viernes, 28 de febrero de 2020

VUELAN LOS REBULLONES


Vuelan los Rebullones…
Sobre el petróleo venezolano

Por fin, una tarde, Juan Primito exclamó:
-¡Ya están aquí los rebullones! ¿Ave María Purísima!
Aguaiten muchachos, como viene esa bandada de bichos negros oscureciendo el cielo.  ...
-¿Será aceite y vinagre lo que quieren beber esos bichos? 
-¿Será miel y bilis…? …-¡Hum! ¡Cómo no vaya a ser sangre lo que vengan buscando! [1]
Las aves carroñeras, zamuros, zopilotes o los galleguianos rebullones, no comen carne viva. Acechan la agonía de sus futuras presas para lanzarse sobre ellas al momento de percibir el olor de la muerte.

Tales son las circunstancias actuales de la industria petrolera venezolana, aplastada bajo el peso de ancestrales y sucesivos fiascos de la planificación meritocrática, comenzando, entre otros, por el tantas veces citado por mí, “Megadisparate de la Faja del Orinoco” (Francisco Mieres dixit) de los años 80 del Siglo pasado, pasando por la “Apertura Petrolera” y concluyendo con los Planes de Pajaritos Preñados 2005-2018.





















Veamos algunos momentos de esta historia desde el principio:

Enero de 1981:

The total investment program that we have undertaken will require some $ 25 billion over the next six years.
Afterwards and until the end of this century, the yearly rate of investment is likely to average some $ 5 billion (in 1980 dollars).
We expect to generate most, if not all, of this capital internally, through reinvestment of future earn. Up to now, we have set aside more than six billion dollars to be used exclusively for future oil development activities.    [2]

Esos seis mil millones de dólares “apartados” soberanamente de la voracidad fiscal parasitaria por la meritocracia, se saldaron con pérdidas millonarias cargadas a los balances financieros de Lagoven, Meneven y Corpoven [3]:

“En los estudios de exploración y caracterización realizados durante los años1979 al 1984 de 56.000 Kilómetros cuadrados que cubren la FPDO, donde se perforaron 669 pozos con longitud total de 643.000 metros, 5.500 kilómetros de registros eléctricos-petrofìsicos, 15.000 kilómetros de líneas sísmicas, el corte de 4500 metros de núcleos y 288 análisis de laboratorio (Análisis de Núcleos); A un costo de 650 millones de dólares USA”[4]

Siguiente parada de nuestro Vía Crucis: “La Apertura Petrolera” de los AHH90:

Fundamentada nuevamente en la incorporación de la Faja Petrolífera del Orinoco a las opciones productivas del país, con su “internacionalización” y sus 17 refinerías chatarra funcionando con pérdidas que son asumidas por la “casa matriz” [5], PDVSA se lanza a la  fantasiosa conquista de una mayor tajada del mercado, para producir 5 millones de barriles diarios en 2002 y hasta 6,5 millones en 2005, -más que duplicando la participación de PDVSA en la oferta mundial prevista-. Política que comienza a progresar con una consistente violación de las cuotas acordadas en el seno de la OPEP, lo cual llevó los precios del petróleo venezolano a 5 dólares barril en 1998.




[6]


 [7]


Al respecto, reproduzco un texto de la época, de mi autoría:

A pesar de la caída de los precios,  la contumacia  expansiva a cualquier costo no se detuvo, ensayando toda clase de negocios para eludir el compromiso nacional de defensa de los precios asumido en el seno de la OPEP y promoviendo la salida del país de esa Organización: Los planificadores mayores de PDVSA proponían en 1994 un plan para duplicar la producción hacia el 2002. Consciente de la experiencia anterior, dos de ellos, Bernard Mommer y Ramón Espinasa, pontificaban: “compensaremos la caída de los precios con más producción”.


 [8]


























Ese escenario productor promovido, tenía una precondición:

“La alta tributación fiscal, la cual ni siquiera permite en el futuro inmediato hacer las inversiones necesarias para compensar la declinación y mantener la capacidad de producción, es el principal obstáculo que encuentra la Industria Petrolera Nacional para su desarrollo...”

… la voracidad fiscal, el rentismo parasitario, característico de un nacionalismo tercermundista ajeno a las realidades contemporáneas, amenaza la salud de la "gallina de los huevos de oro" y obstaculiza sus megaproyectos expansivos, obligándola a acudir al endeudamiento interno y externo.  La empresa petrolera venezolana es pechada con la mayor tasa impositiva del mundo


“Por ello el Plan de la IPPCN se basó en la premisa fundamental de aliviar la carga tributaria sobre PDVSA mediante reducción progresiva del valor fiscal de exportación hasta su total eliminación en tres o cuatro años...” [9]

Ese alivio se alcanzó exitosamente en 1998, tal como lo muestra esta otra lámina repetida, cuando acota ”VFE 0” a partir de ese año:




Finalmente, y como colofón absurdo, después de un hiato de apego a la política de defensa de los precios, que a partir de 1999  logró colocarlos por encima de los 40 dólares el barril en 2005, en ese año se inicia, en nombre de una supuesta “Venezuela Potencia”, la contumaz planificación 2005-2018, que retoma las alicaídas metas de pajaritos preñados, de la PDVSA aperturista y ahora, la “Roja Rojita”  las eleva sucesivamente hasta 5, 6, 7 ó 9 millones de barriles diarios para ser  alcanzadas en 2012, 2013, 2015 2018 y 2025. Además, y en concordancia con esa volumetría, postula los planes para la construcción de nuevas refinerías dentro y fuera del país, las cuales sumarían  37 para el 2030, con las cuales se superarían las “limitadas” 17 plantas meritocráticas para garantizar el mercado a la producción ampliada.


























No por casualidad, el Viceministro de Energía y Petróleo para 2005 es el antiguo Asesor Mayor de la  PDVSA aperturista, Bernard Mommer, supremo ideólogo de la “conquista del mercado” y coautor de las “Guías Corporativas” 1993-1998, cuya portada inserté anteriormente.




























Respecto a todo lo expuesto, no me avergüenzo por repetir láminas con las cuales ilustré artículos anteriores de escasa difusión, esperanzado en la improbable eficiencia del dicho magisterial de los tiempos de la palmeta: “la letra con sangre entra”:



























































Todos los proyectos expuestos, ya de por sí ruinosos en su absoluta inviabilidad económica, fueron adobados con la megacorrupción que enlaza las etapas referidas y que hoy llenan inoficiosamente las páginas de los medios de comunicación con un vendaval de culpas para el asombro, pero sin proceso y sin castigo.

Finalmente, la guinda del pastel destructor:

El asedio  de la geopolítica norteamericana, que se acentúa con la caracterización de Venezuela como una “amenaza inusual y extraordinaria” por parte de la administración Obama y culmina, hasta ahora,  con la de “estado forajido”, establecida en el America First  Energy Plan de Donald Trump [10], todo lo  cual se ha materializado en bloqueos y  sanciones que restringen a niveles ínfimos la capacidad nacional de generar ingresos petroleros.

De nuevo, a todas esas circunstancias me he referido en trabajos  recogidos en las publicaciones ya citadas. De manera particular he comentado el renovado auge de las ancestrales propuestas neoliberales de liquidar el carácter de propiedad nacional inalienable, regida por el Estado, de la industria petrolera venezolana. [11]

La apertura petrolera deberá apuntar hacia una política de privatización de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) y sus empresas filiales, aseguró ayer el presidente del holding estatal, Luis Giusti.
'Debemos diseñar una política más agresiva para la apertura de Pdvsa y las empresas filiales al sector privado' dijo el máximo representante de la petrolera estatal... al referirse a la significación del proceso de licitación que se viene realizando para la adjudicación de las 10 áreas con potenciales reservas de crudos livianos y medianos“ [12]

Reconociendo el monopolio mediático del “poder petrolero” al que me estoy enfrentando desde  hace más de cuatro décadas [13], no me ha quedado otra alternativa que reiterar mis planteamientos en cada oportunidad que se me presenta, que no son muchas… 

Con la permanente sensación de estar clamando en el desierto, acentuada por la actual situación de sálvese quien pueda, pero cumpliendo con una obligación que reclama mi conciencia.

Transcribo, una vez más, los enlaces electrónicos, “links”,  en los cuales  se encuentran algunos de los trabajos ya citados y otros que referiré más adelante: 

Volviendo al presente, en mi trabajo del 5 de febrero pasado, “Petróleo venezolano en la tercera década: Cerco y aniquilación”  hice referencia a dos informaciones que nos muestran que “ya llegó la hora”:

En  una de ellas,  Bloomberg “informa” sobre la inminente entrega, que haría el gobierno, del control de las operaciones petroleras a sus socios en las empresas mixtas y en la otra, Inter American Dialogue, con las galas de estudio académico respaldado por varias universidades estadounidenses, presenta el último de los tantos megaplanes de inversión para el rescate de la industria petrolera… supuestamente propuesto por diez de las principales empresas petroleras mundiales, para ser ejecutado por ellas, para la “nueva administración”. [14]

Ya entonces se hacía audible el aleteo de los rebullones. Pero hete aquí que ahora, Luis Pacheco “Presidente de la Junta Directiva ad hoc de PDVSA” [15]  nos presenta a Luis Giusti, el rebullón mayor en persona, difundiendo él mismo una “carta a sus compañeros petroleros” [16], donde presenta su currículum de inmaculado conductor de una exitosa apertura que convirtió a PDVSA en la segunda mayor empresa petrolera del mundo después de Saudi Aramco, [17] añadiendo el listado de sus asignaciones como miembro del Directorio del Grupo Royal Dutch Shell durante seis años y ahora, en “…varias empresas petroleras internacionales, además de ser Asesor en CSIS”, relación en la cual obvia mencionar sus rubieras en la colombiana Pacific Rubiales y en el quebrado Banco de Antigua.

Con ésta no tan velada oferta gerencial giustiniana, “aquí estoy por si no me han visto”, la propuesta de inversión del consenso de las “majors”  petroleras, de 212 mil millones de dólares, con la perforación de 13.400 pozos nuevos, para alcanzar una producción de 2 millones seiscientos mil barriles en 10 años [18], ya tiene conductor. Uno muy experimentado en esas lides, quien seguramente tuvo mucho que ver con la formulación de esta nueva fantasía.

Frente a este panorama, sólo queda reiterar lo ya tantas veces argüido y demostrado sobre las falacias que componen el discurso privatizador a ultranza para presentarnos al petróleo en el país de las maravillas.
Desde luego que en el país de los ciegos el tuerto es rey, y ésta es la situación en la que nos encontramos: el desastre contemporáneo es de tal magnitud que los pecados capitales anteriores se hacen veniales.

Cerco y aniquilación fue el subtítulo que coloqué al trabajo anterior. Lo reitero aquí, porque es en  esa fase final de las  contiendas bélicas donde se nos quiere colocar: llegó la hora de la rendición para salvar lo poco que nos queda.

Por el contrario, considero que el país todavía cuenta con  reservas éticas y capacidades de gestión necesarias para enfrentar las tareas de reconstrucción y limpieza de escombros que tenemos por delante. Sin aceptar la liquidación en ganga del patrimonio nacional, vale decir, de las nuevas generaciones.

Por tanto, nada obsta para continuar en el combate por la defensa de ese patrimonio frente a la rapacidad privada engalanada de eficiencia tecnocrática.

En ese empeño, es primordial desmontar las falacias tipo Giusti, sobre las cuales se fundamenta el discurso privatizador. Veamos una visión gráfica y de conjunto de la realidad “planificadora”, desde los tiempos en que teníamos a la segunda empresa petrolera del mundo hasta nuestros menguados días, cuando la solución salvadora nos viene de afuera, de parte de las 10 principales petroleras mundiales:





¡¿A dónde han ido a parar los cientos de miles de millones de dólares empeñados en esos frustrados sueños de Narnia?!

¿Quiénes fueron y quiénes son los responsables de estos desaguisados?

¿Cómo se formulan planes expansivos contradictorios con las propias expectativas de un mercado limitado para los crudos venezolanos, tal como lo muestran las propias presentaciones de PDVSA?




El cinismo de reconocer que la demanda para crudos de la OPEP no crecerá  y, peor aún, que disminuirá, tal como se ha constatado en  las más recientes estadísticas globales, -siendo los negritos africanos los que asumirán las disminuciones, mientras nuestra oferta crece- es coherente con la irresponsable “planificación” de una inversión de más de 300.000 millones de dólares en 5 años con recursos inexistentes, ni en Venezuela ni en el mundo. Una vez más, disculpe apreciado lector, lámina repetida:





























Esa voluntad de engaño con fines propagandísticos y cinismo se manifiesta, más allá de su descomunal magnitud bruta, que se sabe no disponible, en la última fila del cuadro anterior, la cual registra los porcentajes de esa inversión respecto al Producto Interno Bruto nacional, los cuales representan más de la sexta parte del mismo en cada año del plan.

Pero no se trata de locura, sino de la permanente voluntad de “apartar” para la inversión petrolera –al estilo Rodríguez Eraso en 1981- una proporción creciente del menguante excedente que viene generando la industria petrolera venezolana, desde los tiempos en que esta tendencia fue percibida por las antiguas concesionarias y las condujo a proponer la “reversión anticipada” que terminó en la “nacionalización chucuta”, donde sus antiguos gerentes nativos rebanarían el pastel desde las posiciones de comando de las “operadoras” nacionalizadas.

Esa divergente evolución histórica de costos crecientes y participación nacional minimizada, es la que se observa en el siguiente gráfico hasta 2016, último año de cifras disponibles.




























El Dr.Juan Pablo Pérez Alfonzo, quien llegó a percibir esa evolución negativa en los primeros tres años, fue el primero que advirtió sobre lo que se nos venía nos venía encima y lo reflejó en su “Venezuela se acerca a la Debacle” citado por mí en un trabajo anterior[19]. Esos registros fueron continuados por Gastón Parra Luzardo hasta 2008 y han sido completados por mí hasta ahora…


































Los comentarios no huelgan, constituyen, una vez más… el propio ritornelo trágico de “El Cuervo”, de Edgar Allan Poe… “Never more”… [20].






Carlos Mendoza Pottellá
28/02/2020

REFERENCIAS





[1] Rómulo Gallegos, “Doña Bárbara”. Segunda Parte. III. Los Rebullones.
[2] Address of Guillermo Rodriguez Eraso, President of Lagoven, S. A., to the Venezuelan-American Association of the United States. St. Regis Hotel, New York, January 8, 1981. Versión de Teletipo

[3] 1978 a 1983, se perforaron más de 400 pozos, como parte del Plan 2000 de PDVSA, basado en predicciones fantasiosas de precios. Al caer éstos a partir de ese último año, sus costos fueron cargados a pérdidas de Lagovén, Corpovén y Maravén. En 1999 el precio del petróleo venezolano llegó hasta 7 dólares el barril

[5] Siempre a la oportunidad la han pintado calva: A  partir de 1983 se compraron o arrendaron 17 refinerías porque en esos años «las estaban vendiendo…»    la razón principal: márgenes del refinador negativos, incluso para los crudos sauditas en los principales centros refineros, Rotterdam y el Golfo de México norteamericano.
Boué, Juan Carlos,  La internacionalización de PDVSA. Una costosa ilusión,
 Caracas, Ediciones del Ministerio de Energía y Minas de la República Bolivariana de Venezuela (Fondo Editorial Darío Ramírez), 2004.
Mendoza P., Carlos, CITGO, la Internacionalización revisitada. https://petroleovenezolano.blogspot.com/2019/01/citgo-la-internacionalizacion-revisitada.html

[6] Presentación original del Ing. Ramón Espinasa, Asesor Mayor de PDVSA para la fecha. Luego Economista Jefe.
                                                                                                                                                          d
[7] Cuadro elaborado por mí en base a las metas del Plan de Expansión de PDVSA de 1996.
[8] Ramón Espinasa y Beernard Mommer, Asesores Mayores de Planificación PDVSAQ.
Le mención de Irán, Venezuela y Rusia como “estados forajidos” que serían combatidos, aparecida la página de la Casa Blanca el primer día de la asunción de Trump, fue suprimida en las siguientes versiones por, “la OPEP y cualquier Nación hostil”
Allí se encuentran también “ La Oportunidad la Pintan Calva”, “Retorno al Futuro”, “Ley para la regularización del comercio de esclavos en Venezuela”, “Agencia Venezolana de Hidrocarburos”,  “Soberanía, Delenda Est”  etc., enfocadas a esta discusión agónica.

[12] Economía Hoy, 25 de enero de 1996, pág. 10

[13] Mendoza P. Carlos,
 De las Concesiones a los Contratos, Visión retrospectiva de la política petrolera venezolana / Trabajo de Ascenso UCV, 1983. Fundación Editorial El Perro y la Rana, Caracas 2011.
El Poder Petrolero y la Economía Venezolana, UCV, CDCH, Caracas 1995.
Nacionalismo petrolero en cuatro décadas, Banco Central de Venezuela, Colección Venezuela y su Petróleo, Caracas 2017. 

[17] Ya sabemos cómo se sacan esas cuentas de Gran Capitán: 300 mil millones de barriles de petróleo de supuestas “reservas probadas”  más las 17 refinerías ya mencionadas..

[19] Juan Pablo Pérez Alfonzo,  Revista “Semana”, Vol. XXI, Nº 235, Caracas 1978. Reproducido en  Petróleo y Ecodesarrollo en Venezuela,  Dorothea Mezger (Compiladora), ILDIS, Caracas 1981 y en el Suplemento de la Revista BCV -- 1, Enero-Junio 2008,  “Profecías Cumplidas”, Banco Central de Venezuela, Caracas 2008.
[20] https://petroleovenezolano.blogspot.com/2019/11/el-cuervo-el-pozo-y-el-petroleo.html


1 comentario:

Anónimo dijo...

Comienza el featín de la nueva apertura petrolera