. Porque un automóvil fabricado en Venezuela costaba tres veces lo que costaba en EEUU. Y eso se podía hacer porque el petróleo le daba a Venezuela con qué comprar eso. Esa es la descripción llana de la maldición de los recursos, de la llamada enfermedad holandesa, porque es un proceso que le ocurrió a Holanda en los años 70 cuando descubrieron gas natural en las costas y esos ingresos se metieron a la colonia holandesa y destruyeron la capacidad, por ejemplo, de sus trasnacionales electrónicas. Holanda era una potencia, por ejemplo con la Phillips y otras compañías de radios, eran los inventores del cassette, y esa capacidad murió. La Phillips desapareció. Se la comieron encima Sony, Sanjio, y demás empresas norteamericanas electrónicas que vinieron después. Los economistas al estudiar ese caso acuñaron el término de enfermedad holandesa.
Pero resulta que Venezuela padece la enfermedad holandesa, antes de que esta fuese holandesa, desde 1920.
«Ninguno de los bandos políticos critica los fundamentos de los modelos expansivos monoproductores»
ETM: ¿Podemos llamarla entonces la enfermedad venezolana?
CMP: El periodista Jorge Olavarria, hablando con Pérez Alfonso, decía que no se trataba solamente de la enfermedad holandesa, o la enfermedad venezolana en este caso, sino que es la enfermedad que sufrieron España y Portugal cuando llegaron al siglo XX como países desarrollados, entonces podemos decir que es una enfermedad Potosí. Es la enfermedad del oro y la plata de América que sufren España y Portugal que reciben esos recursos, mientras otros países se desarrollan, como Francia, Holanda, Flandes, o Inglaterra; España y Portugal se dedican por su parte a comprar las mercaderías y las sedas, y los equipos que se producen en sus vecinos, pues tenían todo el oro y la plata de América toda para ellos.
ETM: El viejo rentismo. Pero uno piensa que esta enfermedad venezolana tiene una expresión cultural, porque en este momento el gobierno termina reproduciendo un viejo patrón, pero la propuesta de la otra acera, la de la oposición, era la propuesta gemela. Porque se peleaban por proyectos de país, pero el proyecto era muy parecido: subir la producción en la Faja del Orinoco, llegar a 6 millones de barriles de petróleo diarios. Capriles lo propuso, Leopoldo lo propuso, ahora Guaidó también. Hay un consenso.
CMP: La discusión entre el gobierno y la oposición es: “yo soy más capaz que tú de llevar la producción a 5 millones de barriles de petróleo diarios.” Ninguno de los dos critica los fundamentos de los modelos expansivos monoproductores.
ETM: Como país, parecemos estar encerrados no sólo en una estructura económica, sino también en un imaginario intelectual que no ha permitido ofrecer al país algo diferente a esto. Porque si asumiéramos la idea de que una izquierda radical, o una izquierda fuerte, asumió las riendas del país desde el año 99, en realidad su propuesta estructural no se diferenció de las anteriores y replicó un montón de cosas. Entonces, ¿Qué pasó ahí? ¿Cómo puede ser que aquí el pensamiento crítico sea también parte de este consenso? Que no haya una posibilidad de salida.
CMP: No. El pensamiento crítico siempre existió, pero siempre fue minoritario y siempre fue tratado como una cosa de locos. “¿Tú eres loco? ¿Cómo es eso que tú no quieres que haya un aumento del sueldo mínimo?”, por ejemplo, cuando Carlos Andrés Pérez, que se advirtió. ¿Qué pasó entonces? El último presupuesto de Caldera, en 1974-75 fue de 11mil millones de bolívares, el primer presupuesto de CAP fue de 44mil. Cuatro veces más. El sueldo mínimo pasó de 605 a 1300 bolívares mensuales. ¿Qué pasó inmediatamente? Todos los precios se cuadruplicaron y el sueldo mínimo nuevo, multiplicado, no cubría los costos. Es una dinámica que parece un torbellino.
ETM: ¿No le parece que China hizo algo similar a lo que hiciera los EEUU en su momento? China también contribuyó con esa lógica rentista al plantearle este esquema bilateral basado en los préstamos, fondos o créditos a cambio de petróleo. ¿No termina siendo, en un esquema un poco diferente, un elemento que ayuda a anclar a la Venezuela bolivariana en esta misma lógica rentista?
CMP: No había pensado en esa implicación del proceso. China lo que hace es garantizar una nueva ruta al petróleo venezolano, sabiendo precisamente que venía el proceso conflictivo con los EEUU. En un estudio realizado por una tesista a quien tutoreo, ella refleja cómo vienen cayendo las exportaciones de petróleo a los EEUU y subiendo las exportaciones a la India y a China, siendo mayor la cantidad a la primera.
ETM: Y nuestras importaciones de productos chinos crecen también. Así como ud bien decía, a cambio de esos 6 millones de barriles de petróleo aquí lo que vamos a convertirnos es en unos grandes importadores. En ese esquema de intercambios, terminamos siendo unos grandes importadores de productos chinos también. Había algunos elementos que se terminan replicando en el caso de China.
CMP: Mientras dispongas de unas riquezas que te propone, y eso lo que decía Adriani, una masa de dinero, que no tiene contraprestación en la capacidad productiva interna, eso se convierte automáticamente en capacidad de compra externa. Ta’ barato dame dos. Capacidad de compra externa total. Para darte el ejemplo que se daba ya en esos años, el pabellón nacional, la comida típica, las caraotas, entre 1960 y 1983, todas venían de China, de Suráfrica. Era demasiado costoso sembrar caraotas en Venezuela. Aquí se comenzó a sembrar caraotas después del llamado viernes negro en el 83. Cuando se comenzó a pensar que las caraotas sembradas aquí eran más baratas, porque el tipo de cambio pasó de 4,30 a 7,50 y eso encareció demasiado el precio de la caraota. Pero si tú piensas en un país que en 1900, el tipo de cambio, que no existía como tal, pero digamos que el tipo de cambio teórico que había era de 3,09, que luego, por unas manipulaciones que se hicieron precisamente para contener eso, llegó a 3,33, lo que se mantuvo durante todos esos años, hasta los 80, cuando pasó a 4,30, y luego en un solo año llegó a 7,50 en el 83 con el viernes negro venezolano. Mientras en Brasil se pasaba de reais a cruceiro, a cruzado, y comenzaba de 1 a 1, a 1 a 10.000; en Perú se pasaba de sol, peseta, inti; en Argentina de peso, peseta, austral; y todos los países, todos, cambiaban de moneda cada 10 o 15 años, después de una inflación que los llevaba a eso, Venezuela disfrutó de 100 años de estabilidad monetaria. Estabilidad monetaria y sobre-capacidad de compra externa, esa es la enfermedad holandesa, que no es un vicio adjudicable a algún tipo de conducta viciosa de los venezolanos, es en cambio un proceso en el que piensas “¿me voy a poner a fabricar telas, cuando puedo comprar miles de toneladas de telas?” y sin embargo, se hizo, se intentó.  Porque lo que dijo Adriani a quien cito mucho porque lo que dijo fue realmente determinante y se convirtió en la consigna posterior de Uslar Pietri de ‘sembrar el petróleo’, y esa se convirtió en una especie de ideología de todos los gobiernos y todos lo intentaron, pero resulta que lo que hicieron fue inventar lo que los mexicanos llamaron en los años 70, la maquila. Porque nosotros lo que hacíamos era, hacer los procesos finales de una industria que comenzaba en el exterior. La Ford Motor Company de Venezuela hacía las sillas, los cojines, los vidrios, los paneles, cuando comenzamos a tener siderúrgicas, y más nada. Pero el motor, todo el equipamiento electrónico, todo eso seguía siendo de General Motor de Detroit. Igual que una maquila mexicana. Se intentó muchas veces producir cosas aquí. La Corporación Venezolana de Fomento, Provenezuela. Pero lo que se hizo fue trasladar procesos. Kellogs de Venezuela, Avena Quaker de Venezuela, Avena Robinson de Venezuela. El arroz, totalmente importado. Venezuela tiene posibilidad de ser exportador de arroz masivo, al igual que de harina, y maíz que tampoco tenemos posibilidades de producción exportadora respecto a la Corn Belt de Centroamérica que supera por mucho a la venezolana. Pero en arroz, tenemos capacidad de competencia con cualquiera. Pero esas son decisiones que no se han tomado porque es muy costoso y es más fácil el otro camino. Hay no hay un problema ideológico, no se trata de ser revolucionario, marxista o pro-capitalista, sino que el problema es un chorro de dinero que no hay una manera productiva de utilizarlo internamente que no sea aprovechando su capacidad de compra externa. Ante la idea de limitar la producción petrolera, eso no lo acepta nadie.
ETM: Pero, con Pérez Alfonzo se tomó como política en un período
CMP: No se tomó como política.
ETM: ¿Las nuevas inversiones no se detuvieron?
CMP: Ninguna inversión fue detenida. El Fondo de inversiones para Venezuela que se creó con el espíritu que luego tomaron los noruegos y que ahorita forma uno de los fondos más ricos del mundo. ¿Quién puso el nombre de Efecto Venezuela? ¿Pérez Alfonzo? No. Los noruegos para justificar la creación del fondo de inversiones para las nuevas generaciones. Pérez Alfonzo tomó esa idea, incluso leyendo simultáneamente los materiales noruegos, y obligó recién instalado Carlos Andrés Pérez a que se constituyera el Fondo de Inversiones para Venezuela en 1975 y en pocos años, se lo chuparon. Se convirtió en un fondo de ‘medio’ detención, que luego inmediatamente fue cuestionado ampliamente. Yo era militante del MAS, para ponerte un ejemplo, y ante la idea de construir un fondo de inversiones para el país, fui cuestionado por un dirigente del MAS sobre si yo apoyaba la propuesta de Pérez Alfonso, “en un país, con tanta necesidad, ¿cómo vamos a construir un fondo, para ahorrar?” Nadie entendió eso. Nadie lo entendía. Y con razón, tal vez. Porque Noruega lo podía hacer, porque Noruega era un país desarrollado y estaba protegiendo su industria interna. Lo que hacía Noruega era impedir que un masivo ingreso de capacidad de compra externa encareciera la mano de obra, es decir, que no le ocurriera lo de Holanda, y entonces su industria pesquera, naviera, forestal y microelectrónica (Nokia) se iba a ver afectada. Por eso decidieron que a Noruega sólo iba a entrar el 4% del ingreso petrolero, mientras el 96% se destinó a un fondo que podría usarse para comprar acciones, por ejemplo, de la Mercedes Benz, o de otro tipo de compañías, depósitos de fondos, que permitiera multiplicar esa inversión para las generaciones futuras, cuando se agote el petróleo. Resulta que ahora descubrieron un nuevo yacimiento que va a hacer más lejana la posibilidad de que aquí se recupere la inversión en petróleo extra pesado.
«Ante la idea de limitar la producción petrolera, eso no lo acepta nadie»
Los rasgos de la crisis de los últimos años
ETM: ¿Cuándo a su juicio comienza el colapso actual y dónde está hoy la industria petrolera en Venezuela?
CMP: A parte de los elementos causales que comienzan en 2005, el colapso actual comienza en 2013-2014 y precisamente por la frustración de esos proyectos y la cantidad de ingresos que se desviaron a esos proyectos y que no se convirtieron en capacidad productiva efectiva y las consecuencias de la evolución del mercado petrolero internacional, la caída de los precios, la crisis internacional de 2008, luego las evoluciones a partir de 2014 de las decisiones de bajar la producción, las idas y venidas del mercado petrolero, hasta que comenzó la caída de los precios después de 100$ y que luego ha sido remontada por la emergencia de producción en otros países y la aceleración del agotamiento de nuestra capacidad convencional de producción, y la imposibilidad de arrancar con los proyectos y mega proyectos que se seguían proponiendo de producir 5 o 6 millones de barriles de petróleo diarios. Eso determinó, entre otras cosas, como causa eficiente, para mí, también el hecho de que gigantescas cantidades de inversiones que se hicieron en la Faja del Orinoco, por ejemplo, una capacidad de producción de 1,4 millones de barriles de petróleos diarios, está varada. Se están produciendo 300 mil o menos barriles diarios. Eso es una carga financiera sin ninguna compensación, total y absolutamente negativa, y el mantenimiento de esos costos, el tener una producción cada vez más pesada, el tener que destinar nuestra producción liviana para mezclar con extra pesados y producir un producto mucho menos rentable, el tener que mejorarlos incluso, o la imposibilidad de mejorarlos que ha convertido a esos cuatro mejoradores prácticamente en elefantes blancos, mejoradores que están convertidos en mezcladoras. Que toda la tecnología que se metió allí para “upgrading” (mejoramiento), para disminuir su gravedad específica y aumentar sus grados API, que es la razón de ser de los “mejoradores”, ahora son simplemente plantas mezcladoras de crudo pesado de alto costo con crudo extra pesado de cero valor comercial, para conseguir un crudo de 16 grados de mediocre rendimiento. Entonces esas circunstancias, y además a partir de 2017 las sanciones, que son realmente una puntilla y que determinan hoy la crisis total de la industria petrolera.
Además de eso la industria está sometida a esta cuestión política, el desbarajuste económico, y las circunstancias políticas y económicas que han determinado la masiva migración de venezolanos, también afecta, porque en esa masiva emigración está una masiva emigración de capacidad productiva interna, de capacidad realmente de manejo eficiente de la industria petrolera, independientemente de posiciones políticas, eso tiene un efecto directo sobre la industria petrolera venezolana. Y lo dice la propia industria, los dirigentes actuales, que admiten la falta de talento humano en la industria. Hay una situación conflictiva durísima en la que la está la industria para producir. Los trabajadores por ejemplo no van a los campos, porque los asaltan en el camino. La guardia nacional no vigila los campos, porque temen que los asalten y les quiten los fusiles. Hay un control de las mafias, por ejemplo en la zona de oriente, en Anzoátegui y Monagas, en esos campos desolados. Porque por ejemplo en los campos de occidente hay una mayor concentración, y la población está mezclada, pero en los campos de oriente por ejemplo, un campo petrolero está allí y no hay nada en kilómetros a la distancia, entonces es muy factible que a una comisión de 4 guardias nacionales que estén allí les lleguen unos tipos.
Y a nivel de infraestructura y las instalaciones, están totalmente deterioradas. Nuestras refinerías están produciendo ahorita al 15%. Tres de ellas están paradas, El Palito y Puerto La Cruz, parcialmente paradas Cardón y Amuay.
ETM: Pero si a EEUU le interesa el petróleo venezolano, su principal interés histórico desde hace 100 años, no parece convenirle tal nivel de colapso. A nadie parecería convenirle, porque el gobierno es afectado económicamente por los ingresos, la oposición también, porque si agarra el coroto ahora lo haría con una industria colapsada, a los EEUU si se quisiera meter en un paquete con Irán por allá, necesitaría suplirse de petróleo acá.
CMP: Eso es lo que ha cambiado, que no lo necesita ya. EEUU se está convirtiendo en un exportador neto.
ETM: ¿Entonces por qué tanto interés en Venezuela?
CMP: Porque Venezuela es importante a largo plazo. Precisamente las posibilidades que tienen de aplicarle la tenaza a Venezuela es que este momento no la necesitan, pero sí la necesitan. Ellos no pueden dejar por detrás al 90% del petróleo extra pesado del mundo, que es lo que existe en Venezuela. Eso posiblemente no sea rentable hoy, ni dentro de 10 años, pero vamos a ver qué pasa luego. Además está el asunto geopolítico, “ese es mi patio trasero” y está la competencia con otras potencias internacionales. China tiene un planteamiento geoestratégico, Venezuela está en el 4to lugar de prioridad estratégica en ese esquema chino, detrás de Corea, Birmania y Vietnam. Antes Venezuela era el primer país de interés para China en América Latina, ahora pasa más allá a ser el 4to en el mundo, y eso lo sabe EEUU, y hay una competencia también con China. En esa competencia global nosotros estamos medio picados. Los rusos también tienen sus intereses aquí y no se diga los europeos que están aquí. Allí yo cito lo que dice Repsol del campo 1X, que ellos están metidos ahí y no están aceptando ninguna sanción norteamericana. El campo Perla 1X significa 6 años de suministro de gas para España.
ETM: Cardón 4
CMP: Sí, en Cardón 4, el bloque se llama Perla 1X, y ahí en Cardón 4 ellos tienen intereses. Esa es la primera identificación, eso indica que el bloque completo puede tener mucho más. Entonces hay muchos intereses en ese sentido.
Ahorita, en este momento, Venezuela está totalmente contra el suelo y aunque ellos desde luego tratan la cosa sin afectar sus propios intereses, no disparándose en el pie, y es lo que han hecho con Chevron, hay un interés táctico político de acabar con este gobierno, pero en el interés geoestratégico Venezuela sigue siendo una prioridad, entonces a empresas como Chevron, Halliburton, entre otras, se les otorga una licencia.
ETM: Esa paradoja se ocultó detrás de un discurso antimperialista, inclusive con Chávez, porque esa paradoja estaba tanto del lado estadounidense como del lado venezolano, en el sentido de decir, está esta confrontación en los discursos, pero aguas arriba hay una tormentosa, pero hay una relación. Por ejemplo con Chevron siempre se tuvo una relación.
CMP: Chevron para algunos críticos de la PDVSA reciente decían que Alí Moshiri, un gran jefe de Chevron, que dejó de ser el Gerente Ejecutivo (CEO) recientemente, decían que Moshiri era miembro de la junta directiva de PDVSA, porque entraba y salía de las sesiones de la junta directiva cuando le daba la gana. Dicho por testigos presenciales hace un año. Hay sectores norteamericanos que tienen una íntima relación con la PDVSA actual misma, y la quieren seguir manteniendo, aunque no haya todavía cambio de gobierno. Ellos están poniendo su pica en Flandes con el nuevo gobierno, pero “un momentico, tampoco es que vamos a dejar esto al garete”. No van a desmontar infraestructura y llevarse los equipos para esperar a que se produzca la transición para entonces sí volver.
«La faja no es factible, y ya lo está aceptando todo el mundo»
¿Alternativas?ETM: Hemos estado marcados por una bipolaridad; una corriente claramente liberalizadora, de un neoliberalismo muy vinculado a los EEUU y a los sectores de las derechas más conservadoras latinoamericanas. Y del otro lado, en la otra acera, tenemos al gobierno actual que está claramente, ya casi sin tapujos, también en proceso de flexibilización, políticas de liberación, y en algunas cosas pareciese mostrando más apertura a acciones de privatización –eso es algo que está en discusión-. Estamos en una encrucijada como país, pero además como planeta, en la que a pesar de que podemos decir desde una visión pragmatista que hay que sacar más petróleo, pero tenemos ahora una situación ineludible en relación con el cambio climático, con una serie de medidas que nos ponen en una encrucijada muy difícil de resolver, pero que no podemos ya decir que es para el futuro porque estamos ya como en el hueco del futuro. Ya los incendios de Australia y la Amazonía mostraron que los ecosistemas llegaron como a lo que llaman en ecología los umbrales ecológicos. Eso ya no se puede obviar. Entonces,  ¿cómo y por dónde nos pensamos una alternativa a esto? Se está hablando hoy en día de transición y recuperación, ¿cierto? La pregunta es ¿cómo sería esa recuperación? ¿De cuánto sería esa recuperación? Si estamos hablando de una recuperación de la producción que supone aumentarla, ¿a cuánto sería? ¿A partir de cuáles pozos? ¿Y aumentarla para qué?  ¿Y cuál es la inversión que se necesita y qué supone esa inversión para los venezolanos? ¿Con qué saco vamos a cargar para esa inversión?
CMP: Yo creo que estamos llegando a un llegadero que no es ideológico. Primero, los contendientes geopolíticos internacionales ninguno es de izquierda, ni socialista, ni nada por el estilo. Son confrontaciones de poder político, y normalmente todos son capitalistas. Aquí no hay un poder socialista, ni nada por el estilo. Lo que cada país puede hacer es tratar de democratizar o socializar sus relaciones productivas internas dentro de un esquema de inserción dentro de un mundo capitalista definitivamente. Entonces tú puedes tratar de morigerar tu propio capitalismo, tratar de contenerlo, pero no lo puedes liquidar en las condiciones actuales. Ese es un planteamiento súper pesimista para un socialista. Pero hay que asumirlo. Creo que hay que asumirlo y dejarse de demagogia y estar proponiendo escenarios que no van a suceder.
ETM: ¿Como cuáles por ejemplo?CMP:
“Vamos a montar una Venezuela socialista independiente, y vamos a montar una Latinoamérica o una Suramérica socialista enfrentada al capitalismo mundial”. No creo que eso tenga factibilidad en el corto ni en el mediano plazo. No sé qué pueda pasar en el largo plazo. En el largo plazo todos estaremos muertos, decía Keynes. Yo creo que en materia petrolera, la pregunta que tú me estás haciendo, la recuperación tiene que ser la estabilización y la búsqueda de un proceso de crecimiento acorde con las condiciones del mercado que ya son negativas para nosotros. Tenemos que reconocer los cambios que se han producido en el mercado mundial después que se nos aplicaron las sanciones, que nosotros no tenemos abierto el mundo para volver a los 3 millones de barriles, ni siquiera a los 2,5 millones de barriles que se han planteado, que el crecimiento de la demanda petrolera mundial ha venido cayendo, no la demanda sino el crecimiento de la demanda, y entonces para el año que viene se estaban estimado 1,3 millones de crecimiento de todo el mundo y ahora se estiman 1,1 millones y ahora con estos problemas de China tal vez sean menos de 1 millón, el crecimiento de la demanda del año 2021. De aquí a que nos acerquemos al año 2030 las expectativas son que la tasa de crecimiento sea cada día menor, la tasa, los volúmenes mismos. Nos estamos acercando a un techo.
«Nosotros no tenemos abierto el mundo para volver a los 3 millones de barriles»
ETM: ¿Y esa sería una tendencia irreversible?
CMP: Irreversible, por razones climáticas, e irreversible por razones económicas y geológicas.
ETM: ¿Y esa estabilidad cómo nos afecta a nosotros?
CMP: Nuestra producción es extra pesada y la competencia es de crudos livianos. En EEUU, teóricamente el shale está perdiendo impulso, los esquistos, las lutitas como debe decirse, sigue creciendo, pero cada vez menos, y se estima que hacia 2030 llegue a la planicie y comience a caer.
ETM: 2030 es ahoraCMP: Ahora, en nueve, casi diez años, no es ahora. Eso significa que esos 12 a 13 millones de barriles diarios van a estar siendo producidos, no van a llegar a 14 tal vez, pero van a estar siendo producidos 13 millones. Y Noruega, Guyana, Brasil, y Uganda que aún no ha comenzado, y la reapertura de la zona neutral entre Kuwait y Arabia Saudita que estaba cerrada por los conflictos entre ellos, y acaban de acordar reactivarla. Todas esas cosas van a incorporarse a la oferta de crudos livianos. Una oferta que se va a encontrar con una demanda limitada, y con una demanda que ya está siendo decidida que va a disminuir incluso por decisiones gubernamentales en algunos países.
ETM: Y el petróleo está siendo más contestado que nunca. Nunca había habido socialmente un cuestionamiento tan grande como en la actualidad al petróleo, cada vez la sociedad de los combustibles fósiles tiene más oposición. Eso tiene que tener un impacto a nivel de la aceptación social y de las presiones para una política de dejar el petróleo bajo el suelo.
CMP: En economía a veces la aceptación social no cuenta mucho, pero sí pesa a largo plazo y cuando ves que no es simplemente social, sino que es la salud de toda la humanidad la que está en juego, independientemente de tu condición social, de repente se convierte en una ola colectiva de todo el mundo, no necesitas ser socialista, o pobre para inferir que vas a ser afectado por algo que afecta a toda la humanidad sin distingo de clase. La existencia misma de la humanidad es la que está en juego.
ETM: Cuando ud habla de estabilización, ¿a qué se refiere esa idea? Si este es un país que está buscando la estabilización y recuperación de la empresa petrolera, que por lo que se ve, ¿estaría fundamentalmente basada en los crudos no convencionales de la Faja?
CMP: No, los crudos no convencionales de la Faja no tienen ninguna posibilidad económicamente fáctica. Aquí hay que arrancar de nuevo, y precisamente por eso es que está limitada nuestra capacidad
ETM: ¿Eso lo dice ud como recomendación? ¿O ud piensa que los sectores dominantes también piensan que la Faja no va?
CMP: No es un problema de pensamiento. Es un problema de factibilidad económica. No va. No son factibles, y ya lo está aceptando todo el mundo.ETM: Entonces ¿La estabilización sería en torno a cuántos barriles? ¿2 millones?
CMP: No lo sé
ETM: Ud ha ofrecido unas cifras en las cuales explica que en promedio el tiempo de vida de los pozos convencionales en campos maduros es de 60 a 70 años. Si la Faja está descartada como expansión, eso supone entonces que es inevitable que esta recuperación tendría que venir con un plan de transición de la Venezuela post-petrolera, o no
CMP: Pero la duración de un pozo no es la duración de un yacimiento. La duración de un campo puede ser esa, pero si tú perforas más y estimulas más, o sea, recuperación secundaria ampliada, inyección de vapor, inyección de agua, nueva perforación, y cosas por el estilo, eso puede extender la vida de un yacimiento. O sea que todavía tienen un margen, los viejos campos. Y el petróleo convencional, es decir, sus costos no van a alcanzar nunca la Faja por viejos que sean. Los costos de la Faja no son los costos de extracción, son los costos de mejoramiento y puesta en condiciones comerciales. Esos costos difícilmente puedan ser remontados a los precios actuales. Entonces son los campos convencionales, incluso la exploración en las adyacencias, la extensión de esos campos convencionales, que pueden aumentar la capacidad de extracción de campos convencionales declinantes, es decir, ahí hay posibilidades que solamente un ingeniero petrolero te lo puede decir y un geólogo, en que hay zonas donde hay campos que se abandonaron, de expansión, de desarrollo, y esas posibilidades todavía están ahí presentes, y es crudo liviano lo que se va a sacar. Para ponerte un ejemplo, en uno de mis trabajos está publicada una estadística de 13 campos del Zulia, uno descubierto en 1914, otro en 1925, otro en 1935, otro en 1945, otro en 1950, es decir que el más joven tiene casi 70 a 80 años, y los más viejos ya casi 100 años. Esos 13 campos juntos representan más reservas recuperables que las de Argentina, que las sumadas de Colombia, Ecuador, Perú, y así por el estilo, yo había incluido a Brasil, pero Brasil ha encontrado nuevas reservas, pero esas reservas están siendo producidas a una tasa mínima actualmente, y eso puede ser aumentado y puede tener una duración de 20 a 30 años a partir de ahora. Son viejos campos agotados. Existe tecnológicamente la posibilidad de reanimación y de depletación máxima, que es el anglicismo que usan, sacarle la mayor posibilidad, para llegar a 30-40% de extracción, porque nunca vas a llegar a 100%, y muy pocas veces llegas a 60-70%, aunque se ha llegado en algunos campos, no precisamente en los venezolanos.
ETM: ¿Los chinos van a renunciar a esas inversiones que pusieron en la Faja?
CMP: No
ETM: ¿Se mantiene entonces?
CMP: Claro. Las inversiones en la Faja se mantienen. Lo que sí no van a hacer son los nuevos mejoradores que necesitan la capacidad de producción de 1,4 millones diarios que hay allí. Producción quiere decir extracción, pero para convertirlo en producto vendible hay que mejorarlo o mezclarlo, eso no hay posibilidad vía costos de ponerlo en competencia.
ETM: ¿Ud cree que en estas discusiones de salida de la crisis se está pensando en una Venezuela postpetrolera?
CMP: Todo el mundo está pensando en la recuperación.
ETM: ¿Para ud hay posibilidad de que en esta debacle se pueda pensar y abrir una discusión y un camino de una Venezuela postpetrolera? Volvamos a Uslar Pietri; si aquí hay 30 millones de hectáreas de tierra cultivables, de las cuales están provechadas tan pocas, ¿por qué no pensar en asumir una propuesta que también sea agrícola y no sea tanto petrolera? ¿Por qué no abrirse y pensarse esta posibilidad?
CMP: Que hay que hacerlo. Es decir, todo el mundo se da cuenta que Venezuela no puede seguir siendo apalancada por el petróleo. El petróleo puede ser una industria convencional durante mil años en Venezuela.Yo creo que todo el mundo ha hablado, pero nadie lo cree últimamente. Todo el mundo sabe que eso es así, y que eso debe ser así, todo el mundo te lo dice, aquí nadie te lo niega, “¿hasta cuándo vamos a ser rentistas?” es que ya no somos rentistas, aquí no hay renta, el negocio petrolero es un negocio como el de un chichero, con 20 a 30% de beneficio, pero ese 500% del que se apropiaba, el 400%, las compañías petroleras y te dejaba el 100% a ti, y era gigantesco para ti, ya no existe. Entonces ellos te lo están diciendo. “Nosotros vamos a invertir y vamos a obtener beneficios, pero si uds no tienen otros medios de generación de ingresos, no vamos a poder.”
ETM: ¿La Venezuela petrolera que conocimos en los últimos 100 años se acabó?
CMP: Se acabó.
ETM: ¿Ud piensa que es inevitable renunciar a toda ambición de nacionalismo petrolero actual? ¿Por dónde estaría la vía para que no nos arrodillen los próximos 50 años en un proceso de inversión masiva que no va a venir de acá?
CMP: El gobierno, el país, todos estamos puestos contra la pared, y estamos ahí y nos están amenazando. Tendremos que negociar. Seguramente tendremos que negociar y habrá que renunciar a algunas cosas. Pero sin renunciar a la voluntad nacional de controlar eso, y vamos a ver cómo regateamos el reparto de ingresos, de beneficios, entre un participante, qué le vamos a ofrecer, qué estímulos, pero manteniendo nuestra soberanía, nuestra dignidad. Es distinto. Yo he insistido en la necesidad de repensar las condiciones de negociación para no asumir una actitud entreguista desde el inicio. Hay que negociar, así estés contra el piso, contra la pared, aplastado, tendremos que negociar obligados, pero manteniendo la dignidad. Yo creo que el nacionalismo no se configura en la cantidad de concesiones que tú des, sino en la voluntad de defender el patrimonio nacional, de los nacionales, y de defenderlo incluso hasta de las expectativas propias de gastarlo inmediatamente.
ETM: ¿Y con quién cree que contamos para eso? ¿Qué grupos ud piensa que son los que puedan apostar por una visión nacionalista y que no terminen de entregar esto?
CMP: Es una pregunta bien difícil. Bastante difícil. Porque hay un nivel de inconsciencia generalizada. Y un nivel de sueño, todavía. De que “no somos nosotros, son ellos los culpables”, entonces cada quien le echa la culpa al otro. “Uds no pudieron, nosotros sí vamos a poder”.
ETM: Y no le parece con toda esta lógica tan pragmática, tan difícil de abordar la problemática ambiental, que pareciera la que está en la cola de las prioridades?
CMP: Pero es un problema de la humanidad.



martes, 10 de marzo de 2020

No hay aplazaos ni escalafón




CAMBALACHE PETROLERO: 


LA NUEVA APERTURA DE “PDVSA AD HOC”




¡Todo es igual, nada es mejor, lo mismo un burro que un gran profesor! No hay aplazaos ni escalafón, los inmorales nos han igualao.
Igual que en la vidriera irrespetuosa de los cambalaches se ha mezclao la vida, y herida por un sable sin remache ves llorar la Biblia contra un calefón.
“Cambalache” / Enrique Santos Discépolo 1934 [i]

En mis dos trabajos anteriores, “Cerco y Aniquilación”[1] y “Vuelan los Rebullones”[2], hice referencia a las “nuevas” propuestas de política petrolera que comienzan a florecer frente a la desastrosa situación de nuestra industria petrolera.
En el primero de ellos, refería que “2020 comienza con una creciente proliferación de las propuestas aperturistas y privatizadoras, apelando a todos los medios de presión y de convencimiento de la inevitabilidad de las mismas, tanto si se mantiene en funciones el actual gobierno, como si se dan los escenarios políticos alternativos y se implantan los programas prediseñados desde los centros de difusión del pensamiento neoliberal como CEDICE y las Universidades norteamericanas.  Vuelan los rebullones
Destacaba allí la relación que se hacía de una supuesta “propuesta de consenso”  de 10 de las principales empresas petroleras mundiales, para solucionar los problemas  de ese sector en Vene4zuela.
En dicha propuesta se resumen tanto las magnitudes  como las condiciones que debía cumplir Venezuela para obtener la “ayudita” de esas corporaciones: Reviving Venezuela’s Oil Sector; The Role Of Western Oil Majors / Lisa Viscidi & Nate Graham
Este informe…  busca comprender mejor el desafío que perciben las compañías petroleras extranjeras y las condiciones que serían necesarias para atraer la inversión privada a Venezuela bajo un nuevo gobierno.
Para… aumentar en 10 años la producción petrolera venezolana en 2 millones 600 mil barriles diarios, con una inversión de 90 mil millones de dólares en gastos de capital y 122 mil millones en gastos de operación, que incluyen la perforación de 13.400 pozos adicionales.
Remito al lector al enlace copiado para detallar el proyecto. Y llamo la atención sobre un agradecimiento de Interamerican Dialogue[ii], con un subrayado cuya pertinencia percibirá fácilmente el lector más adelante:
We would like to thank Francisco Monaldi of Rice University’s Baker Institute for Public Policy; Osmel Manzano of the Inter-American Development Bank; and David Voght, Patricia Ventura, and Joel Guedes of consulting firm IPD Latin America.
En el segundo de los artículos citados “Vuelan los rebullones…” hice referencia a toda nuestra historia de planificación ilusoria, de “pajaritos preñados” con ruinosos resultados, productos de una combinación de malicia interesada e ignorancia tecnocrática que ha sufrido nuestra industria petrolera desde 1979 hasta nuestros días: Vuelan los rebullones
De manera particular, destaqué allí la “apertura petrolera de los años 90 del siglo pasado, conducida por Luis Giusti”… y entonces me encuentro con la presentación que él mismo se hace, en una carta a sus compañeros petroleros, en la cual resume  su exitoso desempeño conduciendo ese proceso, difundida por Luis A. Pacheco, Ph.D.,[iii] “Presidente de la Junta Directiva ad hoc de PDVSA” y Nonresident Fellow en el Center for Energy Studies,  Baker Institute at  Rice University.
Como crítico contumaz de la planificación de “pajaritos preñados”, ya sabía que el Dr. Pacheco había sido uno de los tantos ingenieros Directores Ejecutivos de Planificación Corporativa de PDVSA y por tanto, corresponsable de los sucesivos fiascos reseñados en mis trabajos. Por ello, decidí estudiar sus propuestas y me encontré con su trabajo “Venezuela’s Oil Mythologie Have Hindered Its Development”[iv]
Para mi sorpresa, en seis cuartillas, el Dr. Pacheco hace tabla rasa con toda la producción intelectual venezolana en materia de historia, política económica y sociología, y reduce todo a unos supuestos ocho  mitos, sobre los cuales, sus descerebrados responsables apenas llegaron a balbucear unas impensadas e incoherentes consignas:
  • El petróleo destruyó la economía agrícola. (Alberto R. Adriani)
  • Debemos “sembrar” los ingresos del petróleo para asegurar riqueza futura (Arturo Uslar Pietri)
  • Debemos ahorrar petróleo para las generaciones futuras. (Celestino Armas)
  • El petróleo es el excremento del diablo. (Pérez Alfonzo)
  • Debemos separarnos de la OPEP. (Sosa Pietri)
  • Los negocios autónomos de PDVSA son escondidos en una caja negra.
  • Es preferible que PDVSA invierta las rentas del petróleo en vez de que los políticos las desperdicien. (PDVSA y otros).
  • Ahora, el petróleo es verdaderamente nuestro. (Rómulo Betancourt, Pérez Rodríguez, Chávez Frías y otros).
El combate al irrespeto tecnocrático de “nosotros, quienes sabemos cómo se hacen las cosas”,  y a  la simplificación matemática de las ciencias sociales a pura paja inoficiosa, ha sido algo que me ha llevado a enfrentarme en muchas oportunidades, tanto desde los tiempos meritocráticos como en los actuales, con personalidades como Humberto Peñaloza, padre del dicho “PDVSA es una empresa de ingenieros para ingenieros”, Alberto Quirós Corradi, Calderón Berti, Luis Giusti, entre otros [v], hasta el “espía Salazar”[vi] rojo-rojito que en sus escritos de refutación, con la excelencia técnica  y la razón política que le asistía, a mis ignaras y ofensivas opiniones, en “Aporrea”, develó mi carácter de contrarrevolucionario infiltrado en el BCV, junto a no se sabe cuántos más…
Pero en esta oportunidad, con Pacheco, el nivel de simplificación e irrespeto llegan a niveles apoteósicos. Si este es el “Presidente de PDVSA Ad-Hoc”, podemos inferir lo que se nos viene encima.
Suponer que Adriani, nuestro primer economista, sólo levantó un mito agrarista, o que Juan Pablo Pérez Alfonzo consideraba al petróleo como un “excremento del Diablo [vii] es una falta de respeto insólita, algo que sólo puede ser producto de una ignorancia supina.
Pero llevarse en los cachos a diez generaciones de estudiosos y analistas socioeconómicos venezolanos, de todas las tendencias y con todas sus aciertos y limitaciones, es algo digno de alguien al que le han practicado una lobotomía y le han insertado todas las historias racistas y anacrónicas de Trucutú, Tarzán de los Monos, Superman, Los Picapiedras, Mandrake el Mago y El Fantasma que Camina, como sus referencias históricas y sociológicas, con postgrados televisivos como “Yo quiero a Lucy” y “The Big Bang Theory”, amén de rudimentos de la “Common Law” y de las técnicas de negociación de futuros en Wall Street.
Esa lista de “mitos” fue lo que trajo a mi memoria -sin alusiones a las respetables personalidades inconsultamente citadas- la letra del tango Cambalache, de Enrique Santos Discépolo, donde “no hay aplazaos ni escalafón” y donde da lo mismo -para colocar las mezclas del “cambalache” argentino de los años treinta en nuestra  contemporaneidad- el filósofo Yogui Berra (“el juego no termina hasta que termina”) y la teoría de la relatividad de Albert Einstein, Juan XXIII y Mussolini, Mozart y Daddy Yanqui, García Márquez y Delia Fiallo.
Sólo como referencia parcial del nivel de la insolencia, y con el perdón de muchas omisiones, producto de mis desviaciones profesionales, cito casi de memoria  a algunos de los implicados en la relación de los mitos venezolanos:
Alberto Adriani, Gumersindo Torres, José Antonio Mayobre, Ernesto Peltzer, Manuel Egaña, Néstor Pérez Luzardo, Román Cárdenas, José Rafael Pocaterra, Rufino Blanco Fombona, Tomás Enrique Carrillo Batalla, Juan Pablo Pérez Alfonzo, Rómulo Betancourt, Rafael Caldera, Mariano Picón Salas, Rodolfo Quintero, Jóvito Villalba, Felipe Pazos, Salvador de la Plaza, Luis Beltrán Prieto Figueroa, Andrés Eloy Blanco, Eduardo Arcila Farías, Luis Villalba V., Rufino González Miranda, Federico Brito Figueroa, Domingo Felipe Maza Zavala, Manuel Pérez Guerrero, Hugo Pérez La Salvia, César Balestrini, Francisco Mieres, Gastón Parra Luzardo, Pedro Esteban Mejía, Aníbal Martínez, Rigoberto Lanz, Hernán Méndez Castellanos, Chi Yi Chen, Ludovico Silva, Irene Rodríguez Gallad, Janette Abouhamad, Asdrúbal Baptista, Armando Córdova, Pbro. Manuel Pernaut, Manuel Caballero, Héctor Silva Michelena, Héctor Malavé Mata, Orlando Araujo, Carlota Pérez, Bernardo Ferrán, Pedro Miguel Pareles, Max Flores Díaz, Emeterio Gómez, Germán Carrera Damas, J. A. Silva Michelena, Diego Luis Castellanos, Arévalo Guzmán Reyes, Francisco Álvarez Chacín, Rubén Sader Pérez, Domingo Alberto Rangel, Eduardo Acosta Hermoso…
Protagonistas, o relatores y críticos de nuestra historia económica y social, a diversos niveles y desde las más variadas posiciones ideológicas y políticas, incluso antagónicas, contribuyeron a la gesta de nuestro actual ordenamiento  socioeconómico, constitucional y legal en materia de hidrocarburos.
Por cierto, y valga la aclaratoria, no ninguneo ni excluyo de esa lista a la autodenominada  “Gente del Petróleo” meritocrática, sino que ellos tienen suficientes medios para presentarse, tal como estamos viendo.
A la pulverización de ese ordenamiento anacrónico, -¡válgame Dios, hasta se remonta al Decreto sobre la propiedad de las Minas del Presidente de Colombia en 1829!-  incompatible con los nuevos tiempos, se encaminan  los proyectos aperturistas y abiertamente desnacionalizadores del clan “ad-hoc”, Giusti, Pacheco, Szabo, Calderón Berti,  con sus nuevos espadachines, como Gustavo Baquero, Leopoldo López y José Ignacio Hernández, “testigo experto independiente de derecho venezolano” utilizado por Cristallex en su demanda contra Venezuela y su “alter ego” Citgo, travestido ahora en “Procurador General de la República Ad Hoc”. Todos ellos sostenidos  por la prosapia neoliberal de nuestros Ph.D. criollos en  las universidades norteamericanas e inglesas, y en las nativas –públicas y privadas- munidos con la orientación CEDICE, centro de difusión de esa escuela de ese pensamiento económico.
Los simplones y malintencionados “mitos” de Pacheco deberían avergonzar al prestigioso Baker Institute que los publica y hablan muy mal de la excelencia académica de los Phylosophus Doctors  de la Rice University.
Pero sobre todo, dicen mucho de la calidad de la política petrolera que adelantará la“Junta Directiva Ad Hoc de PDVSA”.
Pero  la lluvia meritocrática aperturista no cesa. A estas alturas del presente escrito, me topo con otra buena nueva milagrosa:
Sale a la luz ahora Juan Szabo al frente del Plan País en materia petrolera:
“Aquí está el plan para que Venezuela vuelva a producir 3.000.000 de barriles diarios de petróleo”
alnavio.com/noticia/20517/informe-confidencial/aqui-esta-el-plan-para-que-venezuela-vuelva-a-producir-3.000.000-de-barriles-diarios-de-petroleo.html
Este plan se incorpora al festín de propuestas funambulescas a los cuales me he referido desde los años 80:
El plazo ahora es de 8 años, se perforarán 11.000 pozos en 4 años y la inversión requerida de 120.000 millones de dólares.
La desproporción, incluso con el proyecto de “consenso” de las transnacionales, antes citado por Interamerican Dialogue, es aplastante: 400.000 barriles diarios más, en dos años menos con una inversión de 90.000 millones de dólares menos.
El Plan País, presentado en Madrid ante un grupo de empresarios, establece requerimientos de inversión por 120.000 millones de dólares. Esos recursos no los tiene PDVSA. Ese dinero está en el mercado internacional. Ese dinero lo tienen las multinacionales. Y la empresa privada local. Para Juan Szabo, lograr el objetivo depende de una masiva participación de compañías privadas, tanto nacionales como internacionales.
Para estimularlas a que entren de lleno a operar, hay que cambiar de manera obligatoria el marco regulatorio y otorgar beneficios fiscales, y establecer reglas claras de juego.
El fuego graneado del “Plan País” es constante. Revisando la web encuentro su presentación en México por el  “Presidente de la Comisión Especial del Plan País Para Venezuela”  que, entre otras cosas, muestra la tendencia al otorgamiento indiscriminado de títulos presidenciales   para sus voceros.
La recuperación de la industria petrolera venezolana sería factible sólo con condiciones fiscales y esquemas que apoyen la mayor participación privada posible y adaptadas a las nuevas realidades de ese país, afirmó el representante de la Asamblea Nacional, Diputado Juan Andrés Mejía, durante la presentación del “Plan País” para Venezuela, este fin de semana en la Ciudad de México.
“Venezuela tiene la costumbre[de nuevo, ¡Válgame Dios!] como muchos países de Latinoamérica, de que sea el sector público el que lleve la bandera del sector petrolero. Nosotros queremos cambiar esa realidad; modificar la ley de hidrocarburos para permitir que el sector privado pueda invertir sin ningún tipo de restricciones.” Mejía recalcó que Venezuela necesita de unos 60 mil millones de dólares, por los próximos cinco años, para sacar al país adelante.
Por lo visto, a la hora de citar cifras mil millonarias no hay ninguna restricción entre los proponentes de esta nueva apertura, ahora de puertas completamente abiertas.
Las condiciones siguen siendo las mismas:
Ellos las imponen y tú te callas. Luego te tocará pagar la deuda adquirida, para la cual tienes al Banco Mundial y al FMI listos para “auxiliarte” y amarrarte por los próximos 30 años, cuando ya no esté saliendo petróleo de esos nuevos pozos y se descubra, al fin, que la tasa interna de retorno de esas inversiones es negativa y que su saldo será una acumulación de deudas mil millonarias que deberán ser pagadas por las próximas tres o cuatro generaciones… quien sabe hasta cuándo.
Ya para entonces, ni yo ni  la mayoría de los proponentes de tales desaguisados, estaremos vivos para dirimir quién tenía la razón. Confiemos en la benevolencia y capacidad de perdón de nuestros descendientes.
Pero veamos otros “detalles” de este proyecto..
Los supuestos de ese “Plan País Petrolero” son tan auspiciosos, según Szabo, puesto que
Venezuela no logrará nunca sacar del subsuelo todo el petróleo que tiene en reservas. Pero se puede aprovechar una buena parte de ello, tomando en cuenta que el costo de producción de un barril no pasará de los 10 dólares. “Es un costo muy competitivo”, asegura.
Al parecer, el tiempo que ha pasado fuera de la gestión petrolera directa ha afectado su capacidad de reconocer los cambios que se han generado en la estructura de la producción petrolera venezolana, cada vez más pesada y extrapesada, en franca declinación por abandono de los yacimientos convencionales, cada día más complicada su reactivación, amén de  los cambios que también se han producido en el mercado petrolero mundial.
En este último aspecto, tanto por el lado de la oferta, con la plétora del “shale oil” norteamericano, el presal brasileño, los noruegos Johan Sverdlup ya en pleno desarrollo y Johan Catsberg inicíandose, las crecientes posibilidades del petróleo convencional Guyanés y las auspiciosa expectativas sobre el futuro desarrollo de los campos de Uganda,  enfrentadas todas a una competencia feroz, dadas las declinantes  perspectivas del crecimiento de la demanda global, que apenas superará el 1 millón de barriles diarios para el próximo año,  iniciando una irreversible tendencia al paulatino decrecimiento en períodos  subsiguientes, hasta alcanzar la meseta a partir de la cual se iniciará, por efectos de la transición energética en puertas, la declinación definitiva de ese indicador.
Corresponde ahora hacer aquí un inserto de actualidad que pone tintes dramáticos a esta argumentación y la que sigue: Las noticias sobre el desencuentro entre la OPEP y sus asociados rusos, quienes se niegan a aumentar el nivel de unos recortes que ellos tampoco han cumplido realmente, está conduciendo a un desmoronamiento brutal de los precios de futuro de los principales crudos marcadores, alcanzando al momento de escribir un nivel sólo visto hace más de 4 años, precisamente en marzo de 2016: 31,49 $/bl., para el West Texas y 34,89 para el Brent.
¿En dónde se ubicarán, dentro de cuatro años según el “Plan País”, los 2,2 millones de barriles diarios de petróleo que se producirán en los siguientes cuatro?
¿Declararemos una guerra petrolera simultánea contra la capacidad cerrada de Arabia Saudita, Kuwait, la Zona Neutra, Irak, Irán, Noruega, Brasil, Guyana, Uganda, Rusia y los Estados Unidos?
Pero sigamos:
Miente a mansalva Szabo cuando afirma que costo promedio de la producción de crudos venezolanos es de menos de 10 dólares.   Tanto como han mentido sus antecesores:
Esa es una  reiterada fábula, contada desde los tiempos de la apertura y repetida, sin pausa, durante los 20 años recientes. Un ectoplasma nunca materializado y mucho menos comprobado por ningún cazafantasmas…
La significación política y económica de estas presentaciones tramposas me induce a pedir la venia de los lectores para adelantar una exposición detallada de mis argumentos, sometiéndome a las seguras refutaciones de los técnicos puros, incontaminados de sandeces sociológicas:
Basta con revisar las estimaciones sobre el precio requerido en las distintas áreas del mundo para justificar una nueva inversión, el muy mentado punto de equilibrio o “breakeven value”, que publican las principales agencias analistas del mercado petrolero mundial, y la posición que en esas presentaciones ocupan los crudos extrapesados y convencionales venezolanos:
Desde luego, las anteriores son estimaciones, que en el caso venezolano se refieren  a la suma de costos, impuestos y tarifas de la producción de petróleo extrapesado.
Pero veamos el “optimismo”  o la capacidad de engaño de nuestros operadores, sostenidos por la “razón técnica que les asiste”, quienes sí saben  lo que hacen porque han tenido al petróleo en sus manos y reconocen sus olores y colores…
En 2016, la estimación del entonces Ministro, Eulogio Del Pino, era de un costo promedio de 13 dólares el barril:
El ministro del Poder Popular de Petróleo y Minería y presidente de Petróleos de Venezuela, S.A., (Pdvsa), Eulogio Del Pino, aseveró que el costo promedio de producción de petróleo en Venezuela es de 13 dólares por barril.
Del Pino explicó que este promedio incluye los costos de producción de distintos campos petroleros, que van desde un monto inferior a los 5 dólares por barril, y otros más altos, que incorporan recuperación mejorada y mejoramiento de crudos.[3]
Estos 13 dólares de Del Pino en 2016 ocultaban una minimización de los costos reales, incrementados por la creciente declinación de los campos convencionales, acentuada por décadas de abandono para privilegiar el “escenario Faja”,  y la complejidad, y por ende, mayores costos implícitos de los procesos de extracción y los procesos adicionales de dilución o mejoramiento y transporte de los crudos extrapesados de esa Faja.
Pero, ¿cómo producen esas cifras optimistas?  Reduciéndolas todas al costo del “levantamiento” del crudo, omitiendo todos esos costos adicionales requeridos para llevarlos a puertos y refinerías.
Ahora, en  2020, la estimación de la excelencia meritocrática Szabo, de un costo de producción menor a 10 dólares el barril, como promedio, para la producción total venezolana, es sólo una nueva añagaza demagógica, una más irreal que las anteriores.
Para tener una idea de la magnitud del bulo, es pertinente analizar la última presentación del Rystad Energy sobre los diversos niveles de cotización del crudo Brent, requeridas como “breakeven value”, precio de equilibrio para justificar la inversión en los campos actualmente en producción en el mundo y las posibilidades de incremento de la producción en regiones ordenadas por su nivel de factibilidades:
Veamos:
En el eje de las abscisas, vale decir en el ancho de cada franja, se representan, expresadas en miles de millones de barriles, las cantidades de recursos de hidrocarburos líquidos recuperables en cada una de las localizaciones consideradas.
En las ordenadas, el alto de las franjas, están registrados los niveles máximos, mínimos y promedio del precio de equilibrio, estimado en términos del marcador Brent, correspondiente a dichas localizaciones, sobre el cual se fundamentan los volúmenes estimados
De tal suerte, Rystad Energy estima que, en los campos actualmente en producción en el mundo, existen unos 800 mil millones de recursos remanentes, que requieren un “break-even Price” promedio de 26 dólares por barril para el crudo marcador Brent, dentro una franja que marca un mínimo de 10 y un máximo de 40 dólares el barril para ser desarrollados.
A ese precio promedio del Brent, esos 800 mil millones permitirían la producción de 110 millones de barriles diarios durante 20 años, justamente más que suficientes  para cubrir la demanda total actual y estimada en ese lapso.
Sucesivamente, se presentan los  niveles del precio de equilibrio promedio  requerido para hacer viable producciones nuevas en distintas áreas, ordenadas según su factibilidad.
Así, se tiene que en los campos en tierra del Medio Oriente, los menos costosos en el mundo,  el precio de equilibrio del Brent que justificaría nuevos desarrollos allí, es de 42 dólares el barril. Y el ancho de la franja representa unos 124 mil millones de barriles, que permitiría a esos países producir 17 millones de barriles diarios adicionales durante 20 años.
Sorpresivamente, como lo registran los comentaristas de esta presentación, el petróleo de las lutitas norteamericanas (el light tight oil) con 46 dólares el barril de crudo Brent, sería el segundo  nivel en cuanto a la justificación de nuevas inversiones.
En la escala de probabilidades y precios aparecen sucesivamente, plataforma continental, con 49$/bl, aguas profundas con 58$/bl, Rusia en tierra con 59 $/bl  y  los crudos extrapesados, vale decir Faja Petrolífera, también con 59$/bl.
Analizando la gráfica en la amplitud de la abscisa correspondiente, es posible apreciar que la estimación de factibilidad que presenta Rystad  para este de crudo, es del orden de los 20.000 millones de barriles de recursos recuperables, suficientes para producir 2,8 millones de barriles diarios durante 20 años.
¡Y aquí es donde quería llegar!:
Si la mitad extrapesada de los tres millones de barriles que “planifican” producir los gestores del “Plan País” requieren  un precio de equilibrio promedio Brent de 59$ /bl, sea cual sea el mínimo  calculado para la otra mitad convencional y tomando en cuenta que, como ya se señaló, que para los crudos ya en producción en el mundo el breakeven price  promedio es de 26$/bl,  ¿De dónde sale ese nivel promedio de “menos de10$/bl” para los crudos venezolanos?
Conclusión:
Se trata de un ejercicio descarado de demagogia,  para alimentar sueños de un público desinformado por voluntad de sus dirigentes de todos los bandos, cada uno interesado en vender su propio paraíso terrenal.
¿Cómo se sostienen las ofertas de tirios y troyanos que todavía creen que reimpulsarán a la industria petrolera para “apalancar” el rescate de la economía nacional?
Lo triste del caso, para un economista, cochinamente interesado en la rentabilidad de los negocios  propios y los de su familia extendida, es que estos proyectos ruinosos hundirán más al país y serán pasto para el enriquecimiento privado de los pícaros proponentes que siempre estarán del lado de los que cobrarán financiamientos y ayudas desinteresadas, durante las próximas décadas.
Aunque ahora creo que ni para eso alcanzará…
Contemplando las circunstancias del momento, me viene a la memoria las imágenes de “Cuando el destino nos alcance”, protagonizada por Charlton Heston y Edward G. Robinson: la humanidad alimentándose de “Soylent Green” galletitas hechas con restos de otros humanos, muertos programadamente al cumplir los sesenta años.
Carlos Mendoza Pottellá
09/03/2020
[i] Que el mundo fue y será una porquería, ya lo sé, en el quinientos seis y en el dos mil también;que siempre ha habido chorros, maquiavelos y estafáos, contentos y amargaos, valores y dublé. 
Pero que el siglo veinte es un despliegue de maldad insolente ya no hay quien lo niegue,vivimos revolcaos en un merengue y en un mismo lodo todos manoseaos. Hoy resulta que es lo mismo ser derecho que traidor, ignorante, sabio, chorro, generoso, estafador.
¡Todo es igual, nada es mejor, lo mismo un burro que un gran profesor! No hay aplazaos ni escalafón, los inmorales nos han igualao…
Si uno vive en la impostura y otro roba en su ambición, da lo mismo que si es cura, colchonero, rey de bastos, caradura o polizón.
¡Pero que falta de respeto, qué atropello a la razón! ¡Cualquiera es un señor, cualquiera es un ladrón!
Mezclaos con Stavisky van don Bosco y la Mignon, don Chicho y Napoleón, Carnera y San Martín.Igual que en la vidriera irrespetuosa de los cambalaches se ha mezclao la vida, y herida por un sable sin remache ves llorar la Biblia contra un calefón.
Siglo veinte, cambalache, problemático y febril, el que no llora no mama y el que no afana es un gil.
¡Dale nomás, dale que va, que allá en el horno nos vamo a encontrar!
¡No pienses más, sentate a un lao, que a nadie importa si naciste honrao!
Es lo mismo el que labura noche y día como un buey que el que vive de los otros, que el que mata o el que cura o está fuera de la ley. Enrique Santos Discépolo, 1934
Carlos Mendoza Pottellá: Vuelan los Rebullones…Sobre el petróleo venezolano
[ii] Interamerican Dialogue:  
[iii] Luis A. Pacheco, Ph.D., is a nonresident fellow at the Baker Institute Center for Energy Studies. He has more than 35 years of experience in the energy industry, including 17 years at Venezuela’s national oil company PDVSA, where he held a number of senior positions, such as CEO of BITOR, PDVSA’s heavy oil affiliate, and executive director of corporate planning. He was special advisor on strategy and energy to the president of Venezuela’s CANTV from 2005 to 2007 as well as advisor of the National Hydrocarbons Agency in Colombia. From 2004 to 2007, he was co-owner and president of a management consulting firm, working with companies such as Repsol, Pemex and the World Bank, amongst others. From 2008 to 2016, he was senior vice president of planning and information technology at Pacific Exploration & Production, formerly Pacific Rubiales Energy [Antes de la quiebra inducida por la asesoría meritocrática venezolana, Giusti, Pantin y… Pacheco] , the largest private oil and gas company in Colombia and Peru.